Queridos orejas y queridos todos:

Después de un tiempo prudencial que he pasado sin asomarme por vuestra grata compañía y vuestros escritos, retomo la página con ilusión al ver lo bien que funciona todo y que esto va cada día mejor. Mis felicitaciones a los orejas por su esfuerzo.

Durante este tiempo me he dedicado a mis cosas y ahora que ando un poco mas sobrao decido dejarme caer por aquí, motivado también por un asunto familiar que por desgracia afecta a la Movida.

Mi hermana, supernumeraria, ha decidido dejar la movida de una vez por todas (entonemos un aleluya, hermanos), y de pronto me vi asaltado por todo lo que yo pase cuando hice lo mismo (y que escribi aquí allá por el 2004)

Pero resulta que tampoco le va a ser fácil, pues encima mis padres son de la Movida, y claro, era la última de la familia que quedaba, y les cuesta aceptarlo.

Al momento de dejar caer la noticia, saltaron todas las alarmas. Claro, lo más fácil, es pensar: débil, no ha podido.

Igual es que tiene problemas de pureza con su novio. (flipalo con un amén, hermano, como si no pudieras hacer guarrerídas siendo de la Gestapo).

Claro, dijeron,  el problema es que no quieres ser santa. (eso es el denominado principio de exclusividad de la Movida: sólo nosotros podemos ser santos, los demás son unos pobres pardillos que no saben de la misa la media. Y yo me pregunto: ¿nadie se da cuenta de que con tamaños argumentos dejas al mismo Cristo a la altura del betún de Judea, y de capadocia y de donde quieras? Quien demonios eres tú para decir quien va al cielo y quien no, espabilado, quien?)

Luego resulta que, sin salir tan fácilmente del argumento anterior, te dicen que estas dando la espalda a Dios. Que digo yo que debe estar un poquito harto Dios de que todos los que nos hemos ido le hallamos presentado nuestra espalda, y donde esta pierde su casto nombre, sólo porque a los iluminados de la Movida les parezca bien. ( Joder, a ver, que viene otro de la movida a presentarnos su espalda y su culete, hala, chaval, que ya te puedes ir... El día menos pensado me presento en Villa Tevere y le digo al Pater que cambie eso, que estoy harto de ver espaldas de gente que lo deja...(pensara Dios)).

Que de recuerdos me traen esos argumentos, por un lado siempre iguales para todo el que toma la grata decisión de dejar ese camino, y por otro distintos por el cómo enfocarlos según sea la persona.

Supongo que después seguirán con los insultos hacia ella, presiones a familiares y conocidos, infamias, calumnias, difamaciones y demás "santas argucias y santa desvergüenza" que tan bien manejan. Y todo en beneficio de la Movida, que sólo utilizan a Dios cuando les atacas, y cuando te vas para acojonarte con los fuegos perpetuos.

Y son tantas y tantas cosas en las que uno se ve defraudado por un sistema pensado sólo para coaccionar y coartar la libertad de la persona, para vulnerar y destrozar su conciencia, con esas confidencias que conoce todo el mundo, ese secreto de confesión violado, y no solo violado, sino publicado y recitado por esquinas y salitas, esa intimidad violentada, ese haz esto y obedece, que es de dios y es bueno....y esa manipulación de las personas, esa mirilla por la que te hacen ver el mundo, esa opinión única sobre todo lo circundante, ese desapego familiar arbitrario (los hay que cenan con sus padres en nochebuena, y otros que no les ven en 10 meses) esa falsa adulación, esa obsesión por la riqueza (regalo del que lo fundó).....

podría seguir mucho tiempo, pero de todo eso hemos hablado ya, y seguiremos.

Gracias a todos por dar vuestro apoyo a la gente que lo necesita, tal y como un día lo necesite yo.

Yo mientras, intentaré resolver mi papeleta familiar con mayor o menor éxito. (digamos gracias, hermanos, que se os oiga.)

Pero una cosa tengo clara, y creo que bastantes de los que estamos aquí también.

La torre esta empezando a tambalearse (gracias a todos vosotros), aunque sea un tambaleo mínimo.

Cuando empiece a moverse un poquito más quiero estar cerca, como los antiguos, blandiendo mi olifante y entonando el cántico de guerra, dispuesto a no dejar piedra sobre piedra.

Mientras llegue ese momento, seguiremos alertas.

Un saludo.

Vader.