¡Buenas tardes!

He leído el artículo de Orange advirtiendo de las posibilidades que tiene el opus de retrasar sine die su modificación estatutaria por haberles dado el Papa la opción de hacerla por ellos mismos. Y creo que tiene razón. El Papa ha sido, por bueno, un pardillo. Debió haberles dado un plazo -y muy breve- para presentar los nuevos estatutos remodelados. No es un niño, tiene sus achaques y la obra puede demorar el proceso hasta que se haya ido al otro mundo o haya dimitido...

Mucho me temo que esto no va a llegar a nada concreto, a nada con impacto real. Nos echamos unas risas con lo de protonotario apostólico supernumerario y que no será obispo, pero lo relevante, el destrozo que la obra hace sobre las almas que caen en sus garras, está sin arreglar.

A mí, los que están dentro ya me importan poco; están porque quieren, tienen muchísima más información- sin ir más lejos en esta página- que la que tenía yo cuando estuve, pero sí me parece importante que el Opus se debilite lo más posible para que no sigan captando gente y haciendo trizas a las personas. Se insiste en esta página en que han cerrado centros, se han fundido delegaciones, y no pita casi nadie... pero, de la gente que pitó conmigo, hace ya mucho tiempo que no se sale nadie. Las últimas se salieron con 40 años o un poco más, pero ahora no tengo noticia de ninguna nueva. Ya tienen una edad, varias son hijas de supernumerarios y es lo que han mamado desde la infancia, otras están ahí desde los catorce y medio, por lo que romper tu columna vertebral a los 60 años es muy problemático, muy difícil.... y las que no han trabajado nunca fuera, sino en la administración durante 40 años o más, ¿de qué van a vivir a esa edad fuera del opus?

En otro orden de cosas, veo por las aportaciones que hacéis algunos que ahora se permite el paso de numeraria a supernumeraria y viceversa con facilidad: antes estaba terminantemente prohibido. Recuerdo una numeraria que se enamoró de un numerario, se salieron los dos y no pudieron ser supernumerarios. Llevaban la marca de la casa en el pensamiento porque una vez casados ella se sintió en la obligación de tener muchos hijos. Y lo dijo así, tal cual: ahora a tener muchos hijos. Vamos, que por ella pasaba de 0 a 100 en unos segundos. Pregunto ¿sabéis si siguen las supernumerarias jóvenes teniendo un hijo por año o año y poco? Me da la sensación de que aquellas familias meganumerosas (propias del franquismo de los años 60) ya casi no existen en el Opus.

Al hilo de esto recuerdo una anécdota: la numeraria que me hizo pitar me dijo un día, referido a la vocación de numeraria y de sn (no es literal, pero se le aproxima mucho) que ”esto no se puede comentar, pero nuestro padre decía que lo nuestro es mejor”. Vamos, que la vocación es la misma, pero para nuestro padre la de numeraria era de primera división y la de sn era de segunda.

En la distopía “El cuento de la criada” hay un grupo de mujeres cuya función es traer hijos al mundo. Se le acerca mucho al ser supernumeraria. Recuerdo cuando hablando con una numeraria que llevaba labor de San Gabriel yo le comenté que si tenías problemas graves de salud había que procurar no tener hijos, que podías morirte. Y su contestación fue muy acerada, irritada: “ellas bien saben cuál es su vocación”. Más claro, agüita.

Comentáis que en los centros hay bastantes personas empastilladas. Yo lo único que recuerdo es que los prospectos de las medicinas no se podían leer, pero de ninguna, ni antibióticos ni analgésicos ni nada... Y era una falta de fortaleza ir a pedir un analgésico: aunque tuviese dolores menstruales morrocotudos, ofrécelo, encomienda y tira p´alante. Al hilo de esto recuerdo una anécdota surrealista. Había una n a la que había que poner una inyección en la nalga. Me cogieron a mí al vuelo para que fuese testigo de tamaña actividad que podía dar lugar a no sé qué descaminos y tentaciones, y resulta que, yo allí de pie, pensando ¡Dios mío qué exageración estar de testigo de un pinchazo en la nalga!, cuando veo que la enferma se queda de pie, se baja la parte de arriba de la braga unos milímetros ¡y la otra le casca la inyección! ¡De pie, en dos milímetros cuadrados de nalga y con observadora de la ONU!

