Bienvenido a Opuslibros
Inicio - Buscar - Envíos - Temas - Enlaces - Tu cuenta - Libros silenciados - Documentos Internos

     Opuslibros
¡Gracias a Dios, nos fuimos
Ir a la web 'clásica'

· FAQ
· Quienes somos
· La trampa de la vocación
· Contacta con nosotros si...
· Si quieres ayudar económicamente...
· Política de cookies

     Ayuda a Opuslibros

Si quieres colaborar económicamente para el mantenimiento de Opuslibros, puedes hacerlo

desde aquí


     Cookies
Utilizamos cookies propias y de terceros para obtener datos estadísticos de la navegación de nuestros usuarios y mejorar nuestros servicios. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Puede obtener más información aquí

     Principal
· Home
· Archivo por fecha
· Buscar
· Enlaces Web
· Envíos (para publicar)
· Login/Logout
· Ver por Temas

     Login
Nickname

Password

Registrate aquí. De forma anónima puedes leerlo todo. Para enviar escritos o correos para publicar, debes registrarte con un apodo, con tus iniciales o con tu nombre.

     Webs amigas

Opus-Info

NOPUS DEI (USA)

ODAN (USA)

Blog de Ana Azanza

Blog de Maripaz

OpusLibre-Français

OpusFrei-Deutsch


 Tus escritos: ¿Por qué el opus dei no va a cambiar por sí mismo?.- Fantasioso

125. Iglesia y Opus Dei
Fantasioso :

 

¿Por qué el opus dei no va a cambiar por sí mismo?

Fantasioso, 9/01/2023

 

La creencia del origen divino del opus dei y de las revelaciones, mociones o carismas recibidos por su fundador han fomentado el carácter dogmático de todo el ser y proceder de la institución y sus miembros. Los que han heredado el mandato de preservar el espíritu, dar continuidad y anclar todo a “los tiempos de nuestro padre”, han transmitido lo que han recibido sin un espacio de revisión, el cuál es imposible por diseño. A esto se le suma la mentalidad que deben adquirir sus miembros en las distintas etapas de incorporación...



Para los agentes inscritos defensores del espíritu, este está esculpido y punto. No se puede cambiar. Y así lo creen y sostienen los que tienen el poder y liderazgo dentro de la obra. Es difícil que haya facciones, o puntos de vista. Todo va por un canal. Y el sistema está diseñado para purgar cualquier atisbo de disidencia y disentimiento.

Por lo tanto, si acaso, los cambios en los estatutos exigidos por Ad charisma tuendum serán del tipo conceder sin ceder como dijo EBE. Por otro lado, Gervasio dice en “Cómo va la cosa“ me atrevo a augurar que, si no se produce una reforma radical, el Opus Dei irá consumiéndose poco a poco como agua o caldo sobre fogón”.

Ahora bien, una reforma radical no va a emanar nunca del mismo opus dei. Sólo podrá ocurrir si viene impuesta de forma exógena. Explico.

Entre los slogans, consignas y demás frases con las que se forman la mentalidad, conciencia y voluntad de cada miembro del opus dei está la pasión dominante de amar y defender la unidad de la obra. La unidad no es mala. Pero el romanticismo detrás del intocable espíritu fundacional sí.

Todos sabemos -los ex y los in-, que en la obra no hay espacio para la crítica, autocrítica y demás consideraciones que podrían llevar a una innovación. En la obra las innovaciones son desviaciones del espíritu fundacional porque pueden alterar o destruir la esencia de la obra. Quienes hemos intentado innovar en la obra, o se quedan ahí obedeciendo felices, indiferentes o amargados, o se han ido para tratar de recomenzar como se pueda, más aún, olvidándose y desterrando a la obra de sus vidas. Es pura pérdida.

La palabra unidad tiene una carga semántica positiva dadas las connotaciones parabólicas asociadas a la vid y los sarmientos. Los verbos que suelen acompañar la palabra unidad son fomentar y atentar. El fundador sólo habló de fomento. Nunca habló de mejora continua. Es más, todo lo que no sea fomentar es una forma de atentar. Ergo, innovar es atentar.

El fundador del opus dei dijo “el sarmiento da fruto, si está unido a la vid. Un sarmiento que no esté unido a la vid, en lugar de ser cosa viva, es palo seco que sólo sirve para el fuego, o para arrear a las bestias, cuando más, y para que lo pisotee todo el mundo”. Es decir, el que piense que algo se puede mejorar y adaptar a los tiempos, no sirve más que para echarlo al fuego.

En la obra no hay espacio para que los miembros corrientes reflexionen sobre el quehacer y proceder institucional de la obra. Obedecer o marcharse. Sólo se les permite alabar la figura del fundador, su genialidad, su supuesto adelanto a los tiempos, su impronta y legado. El culto divino a la institución y sus cabezas viene heredándose por mandado del mismo fundador sin espacio para socializar internamente los aciertos con los desaciertos.

