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Opus Dei: ¿un CAMINO a ninguna parte?

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CORRESPONDENCIA

 

12-abril-2004


(de Gustavo) UNIV

Lo del UNIV me ayudo a distraerme un poco más. Me sorprendió que la elección de Director recayera en mí pero, por esas cosas de la vida pude tener acceso a la carpeta en la que se había discutido el tema. La elección no había sido muy difícil, ni siquiera reñida: uno de los candidatos no hablaba inglés, y el otro no podía por estudios. Es decir, el único disponible –y no por capacidad-era yo.

Si bien esto me molestó un poco, en seguida retomé la idea de un viaje pagado por la “prelatura”. Los numerarios –por lo menos en la que era mi región- no tenían muchas posibilidades de viajar al UNIV, así que bendita sea la ocasión...

(Nueva entrega de Gustavo a su escrito "Lo que el Opus se llevó")


(de Guttemberg) Saludos a Zuri.

Querido Zuri,

he leído tu articulo sobre la doble verdad. Me ha parecido muy interesante aunque aun no me ha dado tiempo a rumiarlo del todo.

Pero bueno, este no era el motivo de la presente, sino saludarte, ya que si has vivido en Palencia, es muy posible que hayamos coincidido en algun momento (c.a, crt. clases), ya que yo he vivido en Valladolid 5 años, además durante las fechas que indicas en tu carta (entre el 1998 y 2001), además de los cursos 95-96 y 96-97 en los que hice el Centro de Estudios. Pues bien, me gustaría si es posible contactaramos, ya que de vez en cuando me dejo caer por Pucela y como están a tiro de piedra, igual podriamos tomarnos unas bravitas y charlar sobre muchos temas.

Mi direccion de mail la puedes encontrar (cualquier persona q lo desee tambien puede hacerlo, estoy abierto a hablar con todo el mundo) en la nueva web o puedes pedírsela a los orejas.

Un fuerte abrazo, y espero tus noticias.

Guttemberg


En relacion con ¿Amistad?, de Ligia.

Hola de nuevo a todos, especialmente a Ligia. Ya veis que hoy estoy especialmente promiscuo, digo prolífico en mis escritos.

He leido el articulo ¿Amistad? de Ligia del dia 3 de abril, y me ha venido a la cabeza algo que me pasó a mi recién llegado a Valladolid.

De todos es sabido que cuando uno llega a una ciudad nueva, le incitan a que por cualquier medio que se le ocurra, comience a conocer gente. Como yo todavía andaba en edad estudiantil (qué años aquellos), no tuve problemas para comenzar a conocer gente en la Facultad. Pues bien, uno de los primeros grupos que conocí, a la postre casi todos muy buenos amigos míos, por lo que luego se verá, era gente salida de un prestigioso colegio de Jesuítas de esa ciudad.

Cuando les dije que era del Opus, abiertamente, tomaron ciertas precauciones. Pero como en todas partes, dentro de ese mismo grupo, un chico me abrió sus brazos y me ofreció sin ninguna traba su amistad. Luego, lo de siempre, comencé a tantear el terreno, ver qué opinaba del Opus, de la Iglesia, si practicaba o no, etc.. Segundo paso, hablarle de confesión. Fueron dos o tres conversaciones duras, hasta que él, mi amigo, con la claridad que le caracteriza me dijo (casi textualmente): "Si en algo valoras la amistad que está surgiendo entre los dos, no me des más la tabarra con esos rollos de confesión, Dios y demás. Si quiero confesarme sé donde acudir, que pa' algo me han dado formación cristiana". Yo tras disculparme, continué hablando de fútbol o de otra cosa como si no hubiera pasado nada. Posteriormente esas conversaciones sobre el Opus, Dios, confesión y demás las sacaba él sin yo tenerle que decir nunca nada más. Pues esa estrecha amistad, basada fundamentalmente en el respeto a la libertad de pensamiento y de opción de cada cuál aún sigue viva. He de decir que hoy por hoy es uno de los mejores amigos que tengo (a él fue a la primera persona ajena a la opus a la que le dije que iba a dejar de ser numerario, antes de dejarlo), y de lo único que me arrepiento es de no poder estar más tiempo disfrutando de su compañía, de su conversación, de sus bromas...

