En la página oficial del opus, opusdei.org (20 / 2/2018) se puede leer en el epígrafe "Incorporación al Opus Dei" lo siguiente: "...se trata, como afirmaba san Josemaría, de hacer el Opus Dei siendo uno mismo Opus Dei...". Esta frase es archiconocida y todos la hemos oído, leído y predicado cientos de veces cuando estábamos dentro.

La frase, en mi opinión puede explicar cosas que ahora están de mucha actualidad.

Significa la aniquilación total de la persona, cuya entidad, pasa a ser parte de otra cosa, de una Institución. Por ejemplo, si Pedro Rodríguez García (nombre supuesto) se hace del opus, deja de existir como tal persona llamada Pedro Rodríguez García... desaparece, muere, sufre, permitaseme la expresión, una especie de transmutación ontica y se convierte en otro Ser llamado Opus Dei, al menos en el aspecto psicologico/intelectual/emocional. Es, podríamos decir, un proceso de robotización.

Cuando nuestro querido Pedro se sale del Opus Dei, recupera inmediatamente su normal personalidad. Esto explica el hecho que vemos tantas veces: D.Pedro inmediatamente empieza a denunciar que en la Obra hay abusos de manipulación de conciencias, abusos sexuales, posibles inducciónes al suicidio, faltas de respeto a los derechos más elementales de las personas, espíritu sectario de campeonato, avaricia sin escrúpulos, una legión de personas damnificadas y toda la lista de barbaridades que todos sabemos que se cometen en el Opus Dei.

Sin embargo, el mismísimo Pedro se ha pasado 20, 30 o 40 años manipulando fríamente a multitud de conciencias, faltando al respeto a muchísimas personas, teniendo un comportamiento sectario tremendo, cometiendo sin pestañear todas las barbaridades que todos sabemos que forman la praxis del Opus Dei, dia tras día, dañando a multitud de personas.

Este gravisimo problema, que mejor explicaría un psicólogo, yo veo muy difícil que se arregle con un simple cambio formal/jurídico/canónico de estatutos porque forma parte del ADN de la institución.

Yo estoy en un mar de dudas... no sé si es mejor darles a ellos la iniciativa del cambio. Eso me parece por un lado inteligente pero por otro un poco ingenuo teniendo en cuenta la estructura inasequible al raciocinio de la institución.

La otra opción es la radical, que puede ser de dos maneras : 1) Intervención total del Opus De por un grupo de visitadores apostólicos con la expresa orden del Papa de reformar hasta las alfombras y al que no le guste, a la calle. 2) Disolución absoluta de la prelatura y que cada miembro se busque la vida como pueda.

El Opus Dei es una estructura de pecado dentro de la Iglesia, con un ADN dotado de una soberbia y una contumacia invencibles. Un cáncer supermaligno. Ante un problema de esta índole, el que haya algunos obispos filomasonicos y el que algunos alemanes intenten sacar los pies del plato parecen temas menores. 

No olvidemos que cuando Jesucristo lo consideró oportuno, no dudó ni un segundo en utilizar el látigo.

Orange

PD: yo me imagino que el mismísimo Diablo debe estar muy contento con estas situaciónes (si no es que ha participado directamente en ellas de alguna manera).