Dado que enmi país vivimos con el Jesús en la Boca, decidí irme de vacaciones a Uruguay y disfrutar la vida, ya que los argentinos no sabemos qué nos puede deparar el mañana tanto económica como políticamente. Ya se habrán enterado del caso Messi y su Rosario Natal.

Pues bien estuve una semana en las costas del Uruguay, un país precioso y acogedor. Aproveché para ver a algunos “chicos” de mis épocas de numerario del Opus en el país hermano. Aún conservo una amistad sincera y adulta con algunos de estos chicos que guíé y que hoy día ya son adultos profesionales universitarios algunos y otros empresarios padres de familia.

Cenamos un jugoso bife de chorizo (el bife de chorizo es un corte de carne vacuna que consumimos mucho los argentinos; los uruguayos son más del asado) en una parrillada del este uruguayo, con estos dos amigos. Tarde o temprano siempre que nos reunimos, sale el tema del opus. En fin, que está ocasión no fue la excepción. Aproveché para comentarles sobre esta web y los últimos acontecimientos relatados aquí. Específicamente el caso del colegio de Australia y como les habían mentido a las chicas con que tenían el cerebro agujereado por mirar pornografia y no ser puras.

Uno de estos “chicos“ es médico y aún sigue algo vinculado al Opus Dei por su familia política. No es muy afín al Opus personalmente ya que conoce mi caso y se preocupó por mi salud física, especialmente mental. Parece que la táctica australiana de mentiras exageradas no es exclusiva del país isleño: tanto en su práctica laboral como médico como en su familia política ha visto casos de padres que se niegan a vacunar a sus hijas contra el HPV y así prevenir el cáncer de utero. A diferencia de Australia el argumento esgrimido en colegios opusinos y entre círculos de madres con hijas en la adolescencia para que no se vacunen contra el virus del papiloma humano no es, que no se vacunen para evitar la promiscuidad. Se les dice que las vacunas se producen en base a células de fetos abortados. Entonces, si una niña o una madre desea vacunar a la hija previniendo el cancer, se la cuestiona y se acusa que está favor del aborto de fetos que se convierten en el material de estas vacunas. Idéntico caso,han soslayado algunos padres opusimos para no vacunar a sus hijos contra el COVID. Ante la pregunta de mi amigo a estos padres, acerca de la certeza sobre los componentes fetales de estas vacunas y ante la solicitud de que muestren la evidencia científica que confirma esta aseveración, se quedan mudos.

Más de lo mismo como siempre. Manipulación dura y cruda. Los saludo y mantendré informados en futuras instancias desde el estival conosur,

SMO