CORRESPONDENCIA
12-abril-2004
(de Gustavo) UNIV
Lo del UNIV me ayudo a distraerme un poco más. Me
sorprendió que la elección de Director recayera
en mí pero, por esas cosas de la vida pude tener acceso
a la carpeta en la que se había discutido el tema.
La elección no había sido muy difícil,
ni siquiera reñida: uno de los candidatos no hablaba
inglés, y el otro no podía por estudios. Es
decir, el único disponible y no por capacidad-era
yo.
Si bien esto me molestó un poco, en seguida retomé
la idea de un viaje pagado por la prelatura. Los
numerarios por lo menos en la que era mi región-
no tenían muchas posibilidades de viajar al UNIV, así
que bendita sea la ocasión...
(Nueva
entrega de Gustavo a su escrito "Lo
que el Opus se llevó")
(de Guttemberg) Saludos a Zuri.
Querido Zuri,
he leído tu
articulo sobre la doble verdad. Me ha parecido muy
interesante aunque aun no me ha dado tiempo a rumiarlo del
todo.
Pero bueno, este no era el motivo de la presente, sino saludarte,
ya que si has vivido en Palencia, es muy posible que hayamos
coincidido en algun momento (c.a, crt. clases), ya que yo
he vivido en Valladolid 5 años, además durante
las fechas que indicas en tu carta (entre el 1998 y 2001),
además de los cursos 95-96 y 96-97 en los que hice
el Centro de Estudios. Pues bien, me gustaría si es
posible contactaramos, ya que de vez en cuando me dejo caer
por Pucela y como están a tiro de piedra, igual podriamos
tomarnos unas bravitas y charlar sobre muchos temas.
Mi direccion de mail la puedes encontrar (cualquier persona
q lo desee tambien puede hacerlo, estoy abierto a hablar con
todo el mundo) en la nueva
web o puedes pedírsela a los orejas.
Un fuerte abrazo, y espero tus noticias.
Guttemberg
En relacion con ¿Amistad?,
de Ligia.
Hola de nuevo a todos, especialmente a Ligia. Ya veis que
hoy estoy especialmente promiscuo, digo prolífico en
mis escritos.
He leido el articulo ¿Amistad?
de Ligia del dia 3 de abril, y me ha venido a la cabeza algo
que me pasó a mi recién llegado a Valladolid.
De todos es sabido que cuando uno llega a una ciudad nueva,
le incitan a que por cualquier medio que se le ocurra, comience
a conocer gente. Como yo todavía andaba en edad estudiantil
(qué años aquellos), no tuve problemas para
comenzar a conocer gente en la Facultad. Pues bien, uno de
los primeros grupos que conocí, a la postre casi todos
muy buenos amigos míos, por lo que luego se verá,
era gente salida de un prestigioso colegio de Jesuítas
de esa ciudad.
Cuando les dije que era del Opus, abiertamente, tomaron ciertas
precauciones. Pero como en todas partes, dentro de ese mismo
grupo, un chico me abrió sus brazos y me ofreció
sin ninguna traba su amistad. Luego, lo de siempre, comencé
a tantear el terreno, ver qué opinaba del Opus, de
la Iglesia, si practicaba o no, etc.. Segundo paso, hablarle
de confesión. Fueron dos o tres conversaciones duras,
hasta que él, mi amigo, con la claridad que le caracteriza
me dijo (casi textualmente): "Si en algo valoras la amistad
que está surgiendo entre los dos, no me des más
la tabarra con esos rollos de confesión, Dios y demás.
Si quiero confesarme sé donde acudir, que pa' algo
me han dado formación cristiana". Yo tras disculparme,
continué hablando de fútbol o de otra cosa como
si no hubiera pasado nada. Posteriormente esas conversaciones
sobre el Opus, Dios, confesión y demás las sacaba
él sin yo tenerle que decir nunca nada más.
