¿ERA MONSEÑOR ROMERO UN ARZOBISPO POLITICO?

El Opus Dei ha caido en una nueva contradicción, si se confirma lo dicho por monseñor Fernando Sáez Lacalle, arzobispo de  San Salvador, quien aseguró que su antecesor, el mártir monseñor Óscar Arnulfo Romero, era un hombre político. El texto de la intervención de monseñor Sáez Lacalle aparece ahora en "Diario del Alto Aragón".

Es de recordar que el actual arzobispo de San Salvador ha escrito su vivencia de estas horas de su antecesor. Sin embargo, ahora no es de la misma opinión. El sacerdote del Opus Dei, Rodríguez Pedrezuela, ha reproducido las últimas horas de monseñor Óscar Arnulfo Romero en su libro "Un mar sin orillas", tiempo en que participó en una convivencia con sacerdotes de esta prelatura personal...

El último día de Óscar Romero

Rodríguez Pedrezuela, con palabras del entonces vicario delegado del Opus Dei en el Salvador y hoy arzobispo de San Salvador, monseñor Fernando Sáez Lacalle, dice:

"El día 24 de marzo de 1980 -recordaba Mons. Sáenz- tuvimos una de esas convivencias. Al principio habíamos previsto otra fecha, pero Mons. Romero me pidió que la cambiáramos porque no le venía bien y tenía mucho interés en asistir a aquel encuentro. Cambiamos de fecha y la fijamos para el día 24".

"Hacía las 10.30 de la mañana aquel día fui a recogerle a las oficinas del Arzobispado, que estaban situadas entonces en la actual sede del Seminario Menor. Le saludé y me dijo que acababa de recibir un documento sobre la formación de los seminaristas en el llamado Curso Propedeútico. Deseaba que aprovecháramos aquel encuentro sacerdotal para estudiar y comentar el documento".

"Fuimos en carro hasta la playa de San Diego, donde nos habían prestado una casa para la convivencia. Sin embargo, a pesar de las previsiones que se habían hecho, hubo una confusión, y cuando llegamos la casa estaba cerrada. Decidimos sentarnos sobre la hierba del pequeño jardín y comentamos aquel documento a la sombra de unas palmeras. A continuación extendimos un mantel sobre el suelo y disfrutamos de una agradable comida y de un rato de sobremesa. Al poco llegó el guardián de la casa, que se excusó por lo sucedido y nos trajo unas sillas".

"Durante aquella tertulia hablamos de cuestiones muy diversas. Entonces era frecuente que las guerrillas urbanas ocuparan los templos, y Mons. Romero nos dijo que estaba preocupado por la custodia de los vasos sagrados y los ornamentos litúrgicos de la catedral, que eran antiguos y de gran valor histórico, Le sugirió a un sacerdote que los custodiara en un lugar seguro mientras durara la situación de desorden".

"Y seguimos conversando sobre asuntos variados. Recuerdo que le propuso al párroco de San José de Guayabal que cultivara maíz y frijoles en el entorno de su parroquia, para que pudiera servir de aprovisionamiento al seminario. Luego hablamos del Padre Pro, de los cristeros mexicanos, etc. A las tres nos sugirió que acabáramos la reunión, porque debía regresar a la ciudad, donde tenía un compromiso. Y hacia las tres y media lo dejé en el Hospital de la Divina Providencia". Hasta ahí las palabras del ex alto cargo del Opus Dei.

Tres horas más tarde --dice Rodríguez Pedrezuela--, a las seis y cuarto, mientras celebraba la Santa Misa, Romero era asesinado. Le habían disparado desde el exterior del templo. Miles de personas velaron su cadáver en la Basílica del Sagrado Corazón y unas cincuenta mil acudieron a su funeral en la catedral. Mientras se celebraba, estalló una bomba en los alrededores, entre tiroteos y ráfagas de ametralladora, a causa de la cual murieron 27 personas y más de doscientas resultaron heridas. A partir de entonces, su figura sería cada vez más conocida en todo el mundo".

¿Por qué no desmiente el Opus?

Ahora, "Diario del Alto Aragón" dice: "Cuando llevaba un par de años al frente de la diócesis, se reunieron todos los obispos con él (monseñor Fernando Sáez Lacalle, arzobispo de San Salvador) y el nuncio, para abrir un proceso de canonización al Martir Óscar Romero, mártir precisamente por apoyar a los pobres. Por unanimidad todos los obispos votaron a favor de esta canonización, pero salió un voto en contra. Entonces el gran príncipe sucesor en su diócesis manifestó que el voto en contra era suyo, y su motivo, manifestó, era que todos los mártires y gente del pueblo que habían muerto era por su culpa, porque su misión tenía que haber sido ponerse de acuerdo con el poder constitutivo. El resto de los obispos se quedaron perplejos y escandalizados".

¿Por qué monseñor Lacalle dice en la reunión de obispos de El Salvador que el arzobispo mártir monseñor Óscar Arnulfo Romero había muerto por su culpa "porque su misión tenía que haber sido ponerse de acuerdo con el poder constitutivo"? Entonces, ¿por qué monseñor Sáez Lacalle le invitó a una convivencia de sacerdotes del Opus Dei? ¿Qué es, que convenía entonces,  "vendía" mejor decir que monseñor Romero era simpatizante del Opus Dei? La prelatura fundada por el Santo Marqués de Peralta , San Josemaría Escrivá de Balaguer y Albás, no ha desmentido ese texto de "Diario del Alto Aragón" y eso que tienen que haberse enterado, pues el santuario opusiano de Torreciudad está en esa zona.

Si no desmiente el Opus Dei es porque, como sucede habitualmente en el periodismo,  lo mejor es no desmentir, pues la noticia se agranda y se repite una y otra vez. Los hechos son muy graves. Yo sigo preguntando por qué si era un arzobispo que no se había puesto de acuerdo con el poder constitutivo, para qué le invitaban a convivencias opusianas. ¿Es que ahora monseñor Sáez Lacalle actúa de acuerdo con el poder constitutivo? Así no será mártir.

NACHO FERNÁNDEZ