En primer lugar quiero mostrar mi AGRADABLE sorpresa ante la existencia de esta Web. Sinceramente, considero que es un vivo reflejo de respetuosa libertad de expresión y de sana crítica ante uno de los fenómenos más oscuros que ha afectado y afecta a la vida social, política y económica (aunque algunos lo duden) y, lo que es peor, al sector de la educación y de la siempre delicada Juventud en nuestro País (o Paises ....). No soy de esas personas que se suscriben a la primera página web que encuentra ni adquiere compromisos (por altruistas que sean) con causas en las que no voy a dar lo que de mí se espera. Soy, más bien, de esas personas cuyo buzón sólo traga facturas y recibos. Lo normal.

No he podido evitarlo. Me he pasado un par de horas analizando esta web con toda la empatía posible. Empatía que, entiendo, merece el respeto con el que se expresa gente que lo ha pasado y pasa francamente mal.

Espero, poco a poco y en la medida que el dorado tiempo me lo permita, iros presentando artículos que narren la experiencia que he tenido durante los 8 años que estuve en la Obra. Pocos tal vez, pero intensos hasta el punto de dejar una huella o sello de represión en mi actitud que costó un tiempo borrar. Pero fue posible. Lo fue. Y, por ello, creo que, tal vez, pueda aportar un granito de arena a esta causa.

Sin duda, mis vivencias en la Obra tienen un punto de vista muy peculiar. El punto de vista de un menor - adolescente, obligado a ir a un Colegio del Opus, a un Club "Juvenil" del Opus y a soportar una disciplina que nada bueno me ha aportado y que, sin duda, no va a ser la que inculque a mis hijos (Pues a éstos, si los tengo, les inculcaré "valores", no disciplina. Serán "humanos", no "maquinitas").

Son tristes algunos de los relatos que he leido. Compruebo que existen vivencias mucho peores que la mía. Pero no puedo pasar por alto la oportunidad de explicar lo que viví allí. Sería estúpido. Sería lo fácil. Sería, sin duda, lo que más les conviene: EL SILENCIO.

Prometo en breve romper ese silencio como lo habéis hecho muchos de vosotros. Con absoluto respeto, sin dar nombres. Ahora bien, no pienso hacer tampoco ningún desprecio a la verdad. la verdad de lo que significa la Obra, la verdad sobre la huella que ha dejado en gente muy valiosa, la verdad sobre sus métodos, sus engañosas formas de captación, su inexistente transparencia ante la sociedad, su interesado compromiso con la juventud, etc...

De momento, me limito a agradecer la existencia de esta web y a animaros a todos a NO CALLAR. Todo se cura, todo tiene solución .... 

Boissot