Jose_Carlos :
Querida Claudia:
Un día más de leer la web, y al final de la correspondencia me encuentro la "bomba" de tu despedida. Quiero empezar diciendo que te entiendo, que comprendo tus "razones del corazón", las respeto y las admiro.
Contigo se va una voz amiga: no porque estuviésemos de acuerdo en todo, pues sé que discrepábamos en asuntos serios. Pero de tu pluma -- de tu teclado -- nunca han salido insultos, nunca increpaciones, nunca ironías ni sarcasmos.
Sé que alguna cosa mía te ha molestado: pero siempre te has sabido sobreponer, y con caridad, ecuanimidad, gentileza, y la firmeza de tus convicciones has querido rebatir, matizar, aclarar, por amor a la verdad y a las personas.
Nunca una palabra soez, nunca una reacción visceral: lo más que te he oído ha sido un "grrrr" contenido, gracioso, que te hacía humana.
No sólo escribes muy bien; no sólo lo haces con delicadeza, inteligencia y precisión; pero en tus escritos siempre se ha vislumbrado la gran persona que eres. Aportas una visión constructiva, optimista, que renace del dolor y del sufrimiento para ver la esperanza de un futuro mejor, y que ofrece el bálsamo de tu cariño y servicio a quien lo necesite.
Con tu marcha me siento un poco más solo. Sé que cuento con tu amistad y respeto, claramente manifestadas en múltiples intervenciones; pero no tendré el apoyo de saber que siempre, en el otro lado de la pantalla, hay una persona que me puede comprender, aunque no esté de acuerdo conmigo.
Cuando podía ser impopular defender a una voz discordante, tú lo hiciste por cuidar las formas, por tu enorme respeto a los demás, por enfocar el debate en las cuestiones y no en las personas. Nunca olvidaré tu respuesta generosa, y no me cabe duda de que tú has contribuído a subir hasta alturas insospechadas el tono de la web.
Con tu marcha dejas un gran ejemplo de cómo hacer las cosas bien. No te tienes que justificar, los que te hemos seguido lo sabemos de sobra. Contigo el Opus Dei perdió una persona de gran valía; me alegra muchísimo saber que la Iglesia te cuenta entre sus hijas.
A "ese hombre de tu vida", que siempre sepa muy bien la gran mujer que tiene a su lado; y a ti, que seas muy feliz, porque te lo mereces.
Gracias por todo, y adiós, Claudia.
José Carlos
Publicado el Sunday, 15 February 2004
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