Buenas noches, soy un supernumerario español que llevo más de 30 años en la Obra. Escucho a veces los Coloquios en Libertad y sufro mucho al ver el sufrimiento de tantas personas que han dejado la Obra o que la quieren dejar, sobre todo cuando los que seguimos dentro faltamos gravemente a la caridad al desentendernos de esas personas cuando deciden seguir un nuevo camino fuera de la Obra.

En uno de los Coloquios en Libertad que he escuchado hace poco (moderado por Gianfranco) se repite la misma tónica que he escuchado en otros: numerarios/as, numerarias auxiliares, agregados/as, que dejan la Obra ¿y de los supernumerarios que dejan la Obra no habláis? ¿Es que no es igual de doloroso y de difícil? Porque para un numerario/a es un salto al vacío (no debería ser ¡qué injusticia!), pero para un supernumerario, con su mujer supernumeraria, sus hij@s numerari@s ¿creéis que es más fácil? En absoluto. Conozco corazones destrozados, matrimonios rotos, hijos que han dejado de hablarle a su padre o a su madre. Es muy duro.

Un numerario vive rodeado de numerarios, en familia, en su centro. Cuando un supernumerario vive rodeado de supernumerarios o de numerarios en su familia de sangre ¡es durísimo siquiera el planteamiento de pensar en "marcharse"! ¿Y adónde te marchas? Porque un numerario se va de su centro, pero un supernumerario/a no puede dejar su casa, su matrimonio, sus hij@s. Espero que se entienda.

Qué bueno sería que se incorporaran a los Coloquios en Libertad los grandes olvidados: l@s supernumerari@s que se fueron, o que se quieren ir, pero no pueden romper con -sencillamente-, su propia vida.

Saludos cordiales,

VíctorP.