Aprovechando el descanso estival he podido releer el magnífico trabajo elaborado por Jaume hace 10 años.: “José Mª Escrivá Albás: Algunos problemas históricos” Dicho trabajo está dividido en 30 entregas y recomiendo encarecidamente su lectura, sobre todo después de los acontecimientos de los últimos meses. Jaume demuestra las argucias y los enredos de Portillo a partir del año 1975 con las catalinas, escritos y cartas de Escrivá con el fin de preparar una Positio impoluta para la beatificación.

Se podrían comentar muchas cosas sobre el trabajo, pero a la luz de los Motu Proprio en los que se subraya la importancia del carisma y de ajustarse al derecho, es sorprendente la frase ”esto es tan de Dios como lo demás” atribuida a su director espiritual que no era el Padre Sánchez tal y como se recoge en las biografías oficiales y que Jaume estudia en profundidad. (Según Jaume, ese sacerdote X, probablemente sería el hoy Beato Manuel González).

Esa frase se cita en las biografías oficiales a continuación de: “luego, a su tiempo, me fui corriendo a mi confesor”, tras la visión del 14/feb en el que se funda la sección femenina.

¿Por qué cortó la dirección espiritual con el sacerdote X? Jaume, plantea la posibilidad de que ese “era tan de Dios como lo demás” (como el 2-Oct), significase que no era de Dios. Como no le gustaban los consejos y las conclusiones de este director espiritual, Escrivá buscó otro. Es sabido por todos que el Opus Dei domina la polisemia y los giros literarios, para que parezca que sea lo que se entiende leer.

Jaume apunta que no toda la documentación escrita se ha puesto a la libre disposición de los historiadores (ahora agrupados bajo el Instituto Histórico Josemaría Escrivá). Todo el Opus Dei se ha tambaleado cuando la Santa Sede les ha pedido que vuelvan a su carisma… ¿Y si ese carisma se fundamenta en unos escritos no muy claros? ¿Y si ese carisma se apoya en un castillo de naipes? ¿Qué hay o qué no hay escrito? Es probable que estas preguntas sean respondidas en poco tiempo con los próximos movimientos de la Santa Sede.

Hilario