Todavía cuando voy a Pucela a pasar un fin de semana me alojo en su casa que me cede gentilmente, y tomando unas cervezas en la sala de estar, recordamos viejos tiempos, hacemos crítica constructiva y tratamos de solucionar los problemas del mundo, y siempre me recuerda que esos buenos momentos son posibles gracias a mi respeto hacia él y hacia su forma de pensar y ver la vida. Y en eso, me consta, coinciden tod@s mis amig@s.

He de reconocer que también ha habido aspectos negativos en relación con este tema. J. Carlos G., si algún día me lees (sabrás ya quien soy), desde aquí te pido disculpas (y espero tener ocasión de hacerlo en persona, no soy de los que se esconden).

Asi que, si a alguien le sirve mi testimonio, que tome nota.

Un abrazo a todos y un besazo muy fuerte para ellas, especialmente para ti,
Ligia.

Guttemberg


(de Brisas)

Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, o sea, que en esta página escriben muchos ex, de ambas secciones, me gustaria preguntar algo a quien pueda informame.

Resulta que yo sabía que a los numerarios y agregados, para que se reafirmasen en la bondad de su vocación y celibato, a las mujeres nos ponían a caer de un burro. Explico lo poco que sé: se les dice que somos un rollo, de carácter inestable, con "esos días difíciles" que no hay quien nos aguante, y otras lindezas.

Pero ¡hete aquí! que quedo con una ex numeraria, buena amiga, tanto cuando estaba en la Cosa como ahora que está fuera de ella, y me comenta que a las numerarias y agregadas se les decía que los hombres sólo van a lo suyo, que son egoistas, que lo único que les importa de las mujeres es lo que les importa, que una vez que han, voy a decirlo en plan delicado, realizado el acto sexual, van y se duermen; así que la conclusión es que nosotras no importamos, sólo les importa el "sexo".

Me gustaría que me aclareis este asunto.

Brisas


(de Crítico Constructivo)

El boomerang de la confusión de planos.

Una vez comentó Fede -no recuerdo ahora en qué correo- cómo muchas veces en la Obra se jugaba a la confusión de planos en diversos aspectos de la formación que se imparte a sus miembros. A mi juicio, una de las manifestaciones más relevantes de esta confusión de planos se presenta en la "estrategia vocacionista" de la Institución, cuando identifica indebidamente lo teologal –virtudes teologales- y lo institucional -vínculos canónicos que deben expresar una realidad sobrenatural, pero que no son absolutos-.

Algunos de los correos publicados durante la Semana Santa muestran, a mi parecer, cómo la mencionada confusión de planos opera en algunos ex miembros de modo semejante a un boomerang que, lanzado durante el tiempo de permanencia en la Obra, vuelve ahora en forma de críticas a la Institución. Pero, ocurre a veces que éste retorno del boomerang trae consigo unas afirmaciones que, no pudiendo superar la inicial confusión de planos, incluyen el cuestionamiento de elementos que son patrimonio común de los cristianos.

Voy a citar algunos fragmentos en prueba de lo que digo, intercalando algunos comentarios:

* En el mensaje de Felipe (6-5) se lee:

- "Esta película le va a venir muy bien al opus porque esperarán que, tras la proyección, los miembros de la institución, se arrepientan de tener sus dudas sobre el camino que les han hecho elegir y las asuman como pecados de soberbia y de no rendir el juicio, ya que "Jesucristo se hizo obediente hasta la muerte y muerte de Cruz" (Escrivá)". No se me ha dado el don de profecía para saber cuál será el posible uso que harán de la película en el Opus. Y reconozco que es posible abusar de cualquier cosa; pero, en este caso, "el abuso no prohíbe el uso". Quiero decir con esto que por la sola posibilidad de que el Opus Dei pueda abusar de algo los demás cristianos no tenemos por qué abstenernos de ello. Conviene recordar que tanto la devoción a la Pasión de Cristo como la expresión de San Pablo "Cristo se ha hecho obediente hasta la muerte y muerte de cruz" (Fil. 2,8), son patrimonio común de todos los cristianos.

- "La vida de Jesús fueron 33 años; de esos 33 años, 12 horas son su prendimiento, tortura, agonía y muerte. Jesús no está eternamente clavado en la Cruz, ni aún ahora lo está. Lo estuvo. Nadie está eternamente muriendo y sufriendo. Y menos mal que es así". Con acierto se señala aquí que la Pasión es sólo uno de los aspectos (=misterios) de la vida de Cristo, y que ocupa relativamente poco tiempo de la vida terrena del Señor. Sin embargo, para los cristianos, el eje central de la vida de Cristo es su Sacrificio Redentor. No olvidemos que "..desde el primer instante de su Encarnación el Hijo acepta el designio divino de salvación en su misión redentora" (Catecismo, 606).

