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 Tus escritos: Alma Mater (I).- Trane

010. Testimonios
trane :

                               

ALMA MATER (I)

Trane, 11 de mayo de 2007

Todavía  recuerdo  a  mi  hermano,  que  siempre  fue más aventajado en las lecturas  que  yo,  durante  las vacaciones de verano de segundo de BUP, en medio  del hastío estival e infinito del pueblo de mis ancestros, dándome a leer,  en  el  enorme  comedor del vetusto caserón paterno, ese capítulo de Gargantúa y Pantagruel en el que los personajes protagonistas se encuentran por el camino a un estudiante de la Sorbona.

"¿De dónde venís?", le preguntamos.

"Del Alma Mater, ínclita y célebre academia que vocitan Lutecia."

"¿Qué significa eso?"

"Que viene de París", me contestaron.

"¿Y en qué, señor estudiante, pasáis el tiempo en París?"...



Y  ahora arranca el inverosímil parlamento hipercultista del estudiante que ocupa el capítulo entero:

"Transfretamos  la cuadrícula al dilículo y crepúsculo, deambulamos por los cómpitos y cuadrivías de la urbe, espumamos la verbocinación latial, etc., etc.", hasta llenar de esdrújulas o proparoxítonas las siete u ocho páginas siguientes.

Ese mismo verano leí también La cantante calva, de Ionesco.

Espoleado  por ese hastío veraniego que uno sólo conoce en su adolescencia, a  fuerza  de  puro  aburrimiento  logré  aprenderme  de memoria dos textos imposibles:  de  Gargantúa y Pantagruel, el capítulo entero del estudiante, del  que  aprendí  palabras  como  "lupanar"  y "meretrículo", y perífrasis sinónimas  como  "verbocinación  latial"  y  "vernáculo  latinicome"; de La cantante calva, la famosa "anécdota del resfriado", que recita el capitán de los  bomberos.  Dos  textos  imposibles,  que  no dan fe de mi capacidad de memoria,  sino  de mi capacidad de aburrimiento. Creo que en mi vida lo que más  he  hecho  ha  sido aburrirme y bostezar. Mi imagen privada del abismo apocalíptico  es  un  gran bostezo de verano, capaz de engullir el universo entero. Un bostezo asincopado, como lo llamó un poeta.

En cuanto a mi memoria, pese a las novenas que recé, jamás logré aprenderme íntegra  la  oración  de  la  estampita de Escrivá, ésa que arranca con las palabras: "Señor,  tú  que  concediste  a  tu  siervo  Josemaría  gracias innumerables,  escogiéndole como instrumento fidelísimo para fundar el Opus Dei, camino de santificación en el trabajo profesional." No recuerdo más.

Para chequear mi memoria, he consultado en la página web de la prelatura la oración de  la  estampita, y juraría que han cambiado el comienzo. Es más, juraría  que  han  cambiado  la foto. En la nueva foto de Escrivá, se le ve rejuvenecido y sonriente, pero en realidad, me recuerda a Woody Allen.

De  hecho,  existe  la  teoría  de que no cambió el apellido de "Escriba" a "Escrivá" para catalanizarlo,  sino  para  desjudaizarlo, o al menos para disimular su procedencia semítica. Eso lo leí en un libro -la verdad es que bastante malo- titulado "Opus Judei", escrito por un siniestro y sospechoso autor  que  firmaba como José María Escriba. ¿Alguien sabe si Escrivá fue esquizofrénico,  y  pasaba las noches en vela, escribiendo libros contra sí mismo?  ¿Alguien  sabe  si  guardaba  un  bigote  postizo en el cajón de su mesilla?  Lo  cierto  es  que  poco  bueno  cabe  esperar de alguien que se avergüenza del apellido de su padre. Pero de esto hablaremos otro día.

En  cualquier  caso, aquella edición del Gargantúa, de Círculo de lectores, al  término  de  la  primera frase del estudiante incluía una nota a pie de página  que explicaba que a la Universidad se le llama "Alma mater", porque es  el  lugar  donde  uno  se forma espiritualmente. Tuve presente esa cita cuando, dos años más tarde, me fui a la Universidad de Navarra.

Hubo  una  segunda frase que también tuve presente cuando fui a Navarra. Al terminar  COU,  un grupo de estudiantes fuimos a visitar a una profesora de dibujo,  a  tomar  el  café  en  su  casa.  Es fácil suponer que el tema de conversación  fue  la  orientación  universitaria  de cada uno de nosotros.

-"Tenéis ante vosotros los mejores años de vuestra vida", nos dijo.

Rumié  en  mi  cabeza  esas dos frases durante mis seis años en Pamplona. Y también durante los diez años siguientes, incapaz de hallar en ellas ningún sentido  vital, encontrándolas más absurdas que la "anécdota del resfriado" y  más  desatinadas  que el parlamento del estudiante hipercultista, porque para  mí  resultaron  ser  proféticas en un sentido inverso: en Pamplona yo pasé  los seis peores años de mi vida, y la Universidad de Navarra fue para mí  lo  más  opuesto a un alma materna, acogedora y cariñosa como tiene que ser una madre. Navarra fue para mí un lugar abstracto.

Sí:  durante  más de quince años para mí no ha tenido ningún sentido que yo pueda  confirmar vitalmente que la Universidad sea un "Alma mater". Durante más de quince años he vivido en la certeza de que, en mí, la Universidad de Navarra no dejó nada, o diciéndolo inversamente, de que en Navarra yo no me dejé nada.

Es  extraño  cómo  hay  etapas  enteras  de  nuestras  vidas  de las que no conservamos  ningún recuerdo. Vacíos biográficos, huecos en la vida y en el alma.  Sucede  con  cursos  escolares. Sucede -y esto es muy típico- con el servicio militar. Y a mí me sucede, también, con la Universidad de Navarra.

Ya  he  dicho  que  mi  memoria  no es prodigiosa, pero de mis seis años en Navarra  no  recuerdo ninguna situación completa. Sólo haciendo un esfuerzo de  concentración  logro  traer a mi mente jirones de recuerdos, retazos de vivencias,  no  asociadas  con  ningún tipo de sentimiento, salvo quizá una vaga  tristeza  abstracta.  Imágenes  sueltas  flotando  en  el vacío, pero impersonales,  como si eso no me hubiera sucedido a mí sino a otra persona, o como si lo hubiera soñado, o me hubiera sucedido en una vida anterior. No tengo   ningún  criterio  para  discernir  si  realmente  son  recuerdos  o situaciones imaginadas. Sobre todo, repito, son fragmentos de recuerdos que no   vienen   asociados  con  ningún  tipo  de  sentimiento:  son  imágenes fragmentarias y abstractas. ¿Era eso el "Alma mater"?

(Continuará)

 

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Publicado el Friday, 11 May 2007



 
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