También dijo el fundador de la obra “cuando yo muera, hijos míos, al Padre, sea quien sea, amadlo mucho, mucho, aunque se os pasen por la cabeza pensamientos de que no es suficientemente santo o inteligente, o mil ideas más que se os pueden ocurrir y que habréis de desechar inmediatamente, porque son malas”. Es decir, para el fundador, él y todo lo que hizo, pensó, escribió y dejó indicado era perfecto e inmejorable. Es una divinización y (auto) culto a personalidades y liderazgos. Por extensión, no sólo su(s) sucesor(es), sino todos los directores que hacen cabeza están libres de que a otros se les ocurra pensar ideas sobre su actuar.

Además, la obra carga con el lastre de frases de Álvaro del Portillo tales como, “siempre serán tiempos de nuestro padre”, y su maldición “ruego … que si … alguno … quisiera perversamente corromper ese espíritu que nos ha legado el Padre, o desviar la Obra de las características divinas con que nuestro Fundador nos la ha entregado, que el Señor lo confunda y le impida cometer ese crimen, causar ese daño a la Iglesia y a las almas”. ¿Por qué no puede haber nuevos tiempos? ¿Por qué hay que desechar pensamientos de que la obra puede cambiar, o que el fundador o prelados anteriores desacertaron en decisiones que afectaron negativamente a personas, y que requieren rectificaciones y reorientaciones no compatibles con el espíritu fundacional? ¿Por qué es un crimen innovar el espíritu fundacional? ¿Por qué es malo pensar?

Todo esto, slogans, divinización del fundador e institución, maldición del sucesor y un largo etcétera han configurado mentalidades rígidas que inhabilitan a las cabezas decisoras del opus dei a hacer no sólo una reflexión insesgada, sino elaborar cursos de acción que los lleve por una reforma que prevengan los abusos -quizá no queridos en su origen-, que se dan por la degeneración asfixiante de la rigidez del espíritu fundacional, y del querer gobernar todo de forma jerárquica y corporativa.

Los medios de (de)formación, la falta de espacio de reflexión, la ausencia de crítica interna, y el desconocimiento de la crítica externa hacen difícil desconfigurar, reconstruir, arreglar, innovar, embellecer cualquier aspecto que a un miembro corriente de la obra se le ocurra para su obra de Dios. De entrada, es un ataque que hay que repeler poniendo a la institución por delante de las personas.

Unidad y disidencia

A los directores les toca disolver cualquier cosa que parezca una desviación del espíritu fundacional, aunque incluso vaya contra la naturaleza divina y humana. Esto no quiere decir que los directores son unos agentes malvados per se. Para nada, aunque conocí alguno que otro detestable.

Los directores que conocí normalmente eran buenas personas con buenas intenciones. Hacían cosas buenas, entre otras, fomentar la unidad. La idea es bonita. Pero tratando de hacer el bien, reproduciendo y preservando unas praxis institucionales rígidas sin cuestionamiento ni espacio de revisión, se prestan a conciencia o sin ella a hacer cosas que no son de Dios, como abusar de las conciencias o jugar a ser Dios expresando su voluntad para lograr intereses personales o institucionales a expensas de personas que se les saca de su sitio, diciéndoles al mismo tiempo que la obra no saca a nadie de su sitio.

Los que llegan a ser directores, llegan entre otras cosas porque saben obedecer y dan ciertas garantías de que velarán por fomentar, preservar y mantener la unidad de la obra. La obra los ha adoctrinado para usarlos mediante un patrón sin cuestionamiento alguno. A los directores, les toca satanizar cualquier acción o pensamiento que busque con sentido común alguna adaptación a los tiempos, o que resista a los abusos de poder enmascarados en la supuesta gracia de estado que sabemos inventa vocaciones al celibato, al sacerdocio, y deshace iniciativas apostólicas, emprendimientos empresariales y sociales, carreras profesionales, familias, amistades, etc., cada vez que una de esta no está para dar rédito directo al director en cuestión o al opus dei. La individualidad del miembro no cuenta para nada.

Ahora bien, el tiempo pasa. La naturaleza aflora. La gente reflexiona. Leen OpusLibros. Piensan y disienten, incluso en gracia de Dios, haciendo oración y queriendo la unidad de la obra. Se empieza a disentir internamente con algunas o muchas manifestaciones externas. Y empiezan las crisis al empezar a notar las incoherencias y cuadraturas de círculos.

Con seguridad las causas principales de los que se han ido de la obra fue algún tipo de disidencia, inconformidad, disentimiento. Para los directores, los que se van por elección son traidores. Es ponerte en ocasión de pecado por no seguir lo prescrito para ti desde toda la eternidad. Si se piensa mejor, es un invento psicológicamente vil. No me imagino a alguien diciendo conscientemente que quiere traicionar a Dios. Si la gente se va de la obra es porque le es imposible estar ahí, y ya. Para los que se van porque son invitados a retirarse, se suma una gama de injusticias en los que sólo hay indefensión, porque sólo los directores tienen razón. Lo que piense o diga el indefendido no tiene valor alguno. Es muy injusto.