- "Jesucristo no fue una excepción: 12 horas horribles pero 33 años feliz. Si Jesucristo no hubiera muerto en la Cruz, ¿su vida, sus palabras, sus enseñanzas, no habrían servido de nada?" Es claro que aún sin muerte en cruz la vida y enseñanza de Cristo hubiese servido de mucho: la teología enseña que toda la vida de Cristo, y no solo la Pasión aisladamente considerada, tiene un sentido redentor. Sin embargo, la redención de la humanidad se hizo por el Misterio Pascual. Jesús podría habernos redimido de un modo mucho menos cruento, pues bastaba con un simple acto de su voluntad. Sin embargo, "Cristo el Señor realizó esta obra de la redención humana (...) principalmente por el misterio pascual de su bienaventurada pasión..." (Catecismo, 1067). "¡Es verdaderamente sobrecogedor el acontecimiento dramático de Jesús de Nazaret! Para restablecer la plenitud de vida en el hombre, el Hijo de Dios se ha anonadado del modo más humillante. De la muerte, libremente elegida por Él, mana sin embargo la vida" (Juan Pablo II, Via Crucis del 13-IV-2001). La resurrección no puede oscurecer el mensaje de la cruz o reducir su importancia; ni es posible oponer una teología de la gloria a la teología de la cruz.

- "...Cristo no repite su pasión una y otra vez, ni incluso durante cada Semana Santa, fechas en la que se recuerda especialmente. Jesucristo sufrió una pasión hace 2000 años, no está ahora clavado en la Cruz". ¡Los cristianos creemos otra cosa! "En la Liturgia de la Iglesia, Cristo significa y realiza principalmente su misterio pascual. Durante su vida terrestre Jesús anunciaba con su enseñanza y anticipaba con sus actos el misterio pascual. Cuando llegó su hora, vivió el único acontecimiento de la historia que no pasa: Jesús muere, es sepultado, resucita de entre los muertos y se sienta a la derecha del Padre "una vez por todas" (Rm 6, 10; Hb 7, 27; 9, 12). Es un acontecimiento real, sucedido en nuestra historia, pero absolutamente singular: todos los demás acontecimientos suceden una vez, y luego pasan y son absorbidos por el pasado. El misterio pascual de Cristo, por el contrario, no puede permanecer solamente en el pasado, pues por su muerte destruyó a la muerte, y todo lo que Cristo es y todo lo que hizo y padeció por los hombres participa de la eternidad divina y así todos los tiempos y en ellos se mantiene permanentemente presente. El acontecimiento de la Cruz y de la Resurrección permanece y atrae todo hacia la Vida" (Catecismo, 1085). Es notable la insistencia de los Padres de la Iglesia, especialmente los orientales, en la presencia real de los misterios de Cristo en la liturgia. [Sobre esta irrupción del misterio atemporal en la liturgia terrestre se expresaron profundamente Guardini (católico), Cabasilas (ortodoxo griego), Andonikoff (ortodoxo ruso), Otto (luterano) y muchos otros] No debemos olvidar, por ejemplo, que cada vez que se celebra la Misa volvemos a participar del único Sacrificio de Cristo, que se reedita de manera incruenta.

- "Leyendo el libro ´La alegría en el amor de Dios´ que habéis colocado en los Recursos para seguir adelante, subrayé y me impresionó -y entendí muchas cosas- que en los primeros siglos de la Iglesia, los pecados capitales eran ¡8!. Las ´autoridades´ decidieron quitar uno de ellos. ¿Sabéis cuál? ¡¡La tristeza!! ¿Por qué? Porque querían a los cristianos muy bien arrepentidos, siempre tristes por sus ´pecados´ y compungidos por todo: porque hoy no he vivido el minuto heroico, porque sólo he hecho 25 minutos de la oración de la tarde en lugar de 30, porque no he logrado llevar a nadie a la meditación, porque a mí ´esto´ me parece que no es muy de Dios... "

