Me ha costado mucho decidirme a escribir porque, aunque lo mío fue una historia TERRIBLE, quiero ser justa y decir que en la Obra también hay gente buena, lo sé, y creo que a veces pagan justos por pecadores... Esto que voy a contar me ha hecho estar muy mal mental y físicamente, pero gracias a Dios, no sé ni cómo, lo he superado ya.

Conocí a este cura cuando era una niña, era el cura del colegio y luego pasó a ser el cura del club donde iban mis hermanos y algún amigo, era una persona alucinante, divertido, simpático, un poco payaso, todo el mundo le adoraba, conocía a toda mi familia y a veces iba a comer a casa de mis padres. Hasta aquí todo normal... Para mí fue un referente en mi adolescencia al que le contaba todo.

No quiero extenderme demasiado. Después de muchos años, y habiendo vivido en diferentes ciudades y con contacto mínimo, resulta que aparece otra vez en mi vida. Para mí fue como un regalo del Cielo, lo estaba pasando muy mal en mi matrimonio y claramente pensé que Dios me lo había vuelto a poner cerca para ayudarme.

Poco a poco y muy sutilmente, empezó a tener cada vez más y más trato, tanto que yo me agobié y pensé que eso ya no era "normal", así que le dije que mejor pusiéramos un poco de tierra por medio, pero el insistía e insistía, hasta que me "engañó" y consiguió lo que quería (os podéis imaginar). Aquello fue horrible porque yo no quise eso en ningún momento, empecé a pensar que estaba loco y me puse en contacto con un par de amigas que le conocían también. Las 2 (cada una por separado) me dijeron que me apartará de él, incluso una me dijo que su matrimonio se había ido al carajo por culpa de este cura. Según ella que era un psicópata. Con el tiempo me di cuenta que era cierto. Lo peor de todo esto es que en “las altas esferas” ya sabían que este tío era así, y no hicieron nada, o casi nada. Este hombre tendría que estar en la cárcel hace años, pero ahí está tan tranquilo, vestido con su clerigman y buscando permanente víctimas para depredar, a saber cuántas mujeres (o vete a saber qué más), ha destrozado la vida.

No sé si alguien de esta página sabe a quién me estoy refiriendo, pero si denunciáramos todas, al menos por justicia tendría que darse a conocer sus delitos y su nombre. No es venganza, es justicia.

Marimar