Pues esa estrecha amistad, basada fundamentalmente en el respeto
a la libertad de pensamiento y de opción de cada cuál
aún sigue viva. He de decir que hoy por hoy es uno
de los mejores amigos que tengo (a él fue a la primera
persona ajena a la opus a la que le dije que iba a dejar de
ser numerario, antes de dejarlo), y de lo único que
me arrepiento es de no poder estar más tiempo disfrutando
de su compañía, de su conversación, de
sus bromas...
Todavía cuando voy a Pucela a pasar un fin de semana
me alojo en su casa que me cede gentilmente, y tomando unas
cervezas en la sala de estar, recordamos viejos tiempos, hacemos
crítica constructiva y tratamos de solucionar los problemas
del mundo, y siempre me recuerda que esos buenos momentos
son posibles gracias a mi respeto hacia él y hacia
su forma de pensar y ver la vida. Y en eso, me consta, coinciden
tod@s mis amig@s.
He de reconocer que también ha habido aspectos negativos
en relación con este tema. J. Carlos G., si algún
día me lees (sabrás ya quien soy), desde aquí
te pido disculpas (y espero tener ocasión de hacerlo
en persona, no soy de los que se esconden).
Asi que, si a alguien le sirve mi testimonio, que tome nota.
Un abrazo a todos y un besazo muy fuerte para ellas, especialmente
para ti,
Ligia.
Guttemberg
(de Brisas)
Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, o sea,
que en esta página escriben muchos ex, de ambas secciones,
me gustaria preguntar algo a quien pueda informame.
Resulta que yo sabía que a los numerarios y agregados,
para que se reafirmasen en la bondad de su vocación
y celibato, a las mujeres nos ponían a caer de un burro.
Explico lo poco que sé: se les dice que somos un rollo,
de carácter inestable, con "esos días difíciles"
que no hay quien nos aguante, y otras lindezas.
Pero ¡hete aquí! que quedo con una ex numeraria,
buena amiga, tanto cuando estaba en la Cosa como ahora que
está fuera de ella, y me comenta que a las numerarias
y agregadas se les decía que los hombres sólo
van a lo suyo, que son egoistas, que lo único que les
importa de las mujeres es lo que les importa, que una vez
que han, voy a decirlo en plan delicado, realizado el acto
sexual, van y se duermen; así que la conclusión
es que nosotras no importamos, sólo les importa el
"sexo".
Me gustaría que me aclareis este asunto.
Brisas
(de Crítico Constructivo)
El boomerang de la confusión de planos.
Una vez comentó Fede -no recuerdo ahora en qué
correo- cómo muchas veces en la Obra se jugaba a la
confusión de planos en diversos aspectos de la formación
que se imparte a sus miembros. A mi juicio, una de las manifestaciones
más relevantes de esta confusión de planos se
presenta en la "estrategia vocacionista" de la Institución,
cuando identifica indebidamente lo teologal virtudes
teologales- y lo institucional -vínculos canónicos
que deben expresar una realidad sobrenatural, pero que no
son absolutos-.
Algunos de los correos publicados durante la Semana Santa
muestran, a mi parecer, cómo la mencionada confusión
de planos opera en algunos ex miembros de modo semejante a
un boomerang que, lanzado durante el tiempo de permanencia
en la Obra, vuelve ahora en forma de críticas a la
Institución. Pero, ocurre a veces que éste retorno
del boomerang trae consigo unas afirmaciones que, no pudiendo
superar la inicial confusión de planos, incluyen el
cuestionamiento de elementos que son patrimonio común
de los cristianos.
Voy a citar algunos fragmentos en prueba de lo que digo,
intercalando algunos comentarios:
* En el mensaje de Felipe
(6-5) se lee:
- "Esta película le va a venir muy bien al
opus porque esperarán que, tras la proyección,
los miembros de la institución, se arrepientan de tener
sus dudas sobre el camino que les han hecho elegir y las asuman
como pecados de soberbia y de no rendir el juicio, ya que
"Jesucristo se hizo obediente hasta la muerte y muerte
de Cruz" (Escrivá)". No se me ha dado
el don de profecía para saber cuál será
el posible uso que harán de la película en el
Opus. Y reconozco que es posible abusar de cualquier cosa;
pero, en este caso, "el abuso no prohíbe el uso".
