El libro de Elena Longo sobre La vida cotidiana en el Opus Dei, me parece de muy poco interés, aburrido, y excesivamente plano. Es un relato en el que nunca pasa nada, al menos el capítulo que se incluye para su lectura. Es totalmente aseptico, ni a favor, ni con ninguna crítica: es una exposición que podría ser la vida de los cartujos de Silos, horario, actos, etc. No creo que aporte nada a nadie.

Lo siento, pero es así.

Abelardo-Xaverissimus

Nota de Agustina.- Elena (Aquilina), mejor que yo podrá darte su opinión al respecto de lo que dices. Pero yo sí me permito escribirte esto por si sirve de aclaración. ¿Cuántos padres, cuántos de nosotros (al menos, las numerarias que lo fuimos), no nos hubiéramos sentido agradecidos por esa información "plana" que consiste en cuál va a ser simple y llanamente el modo de vida de una numeraria? Es un libro divulgativo, de información; no es un libro de opinión. Elena ya tiene en la web muchos escritos y su propio testimonio en los "Libros silenciados". Ese libro tendría que ser de libre distribución -y no tanta "Hoja Informativa" que no informa de nada más, permíteme mi opinión personal, que de tonterías-, en los centros de la obra, en las Oficinas del Apostolado de la Opinión Pública, en los colegios de Fomento, etc., etc., para que a quienes les plantean la "vocación" de numeraria les dijeran: "mira: esto es en  lo que va a consistir tu día a día". Y luego comparar si de verdad se sostiene eso de "vas a ser una cristiana corriente en medio del mundo", "la Obra no saca a nadie de su sitio", "los miembros del Opus Dei no hacen nada que les distinga de los otros cristianos, sus semejantes"...  A mí me parece importantísimo que se sepa -sin entrar en otras valoraciones- cuál es la vida cotidiana de una numeraria. Lo mismo que sería importantísimo que se supiera cuál es la vida cotidiana de un numerario, de un sacerdote numerario, de una numeraria auxiliar, de un agregado o agregada, de un supernumerario o supernumeraria, incluso de un cooperador no católico o de un agregado viudo, que creo que hubo uno. Con cariño, un saludo, Agustina.