Después de haber seguido la respuesta de Idiota a Heli, y leer a Heli, a continuación, es decir, he seguido un orden inverso, me he detenido unos segundos, y escribo a bocajarro.

 

No se me ocurre otra cosa que pensar en los últimos pasajes del libro de Job, cuando aparece Yahvé y les pega una repasada del quince a los plañideros que acompañaban a Job en sus lamentaciones.

 

Job se queja, cree que Dios le ha cerrado una salida. Pourquoi ce don de la vie à l´homme dont la route se dérobe? Me gusta más en francés este versículo, pues dice: ¿por qué este don de la vida para un hombre cuyo camino se ha borrado? Job 3,23.  O sea ¿qué sentido tiene vivir sin un camino?

 

Bueno, pues Job de paciencia nada, se quejó ¡¡¡un montón!!! Y tenía unos amigos que le decían esto y lo otro; qué es Dios, cómo es Dios, qué quiere Dios, hasta que Dios aparece en el capítulo 38 y les salta: ¿QUIÉN ES ESE QUE DENIGRA MIS DESIGNIOS CON PALABRAS SIN SENTIDO?

 

Bueno pues con esto lanzo la pregunta al ciberespacio. ¿Cómo es posible que una persona pueda tener sentimiento de traicionar a Dios si quiere dejar la Obra? ¿Qué concepto tiene de El? ¿Es necesario pedir perdón a Dios por dejar la Obra o por alejarse de Dios?

 

Creo que aquellas personas que posean este sentimiento de culpabilidad y de traición,  la formación espiritual recibida es muy pobre (o vivencia del gusto por participar en las cosas de Dios) y, por otro lado, que hay mucho calvinismo en el tema.

 

Pues si vocación es una llamada, según la constitución dogmática "Lumen Gentium" todos estamos llamados a vivir la santidad, o sea a ser santos. Todos.

 

Dios es un misterio. Sus planes nada tienen que ver con los nuestros.

 

A ver, si nosotros nos ponemos a juzgar ¿qué haríamos con Jacob? Ese sí que tuvo un morro que se lo pisaba: engañó a su padre ciego poniéndose una piel de cordero, robó a su hermano la bendición, etc.. Y , sin embargo, la Iglesia cuando reza dice: el Dios de Jacob, de Abraham.

 

Dios no juega a los dados ni se deja atrapar en definiciones "humanas".

 

En cuanto al desequilibrio emocional y vital que pueda producirse a la salida del Opus Dei después de haber convivido tantísimos años, es lógico. Sin embargo, hay un ejemplo muy sencillo, Heli. Para aparcar un coche es necesario maniobrarlo, así pues, algunas veces, estamos obligados a dar marcha atrás, salir, entrar, girar el volante. Toda nuestra existencia no es otra cosa que buscar nuestro lugar en el mundo. Hay momentos de duda, de convicciones férreas, de laxitud, pero donde hay tensión, hay vida.

 

Por lo tanto, te aconsejo que os busquéis una persona de gran equilibrio emocional y de profundidad espiritual para encontrar un apoyo en estos momentos difíciles.

 

Y, cierro con JOB, cuando responde a Dios: "TE CONOCIA SOLO DE OIDAS, AHORA TE HAN VISTO MIS OJOS".

Job 42, 5

 

¡¡¡Mucho ánimo en el nuevo camino!!!!

 

Curiosa filósofa