El testimonio de Raquel, ex numeraria auxiliar, publicado hace pocas horas en el Canal de Ágora Coloquios, ha sido realmente conmovedor, y deseo expresar mi sincera admiración por su valentía.

Tuve el privilegio de conocer a las numerarias auxiliares en el año 1973 durante mi primera convivencia. En aquel entonces, las primeras numerarias auxiliares de Guatemala tenían una escolaridad limitada, especialmente aquellas provenientes del área rural, donde la calidad de la educación era inferior. Esta situación dificultaba que las numerarias auxiliares mayores tuvieran la capacidad de expresarse adecuadamente, ya sea por escrito o verbalmente. Por lo tanto, me llena de alegría saber que Raquel ha logrado plasmar tan vívidamente su realidad.

Dentro del Opus Dei, son pocas las personas que son testigos del día a día de una numeraria auxiliar. Puedo afirmar que tanto los supernumerarios y agregados de ambas secciones, los numerarios e incluso las numerarias que no han trabajado en una administración ordinaria, desconocen esta realidad. Sin embargo, los sacerdotes numerarios asignados a estos centros sí tienen un conocimiento más claro de todo lo que sucede, ya que actúan como confesores, algunos de ellos reclutan alumnas y dan las meditaciones o clases en la escuela de hotelería.

Trabajé como numeraria administradora en esa misma escuela, y quiero enfatizar que es la estructura del Opus Dei la que propicia esta serie de injusticias que Raquel experimentó con el accidente laboral, que menciona en la primera parte de su testimonio. Tanto las numerarias como las numerarias auxiliares y las alumnas nos encontrábamos sobrecargadas de trabajo y responsabilidades, agotadas tanto mental como físicamente, sin posibilidad de descanso.

"La Administración perfecta ni se ve ni se oye", escribió el fundador, y este mantra se repetía constantemente para cualquier situación ordinaria o extraordinaria. Tampoco había oportunidad de abandonar el trabajo por cansancio o enfermedad.

Agradezco este espacio sanador y animo a otras ex numerarias auxiliares a compartir sus testimonios.

Alicia