Quiero decir con esto que por la sola posibilidad de que el
Opus Dei pueda abusar de algo los demás cristianos
no tenemos por qué abstenernos de ello. Conviene recordar
que tanto la devoción a la Pasión de Cristo
como la expresión de San Pablo "Cristo se ha hecho
obediente hasta la muerte y muerte de cruz" (Fil. 2,8),
son patrimonio común de todos los cristianos.
- "La vida de Jesús fueron 33 años;
de esos 33 años, 12 horas son su prendimiento, tortura,
agonía y muerte. Jesús no está eternamente
clavado en la Cruz, ni aún ahora lo está. Lo
estuvo. Nadie está eternamente muriendo y sufriendo.
Y menos mal que es así". Con acierto se señala
aquí que la Pasión es sólo uno de los
aspectos (=misterios) de la vida de Cristo, y que ocupa relativamente
poco tiempo de la vida terrena del Señor. Sin embargo,
para los cristianos, el eje central de la vida de Cristo es
su Sacrificio Redentor. No olvidemos que "..desde el
primer instante de su Encarnación el Hijo acepta el
designio divino de salvación en su misión redentora"
(Catecismo, 606).
- "Jesucristo no fue una excepción: 12 horas
horribles pero 33 años feliz. Si Jesucristo no hubiera
muerto en la Cruz, ¿su vida, sus palabras, sus enseñanzas,
no habrían servido de nada?" Es claro que
aún sin muerte en cruz la vida y enseñanza de
Cristo hubiese servido de mucho: la teología enseña
que toda la vida de Cristo, y no solo la Pasión aisladamente
considerada, tiene un sentido redentor. Sin embargo, la redención
de la humanidad se hizo por el Misterio Pascual. Jesús
podría habernos redimido de un modo mucho menos cruento,
pues bastaba con un simple acto de su voluntad. Sin embargo,
"Cristo el Señor realizó esta obra de la
redención humana (...) principalmente por el misterio
pascual de su bienaventurada pasión..." (Catecismo,
1067). "¡Es verdaderamente sobrecogedor el acontecimiento
dramático de Jesús de Nazaret! Para restablecer
la plenitud de vida en el hombre, el Hijo de Dios se ha anonadado
del modo más humillante. De la muerte, libremente elegida
por Él, mana sin embargo la vida" (Juan Pablo
II, Via Crucis del 13-IV-2001). La resurrección no
puede oscurecer el mensaje de la cruz o reducir su importancia;
ni es posible oponer una teología de la gloria a la
teología de la cruz.
- "...Cristo no repite su pasión una y otra
vez, ni incluso durante cada Semana Santa, fechas en la que
se recuerda especialmente. Jesucristo sufrió una pasión
hace 2000 años, no está ahora clavado en la
Cruz". ¡Los cristianos creemos otra cosa! "En
la Liturgia de la Iglesia, Cristo significa y realiza principalmente
su misterio pascual. Durante su vida terrestre Jesús
anunciaba con su enseñanza y anticipaba con sus actos
el misterio pascual. Cuando llegó su hora, vivió
el único acontecimiento de la historia que no pasa:
Jesús muere, es sepultado, resucita de entre los muertos
y se sienta a la derecha del Padre "una vez por todas"
(Rm 6, 10; Hb 7, 27; 9, 12). Es un acontecimiento real, sucedido
en nuestra historia, pero absolutamente singular: todos los
demás acontecimientos suceden una vez, y luego pasan
y son absorbidos por el pasado. El misterio pascual de Cristo,
por el contrario, no puede permanecer solamente en el pasado,
pues por su muerte destruyó a la muerte, y todo lo
que Cristo es y todo lo que hizo y padeció por los
hombres participa de la eternidad divina y así todos
los tiempos y en ellos se mantiene permanentemente presente.
