Yo creo que la mortificación corporal a la que se invita a los numerarios y agregados, desde no sé a qué edad, no es un punto para descalificar a la O.D., desde un punto de vista cristiano.

Si se realiza en una edad muy temprana sí que sería un tema grave a denunciar, pero si la edad es la prudente, no creo que sea un tema a denunciar.

Lo digo desde un punto de vista cristiano. No desde un punto de vista de divulgación, - para el grán público - para el cual cualquier tema que vaya en contra del placer, es aberrante.

No veo como se puede atacar el dolor procurado expresamente, para alcanzar un objetivo ascético.

Para alcanzar un objetivo estético, la gente se opera la cara o lo que sea, procurándose expresamente un dolor post-operatorio que no es nada placentero. Y con todo la futura belleza lo hace.

Para jugar en el deporte de alta competición que sea, hay que procurarse unas tandas de entrenamientos que "pa qué" te digo. Cuando yo hacía atletismo del tipo "gladiator" los entrenamientos eran de 4 horas diarias. Y podía perder 5 kilos en cada tanda. ( Los recuperaba enseguida). Pero los de ahora hacen entreno mañana y tarde. Eso ya es lo último. Y lo hacen aunque las pasan "canutas" casi siempre. Gimnasia durísima, pesas, aparatos de todo tipo para muscular etc. etc. Y lo hacen y nadie les critica, aunque no da, en el preciso momento, ningún placer.

Por esto no se entiende demasiado la crítica a la mortificación corporal.

Bueno, hasta luego.

Josentonio