Opuslibros - Mi testimonio personal y la eficacia de Orejas.- Tartarin

Tartarin :

Hola a tod@s:

No se si me atreva alguna vez a contar toda mi historia prelaturesca en Opuslibros, pero creo que merecen que les revele algunos detalles de mi salida de la Obra. Creo que de aquí en adelante no serán muy extraños los casos como el mío, pienso que ustedes me han economizado muchos años en el proceso de salida del Opus Dei.

Este correo va como testimonio de algunas cosas que viví dentro de la Obra y por lo tanto no esta muy ordenado, mil disculpas si están dispuestos a leerlo.

Una primera anécdota personal al respecto es que alguna vez entre 'por casualidad' a este sitio cuando se llamaba opusdeilibros, pero me pareció en ese momento que el enfoque con el que trataba los temas de la prelatura no era justo con la Institución, vamos -como decís en Hispania- que yo era un tipo de esos que tenia el orgullo de haber perseverado N años en la Obra sin pensar ni por casualidad en que algún día pudiera estar por fuera...

Reconozco que parte de esto se debía a mi inmadurez personal, pero al fin y al cabo mala voluntad no tenia porque simultáneamente me toco sufrir desde el primer momento de mi decisión de entrar en la Obra. Casi siempre tuve encontronazos más o menos fuertes con el dire de turno por no estar a la altura de las circunstancias, según ellos, en el tema apostólico. Además, me tocaron dires de temple intransigente y poco comprensivo (de los cuales alguno es ex desde hace mas de 5 años) y puedo decir que desde el comienzo mi experiencia de la Obra no fue demasiado agradable.

Por otro lado siempre he gozado de prestigio profesional y tengo un carácter alegre dentro de mis posibilidades, por lo que tampoco era buen candidato para ser deshechado de manera tajante. Además, en ciertos periodos goce de directores comprensivos y de buen carácter (aunque muy poco) y esto de algún modo alargo mi estancia dentro de la Obra. Otro detalle es que siempre tuve acceso directo a los directores regionales y recibí el aliento de ellos en mis dificultades -supuestas o reales, no lo sé- apostólicas y de gobierno. Lo del gobierno es que ocupe durante 4 años y medio cargos de gobierno (aunque no pase de ser subdirector de algún cl) y casi siempre me tocaron directores mandones y con poco respeto al gobierno colegial. En fin que como a muchos de ustedes, siempre pensé que estos problemas se arreglarían un buen día cuando los directores centrales tomaran nota del asunto, pero lo del apostolado siempre lo vi más difícil.

Bueno me estoy saliendo del tema, la cuestión es que durante mi primer paso por la Obra noté algunas incongruencias dentro de la Institución, pero me era difícil expresarlas por no tener el armamento conceptual para enfrentar el problema. Al mismo tiempo, me veía obligado como muchos de ustedes a presentar una fachada alegre frente a los extraños a la Obra, y en primer lugar a mis familiares, bajo amenaza de ser traidor (los que estuvieron dentro entienden). Una anécdota es que el que me recibía la charla durante el centro de estudios me tenia tan amargado, que a veces tenia que realizar esfuerzos para no llorar cuando mi mamá me llamaba por teléfono para saber como iban mis asuntos. Curiosamente, al salir del centro de estudios me toco sufrir a este director ocho meses más (nos cambiaron de ctr casi simultáneamente), para después enterarme que había dejado la Obra, mas o menos seis meses después de dejar la dirección del ctr en que vivía.

Otro detalle significativo es que mas o menos un año después de lo anterior dejo el ctr en el que vivía el director que era el sucesor de este anterior, siendo director del centro (cosas curiosas). En fin durante muchos años me tocó ver a verdaderas glorias de la Obra en mi país dejarlo y esto lo va marcando a uno. A veces no se puede tapar el sol con las manos y casi todas las veces me enteraba de estas 'bajas' por casualidad, aunque al final ya las suponía porque en mi país no es que vayan quedando muchos numerarios y uno va teniendo mas tiempo en la institución (de manera que terminas conociendo a todos) y cuando uno se va, esto se nota cada vez con mayor facilidad. A veces me he enterado incluso de algunas bajas de personas que llegaron a ser directores regionales muchos años antes de que yo conociera la Obra y que la habían dejado varios años antes de que yo la conociera. Otro detalle 'curioso' es que el primer numerario que me trató lo dejo antes de que yo pitara (yo hice el Phd en la labor de San Rafael, más o menos tres años antes de pitar), aunque me entere de esto varios meses después de pitar.