El acontecimiento de la Cruz y de la Resurrección permanece
y atrae todo hacia la Vida" (Catecismo, 1085). Es notable
la insistencia de los Padres de la Iglesia, especialmente
los orientales, en la presencia real de los misterios de Cristo
en la liturgia. [Sobre esta irrupción del misterio
atemporal en la liturgia terrestre se expresaron profundamente
Guardini (católico), Cabasilas (ortodoxo griego), Andonikoff
(ortodoxo ruso), Otto (luterano) y muchos otros] No debemos
olvidar, por ejemplo, que cada vez que se celebra la Misa
volvemos a participar del único Sacrificio de Cristo,
que se reedita de manera incruenta.
- "Leyendo el libro ´La
alegría en el amor de Dios´ que habéis
colocado en los Recursos para seguir adelante, subrayé
y me impresionó -y entendí muchas cosas- que
en los primeros siglos de la Iglesia, los pecados capitales
eran ¡8!. Las ´autoridades´ decidieron quitar
uno de ellos. ¿Sabéis cuál? ¡¡La
tristeza!! ¿Por qué? Porque querían a
los cristianos muy bien arrepentidos, siempre tristes por
sus ´pecados´ y compungidos por todo: porque hoy
no he vivido el minuto heroico, porque sólo he hecho
25 minutos de la oración de la tarde en lugar de 30,
porque no he logrado llevar a nadie a la meditación,
porque a mí ´esto´ me parece que no es
muy de Dios... "
En ningún lugar del libro de Müller se dice que
las ´autoridades´ decidieran quitar a la tristeza
de la ´lista´ de los pecados capitales para mantener
a los cristianos en una actitud siempre triste por sus pecados.
Lo que dice el libro (ps. 28-29 de la edición
digital), es que san Gregorio Magno redujo el número
de estos pecados capitales a siete, refundiendo en uno solo
los pecados de pereza y tristeza, y designó este vicio
con el nombre de tristeza. Luego, santo Tomás de Aquino
lo denominará ´pereza´. Pero esa pereza,
en el plano espiritual y religioso, se denomina propiamente
acidia o acedia. La palabra griega avkhdi,a o avkhdei,a, que
aparece tres veces en la versión de los LXX (Sl 118,28;
Sr 29,5; Is 61,3), fue traducida en la Vulgata por taedium
(tedio) y maeror (tristeza profunda). De modo que el término
griego, con el sentido de tedio, tristeza, pereza espiritual,
se latinizó como acedia, acidia o accidia. Y el Aquinate,
que considera a la pereza como pecado capital, la define como
tristeza por el bien divino del que goza la caridad (S. Th.
2-2, q. 35, art. 2, c.) Y en otro lugar señala sus
causas y efectos: es una forma de la tristeza que hace al
hombre tardo para los actos espirituales que ocasionan fatiga
física (S. Th. 1, q. 63, art. 3, ad. 3m). De modo que,
más allá de los nombres variables, sigue habiendo
acuerdo sobre la esencia de los pecados capitales y sólo
un cambio de perspectiva en las diversas denominaciones. Otra
cosa muy distinta es que, cierta tradición posterior
no lograra captar la incidencia negativa de la tristeza en
la vida cristiana y la aparición de planteamientos
rigoristas (jansenismo, pesimismo luterano).
Pero el rigorismo es también, en última instancia,
una defectuosa comprensión de la Pasión de Cristo.
Porque nos hace incapaces de alegrarnos en el amor de Dios.