Ahora bien, en el opus dei hay más disidencia de la que se piensa. La principal forma de disidencia se lleva individualmente, y con personal intimidad. Testimonios de esto los tenemos todos los ex e in. No nos engañemos. Además, no es malo ser disidente, ni sus manifestaciones externas. Lo que hay que ser es sincero y disentir con tranquilidad y sin culpa. A las claras y en intimidad con uno.  

Para muestra de disidencia y cómo se gestiona actualmente, está lo que cuenta un ex numerario de México que participó en la tertulia 6 de Antonio Moya (35:37). En la obra llaman a la disidencia compensaciones. Siempre y cuando tengas deseos de ser fiel, no importa. No pasa nada. Al mismo tiempo, se vienen registrando testimonios de menos rigidez en temas familiares, sociales y económicos. Cada uno hace lo que quiere, y está bien mientras no se vayan. Qué diferencia tiene promover la perseverancia innovando el opus dei, a que simplemente cada uno haga lo que crea y quiera manteniendo unos esquemas desvencijados.

Comentarios finales diversos

El opus dei no va a cambiar por sí mismo. En el supuesto de que el Vaticano deje al opus total autonomía para proponer las reformas, lo que ocurrirá es lo referido por Gervasio sobre que el opus se irá consumiéndose poco a poco como agua o caldo sobre fogón.

Si la reforma al final viene impuesta de forma exógena, habría que ver qué alcance tiene. Quizá la estrategia del Vaticano puede ser dejar que la obra proponga, y del dicasterio del clero le vayan obligando a ajustar en un proceso de negociación.

Tengo la impresión de que los externos al opus dei estamos más informados e interesados en el tema que la mayoría de sus socios comunes. En mi caso no porque esté particularmente interesado en que haya tal o cual reforma. Yo gracias a Dios me fui del opus dei, y a mí no me va a afectar para nada cambio alguno. Pero si me interesan mucho las personas con las que conviví y actualmente están ahí felices, amargados o indiferentes. Además, para mí seguir a OpusLibros, y por extensión lo que ocurre con la obra, termina siendo algo terapéutico.

Interactúo más con ex numerarios. De ese grupo, el único que sigue y colabora con OpusLibros soy yo. Aunque en este grupo están conscientes de todo lo malo, y en retrospectiva coincidimos en los abusos que cometieron con nosotros y otras personas, a ellos no les importa para nada lo que ocurra con el opus dei ni las discusiones de OpusLibros. No las siguen ni les interesas, salvo algún que otro artículo que les envío para que sigamos discutiendo.

En interacciones recientes con gente querida que sigue en la obra, lo que parece es que no saben nada o casi nada de lo que está ocurriendo. O saben e intuyen, pero no se sienten con libertad de comentarlo, y más si desde arriba sólo dicen que es sólo es un cambio de ventanilla, y que si acaso hay que agregar la contemplación de 5 misterios más en los estatutos. Tampoco veo a los que yo conozco proponiendo cambios a unos estatutos que no conocen, y menos, organizando grupos que aboguen por algún cambio. Lo que sí sé es que cada uno vive más libre, en un esquema un poco más flexible. Y eso es algo. Pero a la vez es el fuego lento que habla Gervasio.

Comparto con varios de los que participan en este foro, que es muy probable que los principales lectores de OpusLibros son y serán los miembros de la obra, y que cada vez la leerán de forma más libre, con provecho espiritual, y hasta de mejora de formas de gobierno del opus, tal como se ha evidenciado el impacto que ha tenido OpusLibros en un sinnúmero de aspectos y cambios recientes en el opus dei.

Creo que la incertidumbre que tienen varios está en predecir y conocer qué va a pasar con los laicos, y qué estructura de gobierno de la prelatura hace que los sacerdotes clericales de la misma difundan el carisma de la santificación del trabajo profesional y la vida ordinaria en medio del mundo usando a los laicos.

Pero ya que los laicos no forman parte de la prelatura, ni tienen que ver con el dicasterio del clero, los interrogantes que tengo son si ¿los laicos cooperadores orgánicos de la prelatura necesitan estar en una institución? Y si es así, ¿será independiente de la prelatura, es decir, con gobierno propio?

La obra cambiará si es de Dios, pero si es de José María no habrá cambios verdaderos. De alguna forma hasta el mismo fundador imploró que se destruyera la obra si ésta no era de Dios. A ver cómo muestra la Providencia si la obra es de Dios o no.

Fantasioso

 




Publicado el Monday, 09 January 2023



 
     Enlaces Relacionados
· Más Acerca de 125. Iglesia y Opus Dei


Noticia más leída sobre 125. Iglesia y Opus Dei:
El Opus Dei, Instituto Secular (III): Conmemorando las bodas de plata.- Idiota


     Opciones

 Versión imprimible  Versión imprimible

 Respuestas y referencias a este artículo






Web site powered by PHP-Nuke

All logos and trademarks in this site are property of their respective owner. The comments are property of their posters, all the rest by me

Web site engine code is Copyright © 2003 by PHP-Nuke. All Rights Reserved. PHP-Nuke is Free Software released under the GNU/GPL license.
Página Generada en: 0.130 Segundos