Hola a todos.

Recuerdo la primera vez que me topé con esta página, me asusté mucho y recé. Sin embargo, hace aproximadamente un año empecé a seguirla. Cuando tomé la decisión de irme, me sentía muy culpable y triste. Leer los testimonios me ayudó a entender que muchos de nosotros hemos pasado por procesos similares, y que detrás de una defección hay muchos motivos aparte de "falta de sinceridad o impureza".

Pienso que compartirlos ha sido útil para que la Obra trate de manera distinta a los que se van, aunque no lo reconozca públicamente. Fui supernumeraria por 7 años y numeraria por 28. Pedí la admisión durante el segundo año de universidad, pero eso será para otro día. Lo que quería contar era que ahora ya no se pide dispensa de la vida en familia porque las circunstancias de los numerarios son diversas (¿?).

La salida de parte del prelado me la dieron en mes y medio después de haberla solicitado, y cuando hablé con las directoras me dieron las gracias por el tiempo que estuve. Asumo que los testimonios compartidos han favorecido estos cambios en el trato con quienes salen. Ahora me siento con paz y alegría.

Como todo está muy reciente, siento la necesidad de "reposar" todas las cosas que sentí, y que en algún momento compartiré. Agradezco a Agustina y a todos los que han compartido sus experiencias en este blog, les envío un fuerte abrazo a cada uno.

Greenleaf