Se vive así una concentración obsesiva en el
pecado y la culpa. Consecuencia de esta obsesión es
la aparición de escrúpulos, que deforman la
conciencia moral: "
porque hoy no he vivido el
minuto heroico, porque sólo he hecho 25 minutos de
la oración de la tarde en lugar de 30, porque no he
logrado llevar a nadie a la meditación, porque a mí
´esto´ me parece que no es muy de Dios...".
Claro que los cristianos nos arrepentimos por nuestros pecados,
pero no debemos vivir siempre tristes por ellos. Eso sería
un error. En una comprensión no rigorista del Misterio
Pascual hay cabida tanto para el dolor de la cruz como para
la alegría de la gloria, para la expiación por
el pecado y para el gozo por el perdón y la gracia.
* A pesar de su brevedad, el mensaje
de Ávila (6-5)
parece volver también con la confusión de planos:
"
quizás una idea de la redención
cuyo origen se remonta a san Anselmo, muy divulgada y exagerada
a finales del XIX, mediante la cual la redención nos
llega por el sacrificio vicario de Cristo en la cruz. De ahí
se justifica y ensalza la mortificación corporal y
el sufrimiento como único camino de salvación.
Fundamentalismo puro".
Es cierto que en su obra clásica Cur Deus homo, San
Anselmo, sin olvidar la iniciativa ´descendente´
de Dios en la Encarnación, pone el acento en la obra
´ascendente´ de restitución legal. Empieza
con la idea de Dios como Señor soberano, cuyo honor
es ofendido por el pecado. El orden de la justicia conmutativa
exige una reparación adecuada, que puede ser dada solamente
por el Dios-hombre. Subrayando la muerte satisfactoria de
Cristo, Anselmo calla con respecto a la eficacia redentora
de la resurrección de Cristo. Concentrando su atención
en la redención objetiva, Anselmo no se extiende en
la apropiación subjetiva de los efectos de la redención
por parte del redimido. Sin embargo, reconoce que Cristo establece
un ejemplo de santidad que debe ser seguido por todos.
Ahora bien, del reconocimiento de que la función decisiva
de la acción redentora de Cristo consiste en su condición
de sacerdote y víctima, y de la afirmación de
que Jesucristo por su vida de inmolación -cuya cumbre
fue su muerte en la cruz- ha realizado la redención
objetiva de la humanidad, no se sigue que el sufrimiento pasivo
y la mortificación corporal sean el único camino
de redención personal.
Les ruego a todos perdonen lo largo del rollo. Estamos en
Pascua y es tiempo de alegría y gozo, de ´cambiar
el luto en danza´ -diría Flavia-.
Un abrazo a todos y feliz Pascua de Resurrección,
Crítico constructivo.
(de Dany)
Muy estimadas amigas y amigos:
Regreso de unos días de descanso con mi familia, mujer
e hijo, y me propongo volver a escribirles unas cuantas líneas.
Pero antes debo responder a José
Antonio (31 de marzo), que me ha llamado "mentiroso"
y luego me dice que "la verdad nos hará libres".
Mi estimado amigo, pasada mi sorpresa sólo te dedico
tres ideas:
1. Afirmas que soy un mentiroso, me importa muy poco tu opinión
al respecto. Lo
que escribí es cierto.
2. Afirmas que "la verdad nos hará libres",
en este caso estoy totalmente de acuerdo a tu opinión,
pero
¡Cuidado!, no "tú" verdad,
sino la verdad.
3. Finalmente, estoy de acuerdo contigo que "del todo
y para siempre", no tiene sustento jurídico
como abogado lo sé, pero no estoy hablando de derecho.
Sino de decisiones personales que, como señalamos mucho
en estas páginas, optamos que no fuera para siempre,
luego de intentarlo por años.
Estimado José Antonio, no pretendo pelearme contigo,
no te conozco. Creo que te pude haber agredido con el comentario
que hice en mi anterior carta con respecto a las obras de
Carlos Albás, así lo manifiestas. En ese caso,
tendría que manifestarse el propio ofendido (al que
pido disculpas pues no era mi interés ofenderlo), sólo
señalo que considero poco "elegante" escribir
de ese modo en primera persona. Pero cada quién tiene
su propio estilo y lo respeto. Creo que puedo expresar mi
opinión.
