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 Tus escritos: Despedida. (Último cap. de 'Retablo de curiosidades').- Satur

140. Sobre esta web
satur :

DESPEDIDA 

Cap.19 de 'Retablo de curiosidades'

FIN DE LA SERIE. Enviado por Satur, 1-agosto-2005

 

Vienen días de mudanza en casa Satur y eso significa que es un buen momento para volver a empezar. Sí, amigas y amigos de Orejas, curiosos, cotillas, espías de aopés, numeratas ocultos… ¡¡¡queridos todos!!!: ¡¡¡poseo una hipoteca!!!. ¡¡¡Sííí, muchachos!!!: Satur, por fin, vivirá en un acosado, con enanito en el jardín de entrada.

 

Y es también un buen momento para dejar de escribir en esta maravillosa página. La memoria de la opus la tengo en fronteras donde ya sólo me quedan biografías que se ponen el despertador para darle los buenos días a su cadáver, o gente que el tiempo les ha dado una sonrisa como una soriasis que no deja escamas. Los recuerdos de gente que conocí, hace mucho tiempo, que es como hacerle una autopsia al pijama de mi alma. Y tampoco es plan de eso. Hay que tener corazón. No es bueno cebarse. Ni siquiera con uno mismo...



 

Las cosas mediocres y más teñidas de miseria humana y de ridículo que uno ha podido hacer en su vida –y lo que te rondaré morena– (por ejemplo todas las tonterías que uno haya podido hacer llevado de la pasión, de la obsesión, de la vanidad, del placer o de la estulticia; todas esos besos, caricias y suficiencias pueriles, gamberradas de dos amantes vulgares) pueden parecer bellas a los que las viven, pero sólo en la medida y durante el tiempo en que las viven. Sin embargo, dejan indiferentes a los extraños, o las juzgan estúpidas, y también a los propios amantes cuando, pasado el entusiasmo, se ponen a considerar y juzgar el pasado.

 

Es una belleza un poco triste, que se puede vivir, pero no contemplar. El tiempo la agosta y la vuelve algo sin sentido, pelín sórdida y que mejor callar: muchos tenemos cuentas pendientes y asuntos de los que mejor no hablar. Aunque estén perdonados.

 

Hay una verdadera belleza que es la que puede ser contemplada y vivida a la vez: por ejemplo, un recuerdo que, no estando ya ligado a nosotros por el interés, el orgullo, el placer, sigue vertiendo en nuestro corazón la misma intensidad y que siempre que lo miramos –incluso en la distancia de años-, lo sentimos presente, vivo, en lo más profundo de nuestro ser. Es, quizás, la imagen de Dios en la tierra.

 

Y esta memoria es mejor retenerla dentro, con sus paisajes, sus nombres y apellidos. Es muy difícil comunicarla. Como decía la letra de una canción que alguien de la opus compuso y que ya está olvidada porque el hombre se fue: nadie saca el fuego a la ventana para que se lo beba el aire.

 

Es hora de que otros escriban. Otros que andan allí, detrás de la pantalla, y que tienen mucho que decir -¡cuántas y cuántos¡.

 

Hay quien me llama “falso Satur”. ¿Qué importará si me llamo Satur, Próstratos, Suso o Cojoncio?. ¿Cambia algo el nombre, el nick, el seudónimo sobre el contenido de lo escrito?. Y, en caso de haber molestado a alguien –a ese “verdadero” Satur-, pues lo siento. Sé quién es: buen chico. Lo de ponerme Satur no es nada personal, lo juro.

 

Desde luego al que me ha llamado “falso Satur” no le pienso invitar a mi cumple nunca. Y eso que hay Fanta naranja y chuches por un tubo. Pero no, colegui: que no se sabe si matas o espantas. No hay más que ver el careto que gastas en la foto que te has colocado en la página güels –que hay que tener cojones para ponerte la fotico-: si un día te raptan y envían tu dedo cortado al centro estoy seguro que el director diría “necesitamos más pruebas”. Con eso lo digo todo. Y si un día te ordenan sacerdote y te envían a ayudar a un suicida que está a punto de tirarse de un décimo piso, se te ve capaz de decirle “preparadooooo, listoooooooo… ¡¡¡yaaaaaaa!!!.

