A veces tengo la sensación de haberme perdido algo de un periodo de mi vida que solo me correspondía vivir a mí, que nadie lo viviera por mi, ni decidiera por mí.

No me muevo en ambientes cercanos a la obra, incluso hace más de una década que no sé nada de personas vinculadas al opus dei, exceptuando el típico sacerdote que te encuentras en los actos religiosos, que acudes por compromisos sociales. Cuando me encuentro con alguien conocido por la calle, (que sigue dentro), antes me molestaba que no me saludaran, porque cuando te vas, (aunque sea de las mejores formas) por caridad cristiana, ni te saludan. Ahora soy yo la que no deseo saludar a nadie.

En una correspondencia, el otro día, escribían “algo” relativo al deseo de que desapareciera el opus dei. A mí me da igual. Solo me gustaría que desaparecieran las guerras, la violencia,… vamos lo que piden las mises en la elección y además que desaparezcan las sectas y su clara estructura de clases.

Alguna vez he leído en las correspondencias, algo relativo a responsabilizarse de las propias acciones.

Sólo conocía el opus dei desde aquella primavera que fui a hacer un retiro espiritual, más tarde me enteré que todas las que allí habían eran nax [numerarias auxiliares], jovencitas que aún vivían con sus padres. Me gustó aquel ambiente, gente agradable, (todas casualmente eran hijas de supernumerarios). Me compré camino y empecé a hacer oración, a tener dirección espiritual con el cura agregado de la parroquia, a tener más contacto con las del centro. Aquel verano me fui a un colegio mayor, a la administración, a sacarme un dinerillo, ese trabajo se plantea tipo hotel, actualmente no se podría dar otro enfoque.

 Dentro de aquel verano estaba el viaje, al que fui. Conocía la “vocación de numerarias auxiliares desde hacía muy poco“ ¿Cuánto?, ¿un mes?. No pude, ni pensar, ni respirar, todo fue muy rápido.

 ¿Responsabilizarse de lo vivido y de las decisiones tomadas?, ¿cuál es la responsabilidad de un menor? ¿la responsabilidad de un menor que no dice nada a su familia porque aún es menor de edad? y según la directora de turno es mejor así. ¿Cual es la responsabilidad de un menor que pita en un viaje para ir a ver al Santo Padre,?   Claro que, durante el viaje está la pesada de turno hablándote de entrega, de pobreza y de no sé que rollo, de que si ella hizo lo mismo, de la generosidad … que luego no es verdad. Que en las paradas que hace el autobús durante el viaje a alguna parte de Europa hablas con la encargada de nax de la delegación y en las meditaciones solo se habla de San Juan y su entrega. Lo mejor  de todo es cuando pasas a  hablar con el cura que le comentas “el pastel” y te habla de responsabilidad, de entrega, ¿se podría llamar presión?, ¿se podría llamar acoso? ¿Qué nombre le damos? admito sugerencias, ¿Bendita coacción?

 Como dice la canción ¿dónde estabas entonces …..? Esa es la pregunta que yo me planteo ¿dónde estuve entonces que no estuve a mi lado? A veces sigues sin estarlo aunque te hayas ido, hasta que logras encontrar tu sitio. Un firme propósito que me suelo hacer es cuidar de mi misma.

Caminante no hay camino, se hace camino al andar. Ese es el camino ahora, los pasos que vamos dando, no la palabrería o charlatanería, de mentiras completas.

¿Rencor? No, sólo una profunda tristeza por el daño que hice a mi familia y especialmente a mi madre, a la que echo mucho de menos y con la que me gustaría hablar y decirle que siento que ella también lo pasara mal, después de tanta mentira. Porque eran verdades a medias o no decir la verdad, porque como dicen por esos mundos eso no es mentir. ¿Responsabilizarme? De todo lo que sucedió.  Dicen por ahí que las madres lo perdonan todo y como bien hemos visto no hace mucho, todo lo luchan.

P.D.  Drake  tenía pendiente escribir, aunque solo fuera para agradecerte tu correo.

                                                                                                   Un afectuoso saludo.

                                                                                                             SOLANO