Cambiando de tema, esta Semana Santa, tuve la oportunidad
de pasar unos días muy agradables con otras personas
que también fueron del Opus Dei (además del
que escribe, había 2 exnumerarios, 1 exnumeraria y
1 exsupernumerario), y con otros que son del Opus Dei (Supernumerarios).
Comenté con los primeros la existencia de esta página
y el tenor de los diferentes tipos de cartas que se escriben
concluimos que la gran riqueza que se tiene es la de recibir
opiniones diversas, aunque algunos la utilicen para atacarse
unos y a otros. Y lo digo por los que escriben insultando
a los creadores de la página y los que responden en
el mismo nivel.
Sin embargo, hay otros que buscan generar esta participación
para que se conozca el Opus Dei tal como es, en ese sentido
he encontrado aportaciones muy interesantes, que comentamos
en estos días, tales como:
1. La seguridad social (médico, de paro, de vejez)
para las Auxiliares, es un derecho básico que debe
estar cubierto. Donde tuve oportunidad de participar, sí
había, pero no recuerdo detalles.
2. La seguridad social de los Numerarios, numerarias y todos
aquellos que se dedican a labores internas que permitan asegurar
a ellos y a la Obra el futuro económico de cada uno
de sus miembros que, si la puerta está abierta como
lo indicó el fundador, para salir, también deben
estar los medios adecuados para ello. Y no con montos mínimos,
sino lo que su desempeño profesional les permite. Ya
bastante se hace con dedicarse a esos trabajos y poner en
"riesgo" su futuro profesional. Este no existe.
3. Respetar ese período de prueba que se da entre la
Admisión y la Oblación y entre ésta y
la Fidelidad. Y no dar por entendido que una vez firmada la
primera carta, no existe vuelta atrás. Pues jurídicamente
la opción de salida se establece en los estatutos de
la Obra, al señalar en latín "Tiempo de
Prueba" (esto se dice cuando se hace la admisión)
y debe ser explicado y respetado.
4. Respetar el papel de los padres, cuando el que pide su
admisión a la Obra es menor de edad, según la
legislación de cada país. Y si los padres se
oponen, el muchacho o la muchacha, deberán esperar,
al menos la edad mínima en la que cada legislación
prevé que se pueda comprometer al matrimonio. No pasa
nada y si es su vocación, esa persona seguirá
adelante, si no, se evita hacer un daño a la persona
y la Obra. Además hay que tomar en cuenta que la adolescencia
no es la mejor edad para tomar decisiones de por vida para
el común de los mortales.
5. Aunque cuando participé en Consejos Locales nunca
me pasó, muchos comentan que los Sacerdotes no guardan
el debido sigilo sacramental o presionan para se comente eso
mismo al Director con el fin de romper la regla del Sacramento.
Ambos, los Sacerdotes y los Directores deben cuidar el sigilo
tal como debe hacerse conforme al Código de Derecho
Canónico y la Moral lo indican.
En fin, seguiré evaluando algunos aspectos que considero
se deben de mejorar en la Obra de Dios.
A modo de anécdota les contaré algunas que
me pasaron con los directores.
Llevaba un año viviendo en un país muy distante
del mío y dio la casualidad que mi madre viajaría
a un país vecino al que yo residía por cuestiones
familiares. Me mandaron el boleto del avión para que
estuviera con ella. Se me hizo fácil y organicé
mi viaje. Un buen día me llaman de la delegación,
vivía en el Centro de Estudios, y me dicen: "Oye,
que mañana te vas de viaje", a lo que respondí:
"Pues sí, va mi madre y tengo un año sin
verla"; de inmediato la pregunta que no esperaba: "¿Quién
te dio permiso?", a lo que contesté: "No
lo necesito, tengo el billete del avión y todo solucionado,
no tengo clases y no pasa nada si voy unos días",
la verdad me tembló la voz, pues pensaba viajar aun
a costa de quien fuera. "Te llamo en un rato", terminó.
