Jacinto Choza en Ágora y algunas reflexiones

Fantasioso, 2/10/2’23

El origen divino del opus dei tiene un carácter dogmático para los seguidores de Escrivá. Según la narrativa oficial basada en las enseñanzas del fundador, Dios le mostró a él, a Escrivá, el opus dei, y él fue el instrumento para hacer la obra de Dios. Así lo creen y profesan sus fieles seguidores. Cuestionar esa narrativa no es aceptable dentro la obra...

Ahora, lo que hemos aprendido de la Iuvenescit Ecclesia y los motus proprios es que da lo mismo si Dios le mostró a Escrivá el opus dei o si se le ocurrió cuando se estaba bañado o comiendo. No importa. Un carisma es un don de Dios para el bien de la iglesia, y para despertar la fe de las personas. Es un medio, no un fin. Por eso, para secundar el carisma, no hace falta tanta estructura y jerarquía. Quizá algún tipo de coordinación. Y también, para respetar el libre derecho de asociación, formar organizaciones bajo el derecho tutelar de la iglesia.

Puede que recordar la llamada universal a la santidad no requiera de una institución jerarquizada más allá de la misma iglesia. Quizá la intuición por aquellos años 30 de buscar sumarse a instituciones existentes era la correcta. ¿Cómo se llegó a lo que se llegó? Un misterio. Hay todo tipo de hipótesis. Una bastante plausible es el trastorno narcisista de la personalidad. Otra, la del fanatismo y divinización de los primeros seguidores que fomentaron una mitología ideológica.

Vayamos al grano. Pretender que el carisma debe realizarse únicamente por la vía inventada por Escrivá, y que si no es así se está traicionando a Escrivá; no, peor, se estaría traicionando a Dios, porque Él está empeñado en que se realice, es un poco loco y fantasioso.

Jacinto Choza habló en Ágora coloquios sobre la locura. Parafraseando, Jacinto dice que cuando no puedes aceptar como posible lo que es real, entonces te vuelves loco. La locura es la incapacidad de pensar lo real como posible. ¡Wao!

¿Y si es real que el origen del opus dei no tiene el origen divino sobre exaltado por el fundador y sus seguidores? ¿Y si es un simple carisma? ¿Y si lo que vio Escrivá se le ocurrió no más a él y consiguió convencer a varios de que su ocurrencia fue un mandato de Dios?

Llama la atención algunas declaraciones que, sin ser corporativas, parecieran coordinadas desde Villa Tevere. Por ejemplo, la del vocero del opus dei para el Reino Unido, y recientemente algunos escritos que dicen y no dicen, como por ejemplo uno titulado “Pase lo que pase, seguiré perteneciendo al Opus Dei” publicado en Infovaticana. Dice el autor de ese artículo: “No es que el estatus canónico del Opus Dei no sea importante, lo es; pero a lo largo de la historia del Opus Dei, desde 1928 hasta hoy, no importa cuál haya sido nuestro hogar en la Iglesia, esta ha sido la misma vocación idéntica de todos los miembros, por designio divino: laicos y ordenados, célibes y casados. Y no importa dónde acabemos dentro de la Iglesia, esto es lo que seguiremos haciendo. El Opus Dei fue inspirado por el Espíritu Santo, y como san Josemaría aseguró desde el principio, Dios le reveló que durará hasta el final de los tiempos.”

De esta declaración se resaltan tres cosas. La primera, es la unidad de comunicación corporativa de supuestas fuentes descoordinadas para resaltar que lo jurídico es un simple ropaje. La segunda, es que no importa el ropaje, si la gente entiende o no al opus dei, o si el vaticano aprueba o emana los estatutos, “nosotros seguiremos” porque el opus dei es un dogma, algo que hay que creer porque Escrivá dijo que Dios le dijo. ¡Vaya! Parafraseando a Jacinto Choza es como ser arriano de corazón, pero en la misa recitar el credo afirmando que el Hijo es de la misma naturaleza que el Padre. Decir que los cambios jurídicos corresponden a opiniones canónicas teóricas que nada se corresponde con la vida puede rayar en lo cismático. Y tercero, diferenciar la vocación cristiana con la vocación al opus dei de laicos y ordenados, célibes y casados, es algo que no tiene ningún fundamento teológico. De dónde viene la distinción y privilegio a ser llamado a la santidad en el opus dei cuando todos los cristianos son llamados a lo mismo.

Pase lo que pase con los estatutos y el derecho de libre asociación, el opus dei le debe a sus miembros, exmiembros y colaboradores poner sobre negro en qué creen, en qué se debe creer y qué debería ser bueno creer, y que no pasa nada si no se cree.

¿Podrá un afiliado del opus dei pertenecer al club sin la creencia dogmática del origen divino de la institución?

Veamos qué dice y hace la iglesia, qué dice y hace la obra y que comportamientos internos tendrán los miembros, es decir, si seguir a Escrivá es compatible con seguir a Cristo.

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