Señores: estoy acojonado.

Y lo estoy por varias razones. Una de ellas es, sin lugar a dudas, por el contenido de algunas experiencias relatadas a través de estas páginas. Hay de todo, como en la viña del Señor, pero algunas son de Alta Tensión: Peligro de Muerte.

Y hablando de muerte..., bueno, luego lo cuento.

Hace pocos días que he aterrizado por aquí y, evidentemente, no me lo he leído todo, ni mucho menos. Pero por regla general (y esa es otra razón) aquí hay un nivelazo del copón: vaya con los de la opus o, mejor dicho, con los ex de la opus. Intuyo por lo que se dice que algunos tienen la sensación de haber tirado todos esos años por la borda, de haber malgastado todo ese tiempo, pero, joder, aquí hay un nivel que te cagas, colega; os lo dice uno que estuvo en el otro lado (es un decir), en las Escuelas Nacionales cantando el "cara al sol" cada mañana y recibiendo más palos que el burro del Cayetano.

Quiero decir con eso que, a pesar de los pesares, y de lo muy canutas que algunos lo hayan podido pasar ahí dentro (que no lo dudo), aquí hay un nivel Maribel impresionante, como diría el colega Satur, por cierto: un fenómeno, una pasada de tío, bestial: este hace magia de la buena, con las palabras, quiero decir.

Oye, Satur, que me has enganxao, tío. Que llevo una semana que no puedo parar de leerte. Eres acojonante, chaval: ahora mismo me mandas la lista de todos los libros y escritos que tienes publicados y no publicados, que los compro todos. De verdad: un abrazo, Satur, y muchas felicidades, y no dejes de escribir, porfa. Lo de Escrivá no sé, pero lo tuyo, fijo, te lo digo yo, eso si que es literatura sobrenatural.

Y hablando de cuestiones sobrenaturales. Os he dicho antes que os hablaría del tema de la muerte (otra de las razones de mi acojone),y es que, leyendo como un poseso a Satur, me encuentro con eso que dicen que expresaba el Santo Fundador: "Prefiero que me digan de un hijo mío que se ha muerto antes de que me digan que ha dejado la Obra". (SATUR "Querida Opus", cap. 5 -"Eso de la muerte"-). "Acojonante", dice Satur, ¡Acojónate, tronco!, diría yo, y más cuando caí en la cuenta que el pobre Retegui la palmó a los 55 y vete tu a saber si le "encomendaban"..., bueno, es un decir, porqué eso más que encomendar es hacerte vudú directamente.

Pero ahí no se acaban las "casualidades". Ayer, leyendo otra vez a Satur (es que no puedo parar), me detuve en ese fragamento de la carta de Don Álvaro (SATUR "Querida Opus", cap. 3 -"Eres la irreprochable"-) donde dice eso tan fuerte de la traición, en sintonía con lo que muchos denunciais de la opus: que si dejas la opus te caes derechito al infierno y te folla un pez para el resto de tus días; y en sintonía, también, con eso que dice Satur en "Retablo de curiosidades", cap. 9 -"El ADN del Opus Dei"- (¡genial!): "te veo dentro de unos años solo, alcoholizado, en una barra americana, contando una vida muy triste..."

Pues nada, que ayer, antes de acostarme, me leí, como acostumbro a hacer cada noche, el Evangelio del día, que ayer era el de San Lucas y que me dio de lleno en toda la cocorota (todavía me duele):

En aquel tiempo, cuando Jesús llegó cerca de Jerusalén y vio la ciudad, empezó a llorar y dijo: "¡Ojalá hubieras conocido hoy donde se halla tu felicidad! Pero ahora tus ojos no son capaces de verlo, y llegará un día en que tus enemigos abriran trincheras a tu alrededor, te rodearan, te asaltaran por todos los lados, os echarán al suelo, a ti y a tus hijos, y no te dejarán piedra sobre piedra, porqué no has conocido la oportunidad que Dios te ofrecía".

¡Toma del frasco, Carrasco! Más que acojonarte, esto te deja giñao de pataspabajo.

No sé, tío, será casualidad o coincidencia, pero desde luego no deja de ser inquietante.

Alguién me echa una mano.

Ogrini