Esta es una de las cosas sorprendentes que uno descubre después de algunos años, en este momento hay más ex-miembros del OD que miembros. Aunque la versión que se manejaba en mi país era de que este era un fenómeno casi exclusivo del país y que en otros lugares la gente era más entregada, más fiel y por lo tanto los niveles de no perseverancia eran muy bajos.

Según lo que conté anteriormente se entenderá bien por qué también yo pienso que al ingresar al OD, tal como existe hoy en día, uno tiene los días contados (E.B.E.) aunque por lo menos en mi caso no lo sepa sino hasta poco tiempo antes de firmar la famosa carta de dispensa de compromisos. Durante los años fui encajando incongruencia, tras incongruencia, con la esperanza de que algún día las cosas en el OD cambiaran. Incluso llegue a pensar en usar como ultimo recurso la famosa carta cerrada al Prelado, pero nunca tuve el coraje de hacerlo. Lo curioso es que esto fue de lo primero que me pegó de Opuslibros, lo que me confirmo al principio la veracidad del sitio: ver que otros ya lo habían intentado con resultados fallidos.

Más o menos hace ocho meses re-descubrí Opuslibros, pero esta vez si estaba preparado. Tanto que a los dos días ya me había decidido por primera vez en mi vida a dejar la Obra y durante cuatro días no pude dormir mas de tres horas seguidas, pero tuve la suerte de contar por dentro con una persona que me quería -quería mas mi felicidad que mi santidad, este numerario fue el que me descubrió a Ruiz Retegui, por ahí tengo la referencia de un articulo de él en Scripta Theologica que les puede interesar- y al hablar con esta persona logré tranquilizar mi conciencia. Aunque el crédito lo debéis compartir con ODAN, el testimonio del numerario americano lo leí por primera vez en ese sitio y la similitud de su testimonio con mi historia dentro de la Obra me dejo sorprendido. Con ayuda de ese testimonio me hice consciente del engaño que supone no conocer los derechos que uno tiene para salirse de la Obra sin que esto fuera un pecado y de lo incongruentes que llegan a ser las personas de la Obra. De todas formas, confirmar mi decisión demoró algunos meses mas, pero sin ayuda de los textos publicados en Orejas creo que me hubiera sido mucho mas difícil tomar una decisión. Que puedo decir, casi todos los textos vinieron en mi ayuda, tanto los testimoniales, como los más teológicos y filosóficos y los que mezclan de ambas cosas -para esto Satur es realmente genial-. En fin que resulta mucho mas fácil discernir -pienso que esta es la palabra acertada- las incongruencias de la Obra viendo tanto testimonio y tanto texto bien escrito que fundamenta bien lo que uno ya había podido entrever a lo largo de su paso por la prelatura. Al mismo tiempo debo afirmar que, aunque sea la excepción dentro de la Obra, puedes encontrar gente con la apertura necesaria para entender que la mejor salida, cara a Dios, para tu vida es salirte de la Obra. De todas formas esta persona no era la que me recibía la charla, ni el director, ni nadie de mi centro -las últimas cuatro semanas ni siquiera me recibieron la charla fraterna, ni yo la necesitaba-.

Lo curioso es que lo mas chocante que uno descubre al entrar al sitio, el lema ¡Gracias a Dios, nos fuimos!, fue la inspiración para mi oración personal para mis últimos días dentro de la Obra y para mis primeros días por fuera; estos días los dedique a la acción de gracias a Dios por haberme hecho ver claramente que lo mío era salir de eso lo mas pronto posible. Felicitaciones por el sitio, aunque sitios como este no deberían existir, lo mas correcto es decir que sitios como los que dieron origen a este sitio no deberían existir. Al fin y al cabo Orejas es tan solo una causa segunda -de esas que existen para deshacer enredos- de otra causa primera que todos conocemos y que algunos llegaran a conocer (espero que como una anomalía histórica).

Saludos,

Tartarin

Publicado el Sunday, 03 July 2005