En ningún lugar del libro de Müller se dice que las ´autoridades´ decidieran quitar a la tristeza de la ´lista´ de los pecados capitales para mantener a los cristianos en una actitud siempre triste por sus pecados. Lo que dice el libro (ps. 28-29 de la edición digital), es que san Gregorio Magno redujo el número de estos pecados capitales a siete, refundiendo en uno solo los pecados de pereza y tristeza, y designó este vicio con el nombre de tristeza. Luego, santo Tomás de Aquino lo denominará ´pereza´. Pero esa pereza, en el plano espiritual y religioso, se denomina propiamente acidia o acedia. La palabra griega avkhdi,a o avkhdei,a, que aparece tres veces en la versión de los LXX (Sl 118,28; Sr 29,5; Is 61,3), fue traducida en la Vulgata por taedium (tedio) y maeror (tristeza profunda). De modo que el término griego, con el sentido de tedio, tristeza, pereza espiritual, se latinizó como acedia, acidia o accidia. Y el Aquinate, que considera a la pereza como pecado capital, la define como tristeza por el bien divino del que goza la caridad (S. Th. 2-2, q. 35, art. 2, c.) Y en otro lugar señala sus causas y efectos: es una forma de la tristeza que hace al hombre tardo para los actos espirituales que ocasionan fatiga física (S. Th. 1, q. 63, art. 3, ad. 3m). De modo que, más allá de los nombres variables, sigue habiendo acuerdo sobre la esencia de los pecados capitales y sólo un cambio de perspectiva en las diversas denominaciones. Otra cosa muy distinta es que, cierta tradición posterior no lograra captar la incidencia negativa de la tristeza en la vida cristiana y la aparición de planteamientos rigoristas (jansenismo, pesimismo luterano).

Pero el rigorismo es también, en última instancia, una defectuosa comprensión de la Pasión de Cristo. Porque nos hace incapaces de alegrarnos en el amor de Dios. Se vive así una concentración obsesiva en el pecado y la culpa. Consecuencia de esta obsesión es la aparición de escrúpulos, que deforman la conciencia moral: "…porque hoy no he vivido el minuto heroico, porque sólo he hecho 25 minutos de la oración de la tarde en lugar de 30, porque no he logrado llevar a nadie a la meditación, porque a mí ´esto´ me parece que no es muy de Dios...".

Claro que los cristianos nos arrepentimos por nuestros pecados, pero no debemos vivir siempre tristes por ellos. Eso sería un error. En una comprensión no rigorista del Misterio Pascual hay cabida tanto para el dolor de la cruz como para la alegría de la gloria, para la expiación por el pecado y para el gozo por el perdón y la gracia.

* A pesar de su brevedad, el mensaje de Ávila (6-5) parece volver también con la confusión de planos:

"…quizás una idea de la redención cuyo origen se remonta a san Anselmo, muy divulgada y exagerada a finales del XIX, mediante la cual la redención nos llega por el sacrificio vicario de Cristo en la cruz. De ahí se justifica y ensalza la mortificación corporal y el sufrimiento como único camino de salvación. Fundamentalismo puro".

Es cierto que en su obra clásica Cur Deus homo, San Anselmo, sin olvidar la iniciativa ´descendente´ de Dios en la Encarnación, pone el acento en la obra ´ascendente´ de restitución legal. Empieza con la idea de Dios como Señor soberano, cuyo honor es ofendido por el pecado. El orden de la justicia conmutativa exige una reparación adecuada, que puede ser dada solamente por el Dios-hombre. Subrayando la muerte satisfactoria de Cristo, Anselmo calla con respecto a la eficacia redentora de la resurrección de Cristo. Concentrando su atención en la redención objetiva, Anselmo no se extiende en la apropiación subjetiva de los efectos de la redención por parte del redimido. Sin embargo, reconoce que Cristo establece un ejemplo de santidad que debe ser seguido por todos.

Ahora bien, del reconocimiento de que la función decisiva de la acción redentora de Cristo consiste en su condición de sacerdote y víctima, y de la afirmación de que Jesucristo por su vida de inmolación -cuya cumbre fue su muerte en la cruz- ha realizado la redención objetiva de la humanidad, no se sigue que el sufrimiento pasivo y la mortificación corporal sean el único camino de redención personal.

Les ruego a todos perdonen lo largo del rollo. Estamos en Pascua y es tiempo de alegría y gozo, de ´cambiar el luto en danza´ -diría Flavia-.

Un abrazo a todos y feliz Pascua de Resurrección,

Crítico constructivo.


