Nunca he pertenecido a la Obra, aunque me faltó muy poco, y he podido conocerla muy de cerca, incluso a su fundador, ya que todo mi entorno desde que nací hasta que me hice adulta no fue otro que el Opus Dei.

Todo lo que oía era siempre desde el lado "oficial", por eso siempre me he mostrado muy interesada en poder contrastar opiniones para formarme la mia propia, sobre todo desde que un día, hace ya unos cuantos años, vi un programa de la televisión, un debate de "La Clave" presentado por José Luis Balbín, sobre el Opus Dei y la figura de su fundador, en el que intervenían unas ocho personas, entre las que se encontraban algún periodista de investigación que habían dedicado años a este tema, como Luis Carandell, algún ex numerario de relieve, como Miguel Fisac, y -oh, sorpresa- dos sacerdotes elegantísimos, muy bien aleccionados, con muchas dotes para la oratoria, que iban a defender su causa con muchísimas ganas.

Era la primera vez que era espectadora de un ten con ten entre versiones "oficiales" y "no oficiales", y me chocó mucho que el Ous Dei se prestara a eso. Lástima que no tenía vídeo para haberlo grabado y, aunque presté muchísima atención he olvidado gran parte de aquel interesantísimo debate en el que, ante pruebas irrefutables que avalaban determinadas informaciones, los pobres curas se iban viendo cada vez más acorralados, sus sonrisas "profiden" iban siendo sustituidas por expresiones de cabreo y lo único que atinaban a decir insistentemente era "Eso es mentira, eso es falso, eso es una falacia..."

Una de las cosas que recuerdo se dijeron, por ejemplo, es que el fundador se llamaba en realidad José María Escriba (con b y sin acento) Albás. El cambió la "B" por una "V", lo acentuó y le añadió el de Balaguer, pero en el archivo parroquial de Barbastro están los nombres de su padre y su abuelo con el apellido original para todo el que lo quiera ver. Igualmente documentado está su marquesado, por el que tuvo que luchar y pagar, ya que no le pertenecía. También hay testimonios de personas oriundas del pueblo aragonés y documentos gráficos de la casa donde nació antes de que él -ya con su nuevo y rimbombante apellido- la hiciera tirar para construir una mucho más importante y aristocrática, con una placa en la que reza que ahí nació el Marqués de Peralta.

Ante tantas cosas como estas, era muy difícil para aquellos sacerdotes tan carismáticos, convencer a nadie de la santa humildad de J.M Escrivá, y aunque eran muy dignos representantes se fueron, después de 2 ó 3 horas, como auténticos perdedores en aquel ring, cosa a la que seguramente no estaban nada acostumbrados.

Creo que aquel programa fue muy revelador, y me encantaría que se pudiera recuperar de alguna manera para que las personas a quien pudiera interesar lo pudieran ver o conseguir a través de esta Web.

Muchas gracias de antemano

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