Las niñas, apartándonos de ellas. Yo fui pitable ¡Y vaya que lo intentaron! En Univ en Roma no pité con 15 año. Tertulia con el padre, San Josemaría en el Colegio Romano. Y paseos con mi mentor contándome que tenía vocación. Nada. Al año siguiente,16 años, yo seguía en el club. Y llegó la fiesta de fin de curso del Colegio de La Asunción. Un colegio de niñas. El más selecto de mi pueblo. Y yo tenía muchas hermanas, de todas las edades en ese colegio. Y precisamente ese día organizan planazo en el club. Supongo que a propósito. Vino gente hasta de la capital para llenar. Fui de mala gana. Siempre hay quien te anima, ya sabéis cómo es. Yo a media fiesta me marché, a la fiesta del colegio de niñas. Un aspirante, hoy supernumerario, me dice en la puerta al irme ¿no lo estás pasando bien? Le dije: "esto sin niñas me parece rarito".

Supernumerarios, parejas, matrimonio e hijos. No sé por qué yo estuve muchos años en la órbita de Opus Dei. Después de que me dejaran por imposible como numerario, yo no renunciaba a las niñas, vino la época de posible supernumerario. Grupo de supernumerarios con prisa por casarse. A mí me juntaron con una niña adorable. Pero aquello no iba. Y me eché otra novia externa. La captaron. Empezó a ir por un centro de mujeres. Yo iba a recogerla al salir del centro. Meditación, confesión y lo demás. Un día me dice: no vuelvo más. El cura no me ha absuelto porque no tengo propósito de enmienda. Y desde luego que no lo tenía. Ya lo entendéis. No me acabé casándome con ella. Presenté a mis amigos supernumerarios y supernumerarias a la nueva novia, nos casamos y salvo un caso, que tienen un hijo más que nosotros, ninguno nos igualó en número de hijos. Cuando empezaron a hacer cuentas no les salían. Y algunos lo pasaron muy mal. Supongo qué hacían para no tener más críos.

La universidad de Navarra, mis dos experiencias. Yo estudié en la Universidad de Navarra. Aunque me invitaron a irme de Belagua, por razones obvias, tengo un buen recuerdo. Seguí en el Colegio Mayor Larraona. El nivel era muy bueno. D. Álvaro D'Ors en Romano, que nos formó en la base, el gran Pedro Lombardía en Canónico, que no me sirvió de nada pero nos enseñaba a pensar, y D. Javier Hervada, que nos hacía cuestionarios cuestiones básicas en Derecho Natural. Nos recomendó leer a Hegel ¡un positivista! La recomendación de ir allí no fue vana. Recuerdo la cena en mi casa con D. Alfonso Nieto, que nos convenció a mi padre y a mi Y no me arrepiento. Años después envié a mis hijas a estudiar allí. Primer conflicto con la directora de Olavidea. Es que tu hija no participa. Mi hija no estudió en colegios de Fomento y no sabía las canciones y lo de la noche de princesas. Una infantilidad en una universidad. Segundo conflicto, más grave. Es que tu hija no quiere ir al ensayo de villancicos porque tiene examen de Derecho Romano. Pues le dije a la directora, Isabel, que me parecía muy bien. Fue el año de la oveja. Lo podéis ver en you tube. Mi hija y otra no estuvieron. Le invitaron a irse. Los colegios de Fomento han hecho mucho daño. Y lo bueno. Siguen manteniendo una fabulosa red de contactos. Antiguos alumnos en puestos claves, que contratan a buenos unos alumnos. A esta y a la segunda. Que también salió muy bien, aunque desde el principio estuvo en Santa Clara, no Opus. Lo que me temo es que se empiece a primar el "buen espíritu" y la infantilidad de los colegios de Fomento y se hunda una buena universidad.

Desdelapuerta