(de Dany)

Muy estimadas amigas y amigos:

Regreso de unos días de descanso con mi familia, mujer e hijo, y me propongo volver a escribirles unas cuantas líneas. Pero antes debo responder a José Antonio (31 de marzo), que me ha llamado "mentiroso" y luego me dice que "la verdad nos hará libres". Mi estimado amigo, pasada mi sorpresa sólo te dedico tres ideas:

1. Afirmas que soy un mentiroso, me importa muy poco tu opinión al respecto. Lo que escribí es cierto.
2. Afirmas que "la verdad nos hará libres", en este caso estoy totalmente de acuerdo a tu opinión, pero… ¡Cuidado!, no "tú" verdad, sino la verdad.
3. Finalmente, estoy de acuerdo contigo que "del todo y para siempre", no tiene sustento jurídico… como abogado lo sé, pero no estoy hablando de derecho. Sino de decisiones personales que, como señalamos mucho en estas páginas, optamos que no fuera para siempre, luego de intentarlo por años.

Estimado José Antonio, no pretendo pelearme contigo, no te conozco. Creo que te pude haber agredido con el comentario que hice en mi anterior carta con respecto a las obras de Carlos Albás, así lo manifiestas. En ese caso, tendría que manifestarse el propio ofendido (al que pido disculpas pues no era mi interés ofenderlo), sólo señalo que considero poco "elegante" escribir de ese modo en primera persona. Pero cada quién tiene su propio estilo y lo respeto. Creo que puedo expresar mi opinión.

Cambiando de tema, esta Semana Santa, tuve la oportunidad de pasar unos días muy agradables con otras personas que también fueron del Opus Dei (además del que escribe, había 2 exnumerarios, 1 exnumeraria y 1 exsupernumerario), y con otros que son del Opus Dei (Supernumerarios). Comenté con los primeros la existencia de esta página y el tenor de los diferentes tipos de cartas que se escriben… concluimos que la gran riqueza que se tiene es la de recibir opiniones diversas, aunque algunos la utilicen para atacarse unos y a otros. Y lo digo por los que escriben insultando a los creadores de la página y los que responden en el mismo nivel.

Sin embargo, hay otros que buscan generar esta participación para que se conozca el Opus Dei tal como es, en ese sentido he encontrado aportaciones muy interesantes, que comentamos en estos días, tales como:

1. La seguridad social (médico, de paro, de vejez) para las Auxiliares, es un derecho básico que debe estar cubierto. Donde tuve oportunidad de participar, sí había, pero no recuerdo detalles.

2. La seguridad social de los Numerarios, numerarias y todos aquellos que se dedican a labores internas que permitan asegurar a ellos y a la Obra el futuro económico de cada uno de sus miembros que, si la puerta está abierta como lo indicó el fundador, para salir, también deben estar los medios adecuados para ello. Y no con montos mínimos, sino lo que su desempeño profesional les permite. Ya bastante se hace con dedicarse a esos trabajos y poner en "riesgo" su futuro profesional. Este no existe.

3. Respetar ese período de prueba que se da entre la Admisión y la Oblación y entre ésta y la Fidelidad. Y no dar por entendido que una vez firmada la primera carta, no existe vuelta atrás. Pues jurídicamente la opción de salida se establece en los estatutos de la Obra, al señalar en latín "Tiempo de Prueba" (esto se dice cuando se hace la admisión) y debe ser explicado y respetado.

4. Respetar el papel de los padres, cuando el que pide su admisión a la Obra es menor de edad, según la legislación de cada país. Y si los padres se oponen, el muchacho o la muchacha, deberán esperar, al menos la edad mínima en la que cada legislación prevé que se pueda comprometer al matrimonio. No pasa nada y si es su vocación, esa persona seguirá adelante, si no, se evita hacer un daño a la persona y la Obra. Además hay que tomar en cuenta que la adolescencia no es la mejor edad para tomar decisiones de por vida para el común de los mortales.

5. Aunque cuando participé en Consejos Locales nunca me pasó, muchos comentan que los Sacerdotes no guardan el debido sigilo sacramental o presionan para se comente eso mismo al Director con el fin de romper la regla del Sacramento. Ambos, los Sacerdotes y los Directores deben cuidar el sigilo tal como debe hacerse conforme al Código de Derecho Canónico y la Moral lo indican.

En fin, seguiré evaluando algunos aspectos que considero se deben de mejorar en la Obra de Dios.