A los pocos minutos me vuelve a marcar y me dice: "Ya
lo vimos en la Delegación y consideramos que sí
es importante que viajes, te damos permiso", a lo que
contesté: "Muchas gracias, pero igual iría
a ver a mi madre". Como lo desconcerté no me dijo
nada, en ese momento ni después. A partir de ese día
me di cuenta que al menos se debía avisar. Para terminar,
se me antojó quedarme unos días más,
por lo que avisé por medio de Telegrama (no había
fax). No pasó nada.
En otra oportunidad organizaron en la Universidad (que no
es del Opus Dei) un campeonato de tenis, de parejas: hombre
y mujer. De entrada di por descontado que no participaría.
A los pocos días de dar inicio, se lo comenté
a uno de los Directores del Centro de Estudios y me dijo que
debía participar, que no tenía nada de malo,
"Sólo, me dijo, que sea alguien que no se emocione
mucho para evitar abrazos", y se mató de risa,
dándome a entender que no me preocupara. Participé
en el evento y lo pasé muy bien. A esto se deberían
de sumar los partidos de fútbol con chicas, los partidos
de cartas hasta horas tardes en grupos mixtos, etc.
Finalmente, pasados algunos años, debía viajar
a otro país para hacer mi Curso Anual, en dicha oportunidad
íbamos en el mismo vuelo otro numerario más,
cuyos padres radicaban en la ciudad en cuestión. Al
llegar nos estaba esperando su papá
y nadie más.
Me ofrecieron llevarme la Comisión Regional. A lo cual
acepté con cierto desencanto. ¿Dónde
estaban los de la Obra? Empezado el Curso Anual, llegó
el Director de San Miguel (no la cerveza, como dice Satur
- quién sabe a que cerveza se refiera - sino el otro)
y le pedí hablar con él. Le comenté mi
enojo, estaba muy molesto (y no lo digo con otras palabras
por respeto), por no haber visto a nadie de la Obra en el
aeropuerto. Su respuesta fue lacónica y me enojó
más: "Es que irían los papás de
tu-compañero-de-viaje, y pensamos que no pasaría
nada, te podrían llevar a la Comisión",
a lo que respondí: "¡Pero no son mi familia,
en este país yo no tengo familia!". Me pidió
que me olvidara del asunto, pero al instante rectificó:
"Te pido disculpas, esto que hice está mal, no
volverá a pasar". El mismo, cuando me diagnosticaron
la depresión, no paró de pedir disculpas, pues
le había dicho que pensé tendría esa
enfermedad. Siguiendo con lo anterior, unos días después
llegó el Consiliario y me dijo: "Perdóname,
nunca más te sentirás sin familia, tú
eres uno de mis hermanos a los que más quiero".
Años después de dejar la Obra y visitar de nuevo
aquella ciudad, fui a ver a un Sacerdote muy amigo que vive
en esa Comisión, el Consiliario, al saber que estaba
yo en el edificio, bajó y les dijo a dos o tres que
estaban ahí: "Este es a uno de mis hermanos a
los que más quiero, déjame darte un abrazo".
Nunca lo podré olvidar.
Lo que escribo es para el que crea que es cierto. Se cometen
errores, lo importante es rectificar.
No sigo, pues tengo mucho trabajo. Un beso a todas y un abrazo
a todos con cariño,
Dany
NOTA: cuando el oreja que está de
guardia contesta a alguno de los correos, su comentario va
en cursiva y es la opinión personal del oreja
que contesta. Lo hace expresando su opinión como
uno más de los que escribís, no como línea
editorial de la web. Sus opiniones son igual de personales
-y criticables y respetables- como las opiniones que se vierten
en los correos que se reciben.
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