 

Es posible –seguro– que haya gente que mis escritos les disguste. No pasa nada, no problemo. Pido perdón y ya está. Que tampoco es para tanto… la opus seguirá y nosotros palmaremos, algunos probablemente con una estampica del beato de turno –como la mía sea la del tío ése del “falso Satur”, me la corto. Siempre habrá una enfermera de la opus, o un médico, o un antiguo residente de centro con la caña preparada, o una suegra, o una cacatúa que pasaba por allí, o un capellán del hospital que es agregado de la ese ese cruz, o un visitador médico, o la dietista proselitista… siempre habrá alguien acechando, encomendando en silencio. Y en los estertores últimos de la agonía, cuando te arrebujas en posición fetal buscando la infancia perdida, introduces la mano debajo de la almohada y, ¡pimba!, ¿qué es esto?: ¡¡¡una estampica del beato Mata!!! Allí, con su careto, su mirada de tío que te dice que ya es hora, que vienen tus hermanos con los velones y la sábana…Y uno gritará levantando los puños entre una telaraña de catéteres: ¡¡¡VENCISTE, GALILEOOOOOO!!!

 

Felices vacaciones a todos… Nosotros también marchamos: La Piedra –Manuela  para los amigos– y yo, “el falso Satur”.

 

Nota de la web. Querido Satur: no nos vamos a despedir porque tú, como yo y como muchos otros amigos de la web, no somos fáciles de despedirnos... y cumplirlo. Yo me tomo tu despedida como un cansancio lógico de escribir todas las semanas desde hace más de 2 años, pero no dudo de que cuando te lo pida el cuerpo, vas a intervenir. Y como me lo tomo así o quiero tomármelo así, no me pongo sentimental, que soy muy dada a ello. Además, copio textual (y públicamente) lo que me dices en el preámbulo a este escrito: "Si me necesitas, sílbame..." Tengo ya varios silbos (lo de pitos queda feo) para ensayar, así que puedo hacerte chantaje emocional cualquier día, después de que hayas terminado la mudanza, eso sí. Y ahora voy a contar una confidencia. Bueno, dos confidencias. La primera es que cuando nos íbamos a conocer 'en vivo' por primera vez, yo le pregunté por teléfono: "¿Y cómo te reconoceré?" Y tú me dijiste: "no tienes pérdida; cuando veas a un tío clavadito a Omar Shariff, ese soy yo". Y fui al VIPS donde habíamos quedado y efectivamente, no tuve pérdida: el tío más guapo de los presentes eras él. La cuenta la pagué yo :-)), pero eso no desmerece su planta ni su porte. Y la otra anécdota es una confidencia, algo personal, pero estamos entre amigos. Y es la siguiente. Pasaba yo por una especie de crisis personal: cansancio, algún que otro palo, impotencia por no poder solucionar tantas tragedias o situaciones difíciles que llegan a la web y que no son publicables (¡ay!, Santiago Mata, si tú supieras lo que hay detrás de opuslibros) y digamos que un estado especial de susceptibilidad que nos abduce durante una temporada a las mujeres cuando rondamos los 50 años (aunque no los representemos ;-)). Se lo comenté por encima a un amigo que intuyó que una no estaba para muchos trotes y para sorpresa mía, me llama al día siguiente Satur y me dice: "casualmente hoy he tenido que venir a Madrid y si quieres, nos tomamos una copa..." No sé si este amigo se chivó, el caso es que Satur estaba ahí, a la puerta de mi trabajo para recogerme. Buscamos una cafetería (por cierto, de mala muerte, que era tan incómoda que Satur se tuvo que sentar al lado de la máquina frigorífica) y a las dos palabras que dijimos de temas banales, yo ya estaba llorando como una magdalena. Perdonad el símil pero 'hice la charla' con Satur. Qué símil tan malo. Rebobino: estaba delante de un amigo que me escuchaba, se ponía en mi lugar y, por supuesto, de paso me gastaba cantidad de bromas por lo que yo lloraba y reia al mismo tiempo. Entré en esa cafetería rondándome en la cabeza que no podía con la web y salí con la certeza de que no sólo podía con la web, sino que había que poner en marcha más cosas para proporcionar más ayuda y sobre todo, que con amigos así, volver a sentirme en cierta manera sola, sería un pecado. Ah! y encima, ese día él pagó las copas :-)) Y bueno, este es mi pequeño homenaje de agradecimiento a Satur y quería compartirlo con todos. Satur, Omar Shariff, tío bueno... no hay despedida. Y para que veas que me acordé de ti y de Manuela en mis vacaciones, pongo foto. Besos, Agustina.)

 

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Publicado el Monday, 01 August 2005



 
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