A modo de anécdota les contaré algunas que me pasaron con los directores.

Llevaba un año viviendo en un país muy distante del mío y dio la casualidad que mi madre viajaría a un país vecino al que yo residía por cuestiones familiares. Me mandaron el boleto del avión para que estuviera con ella. Se me hizo fácil y organicé mi viaje. Un buen día me llaman de la delegación, vivía en el Centro de Estudios, y me dicen: "Oye, que mañana te vas de viaje", a lo que respondí: "Pues sí, va mi madre y tengo un año sin verla"; de inmediato la pregunta que no esperaba: "¿Quién te dio permiso?", a lo que contesté: "No lo necesito, tengo el billete del avión y todo solucionado, no tengo clases y no pasa nada si voy unos días", la verdad me tembló la voz, pues pensaba viajar aun a costa de quien fuera. "Te llamo en un rato", terminó. A los pocos minutos me vuelve a marcar y me dice: "Ya lo vimos en la Delegación y consideramos que sí es importante que viajes, te damos permiso", a lo que contesté: "Muchas gracias, pero igual iría a ver a mi madre". Como lo desconcerté no me dijo nada, en ese momento ni después. A partir de ese día me di cuenta que al menos se debía avisar. Para terminar, se me antojó quedarme unos días más, por lo que avisé por medio de Telegrama (no había fax). No pasó nada.

En otra oportunidad organizaron en la Universidad (que no es del Opus Dei) un campeonato de tenis, de parejas: hombre y mujer. De entrada di por descontado que no participaría. A los pocos días de dar inicio, se lo comenté a uno de los Directores del Centro de Estudios y me dijo que debía participar, que no tenía nada de malo, "Sólo, me dijo, que sea alguien que no se emocione mucho para evitar abrazos", y se mató de risa, dándome a entender que no me preocupara. Participé en el evento y lo pasé muy bien. A esto se deberían de sumar los partidos de fútbol con chicas, los partidos de cartas hasta horas tardes en grupos mixtos, etc.

Finalmente, pasados algunos años, debía viajar a otro país para hacer mi Curso Anual, en dicha oportunidad íbamos en el mismo vuelo otro numerario más, cuyos padres radicaban en la ciudad en cuestión. Al llegar nos estaba esperando su papá… y nadie más. Me ofrecieron llevarme la Comisión Regional. A lo cual acepté con cierto desencanto. ¿Dónde estaban los de la Obra? Empezado el Curso Anual, llegó el Director de San Miguel (no la cerveza, como dice Satur - quién sabe a que cerveza se refiera - sino el otro) y le pedí hablar con él. Le comenté mi enojo, estaba muy molesto (y no lo digo con otras palabras por respeto), por no haber visto a nadie de la Obra en el aeropuerto. Su respuesta fue lacónica y me enojó más: "Es que irían los papás de tu-compañero-de-viaje, y pensamos que no pasaría nada, te podrían llevar a la Comisión", a lo que respondí: "¡Pero no son mi familia, en este país yo no tengo familia!". Me pidió que me olvidara del asunto, pero al instante rectificó: "Te pido disculpas, esto que hice está mal, no volverá a pasar". El mismo, cuando me diagnosticaron la depresión, no paró de pedir disculpas, pues le había dicho que pensé tendría esa enfermedad. Siguiendo con lo anterior, unos días después llegó el Consiliario y me dijo: "Perdóname, nunca más te sentirás sin familia, tú eres uno de mis hermanos a los que más quiero". Años después de dejar la Obra y visitar de nuevo aquella ciudad, fui a ver a un Sacerdote muy amigo que vive en esa Comisión, el Consiliario, al saber que estaba yo en el edificio, bajó y les dijo a dos o tres que estaban ahí: "Este es a uno de mis hermanos a los que más quiero, déjame darte un abrazo". Nunca lo podré olvidar.

Lo que escribo es para el que crea que es cierto. Se cometen errores, lo importante es rectificar.

No sigo, pues tengo mucho trabajo. Un beso a todas y un abrazo a todos con cariño,

Dany


NOTA: cuando el oreja que está de guardia contesta a alguno de los correos, su comentario va en cursiva y es la opinión personal del oreja que contesta. Lo hace expresando su opinión como uno más de los que escribís, no como línea editorial de la web. Sus opiniones son igual de personales -y criticables y respetables- como las opiniones que se vierten en los correos que se reciben.


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