No podría incorporar al borrador de Nuevos Estatutos la sugerencia de Hormiguita (2 de enero 2023) para eliminar la duración vitalicia del mandato del Prelado…. porque ya estaba desde el principio en mi torpe papela. Aquí:

130. § 1. El Prelado, a quien internamente se llama Padre y cuyo oficio es vitalicio tiene una duración inicial de 12 años, se elige, con exclusi…..

Y acá:

140. 2. Cada ocho años todos y cada uno de los cargos de gobierno general, a excepción del Prelado, que lo hará cada 12 años, han de someterse a renovación por el Congreso siguiendo el mismo procedimiento. Pueden ser elegidos los…

Así que de acuerdo estamos.

Pero no en que sea precisamente de 8 años, como el Consejo, e irrepetible. Creo que: 1. en este tipo de líos los mandatos deben ser larguitos, porque los asuntos marchan con pereza, con mucha inercia (ese vaticanesco ritmo zumbón); 2. que es mejor si los nombrados para el órgano colegiado son conscientes de que el jefe durará más que ellos; 3. que no hay motivo para limitar las reelecciones, porque si le vuelven a votar, pues será por algo; y 4. cuantos menos eméritos coexistan, mejor, porque no todos los “jarrones chinos” tienen siempre exacta conciencia de su condición.

De todas formas, supongo que fue imprudente y cruel por mi parte soltaros sin analgesia ni aviso ni ná aquel ladrillaco de nuevos estatutos, chungo de leer y jodido de seguir. Pero está hechito con la intención de ser transformado y mejorado por los aquí leyentes. Así que animados quedáis (gracias, por tanto, Hormiguita) a retorcerlos y acabarlos bien. Que anda que no les queda.

Lapsos.