Ahora también está de moda en la obra el acompañamiento espiritual. Esto es como aquello de que Caperucita se echó en brazos del lobo a comérselo a besos y el oyente exclama: ¡Joder, cómo cambió el cuentoooo! Desde el punto y hora en que hay que hacer examen y hablar en la charla semanal de a cuántas personas has invitado a la meditación o al círculo, de que hay listas de pitables y de ellas, con nombre y todo, se habla en las tertulias, de que hay lista de San José, de que las de la delegación vienen a forzar pitajes sí o sí , de que hay que tratar a las que pueden venir por el centro y a las otras amigas descartarlas como si fuesen morralla... ¿de qué van ahora con el acompañamiento espiritual? Dentro de poco van a decir que son los adalides de la teología de frontera, cuando no salen del catecismo de San Pío X... Dan asco, de verdad, asco. ¡Cómo se puede mentir tanto! Y sin despeinarse.

El otro día tuve curiosidad y navegué por Internet para ver colegios de fomento: y flipas, oye. ¡Fotos de profes hombres y mujeres, juntos y medio revueltos, cuando la verdad es que las niñas al único varón que ven por el colegio, y para eso como a una estrella fugaz, es al cura! Al cura, que supongo que irá de sotana, y si es muy moderno, de clergyman, que no es el mejor referente de una masculinidad normal y corriente, sino un fulano que no te mira a la cara y te oye detrás de rejillas. Porque es que ni siquiera da las clases de religión, no, esas las da también una mujer.

El ver ahora escrito que la obra hace labor social y que se preocupa por los pobres y menesterosos, me pone los pelos de punta, porque es asquerosamente falso: solo les falta decir que sanjosemaria lo inculcó a sus hijos porque él lo había hecho heroicamente y ya es de vómito. En el opus podían decir que su función principal es la santificación por medio del trabajo, no la atención a los pobres, y eso sería correcto, nadie tendría nada que decir, PERO las obras de misericordia son para todos los cristianos, las bienaventuranzas también y ya comenté que a mí se me miraba mal por ir al asilo a pasar alguna hora los sábados a la tarde a acompañar a las viejitas y hacer pequeños trabajos. Eso no era lo nuestro, era una pérdida de tiempo que había que dedicar a ver a quién llevabas a la meditación: la caridad por sí misma no valía NADA DE NADA en el opus. Dios, que es caridad, debía de estar perdiendo el tiempo siempre... aún le va a caer una corrección fraterna a la que se despiste (no lo digo como irreverencia, eh, es un poco de sentido del humor..).

Podemos contar anécdotas, vivencias y eso tiene su valor, su importancia: primero porque te desahogas y eso te hace bien, segundo porque ves que aquello por lo que tú has pasado es frecuentísimo, ya que obedece a un plan predeterminado de tratar a las personas, no es fruto de un desvío personal de una iluminada, sino que forma parte del ser de la Obra. Pero hay dos cosas que creo fundamentales para que esta organización se precarice: 1) analizar de dónde vienen los dineros, quiénes son los dueños de los edificios y su valor inmobiliario y 2) que los obispos entren a fiscalizar las actividades de los centros, no mediante memorias (el papel aguanta lo que se le pone encima) sino entrando sin avisar y hablando con las personas que los frecuentan. Vamos, darle otro uso a las famosas “salitas” llenas de patos, borricos y similares, que el señor obispo coja al vuelo a una niña que ande por allí y le pregunte la edad y si ya ha pitado... Control por parte de la Iglesia y control del dinero, creo que son dos piezas importantes.

Y seguir con denuncias ante la santa Sede. Han conseguido las nax argentinas poner una pica en Flandes. ¡Valientes!

Íbera