FranzJagerstatter :
Llevo mucho tiempo pensando en distintas colaboraciones que podría hacer para esta página web. Para esta primera quise centrarme en un punto... Pero siento la necesidad de disparar a todas direcciones, así que aquí va este escrito, en el que hablo de todo, sin ningún tipo de orden. Sepan disculpar el enredo y sean pacientes: al final tengo una propuesta concreta que me gustaría que pudieran leer...
Al principio me parecía incorrecto colaborar con esta web, pues, aunque me haya salido con mucha rabia y dolor, pensaba que a pesar de todo agradezco muchas cosas de mi vida en la Obra... Siempre había pensado que la mayoría de los autores de opuslibros tenían un profundo resentimiento contra la Obra, un ánimo destructivo que no podía ser de Dios. Pensaba que era un ánimo totalmente comprensible, pero no me sentía cómodo con la idea de mezclarme con ellos (“ustedes”... ¡ahora “nosotros”!), por mucho que quisiera cambiar o denunciar cosas del opus. Pero la cantidad de eventos que han ocurrido luego de mi salida (más o menos reciente), la claridad con que veo hoy muchas cosas y la información novedosa que puedo aportar de primera fuente (incluyendo cambios dentro de la Obra) me han movido a colaborar. Además, poco a poco he visto la razonabilidad de muchos de los que escriben en opuslibros, una vez que me quité las anteojeras del fanatismo opusino.
Puedo decir que tuve la posición de un observador privilegiado: pité en una Obra de Benedicto con olor a la “gloriosa época” de Juan Pablo II, pasé por el centro de estudios a comienzos de la era de Francisco y casi inmediatamente después de salirme llegó el motu proprio. Quiero escribir sobre distintos aspectos jurídicos y espirituales que evolucionaron en los últimos años en la Obra (la actualidad me compele a publicar mi teoría sobre el modo de interpretar el motu proprio y la situación del opus en el actual contexto político-eclesial) y también sobre mi propio caso de abuso de conciencia. No pretendo ser novedoso, pero me parece que podría ser terapéutico para mí y para miembros y ex miembros.
Francisco es un Papa que conoció el Opus en la calle, desde la humilde posición de un cura de a pie. Oía cosas raras, veía el elitismo de la Obra en Latinoamérica, veía que los curas del Opus no se mezclaban con sus hermanos diocesanos y que funcionaban aparte y, en definitiva, que la cosa no pintaba tan bien... Sabía cosas que Juan Pablo II y Benedicto XVI no tenían cómo saber, porque ellos conocieron la Obra ya mayores (con la carrera suficientemente consolidada como para no confesar en parroquias) y con autoridad suficiente para que el Opus se anduviera con cuidado para dejarles una buena impresión. No así con Bergoglio, no así: él conoció la Obra desde abajo, y la versión latinoamericana elitista e influyente, en sus propios fieles de Buenos Aires.
Poco a poco los que estábamos adentro veíamos los palos del Papa contra el Opus: partiendo por el uso de la palabra proselitismo (que hoy no se usa adentro), la manera de entender la afectividad (hoy también recularon en ese punto), la primacía del carisma, el énfasis en la libertad personal, etc. Como siempre, adentro se trata a los miembros como niños de guardería. Trataban de convencernos de que el Papa “nos quiere” (¡y dale con una y otra tertulia con Fazio!... y una anécdota de Cavazzoli, y otra de cuando atendió el Papa a tal o cual supernumeraria en Roma...), que "no pasa nada" con que el prelado no haya sido nombrado obispo... Ni siquiera con la llegada del motu proprio han estado dispuestos a decir las cosas por su nombre: “no pasa nada”, “un cambio de interlocutor”, “qué bueno que el Papa de preocupe por nuestro carisma”... Siguen con esa actitud infantilizante tan sectaria, que todos conocemos. Y los fanáticos, tanto jóvenes como de la vieja guardia, parecen incapaces de leer políticamente lo que ocurre.
Me parece que este Papa tiene perfecta claridad de lo que hace. Sabe dónde golpear y ha sabido hacerlo con sutileza... Pero tiene ya sus años, y su pontificado no podrá durar mucho (Dominus conservet eum et vivificet eum!, ¡para que pueda poner orden en el Opus antes de partir!).
Teniendo en cuenta la edad del Papa, propongo que organicemos un Congreso paralelo con ex miembros, y que pidamos audiencia con un representante de la Santa Sede para dar nuestros testimonios y opiniones, o exhibiendo prácticas y documentos pseudo-normativos “internos” (tengo en mi poder cosas vigentes, incluyendo citas de las nuevas "Experiencias" de 2022). El Opus pasa por la peor crisis de su historia. Todos saben que hay incontables casos de personas abusadas en sus conciencias, y con este Papa quizás tenemos alguna posibilidad de conseguir una instancia de escucha (una de verdad, no como el teatro opusino para el caso de las 43 nax). ¿Alguien se anima? Bastaría con buscar contactos en Roma... Y si no encontramos en el Vaticano, bastará con convocar periodistas dispuestos (que nunca faltan los que se interesen en este tema). Este es nuestro momento, mis queridos damnificados (como nos llama mi psiquiatra a los ex): ¡no perdamos la oportunidad!
FranzJagerstatter
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Al margen: más allá de la calidad del contenido de esta página, me parece que es urgente que cree sus propias redes sociales (Facebook, Instagram y Twitter) compartiendo testimonios y que, además, renueve el diseño gráfico.
Publicado el Monday, 05 December 2022
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