Tiene narices la cosa. Que el Papa les diga a los del Opus cómo tienen que hacer las cosas para ser fieles al carisma fundacional.

Y los del Opus están rebotadísimos. No hay más que ver las cosas que dijo el PNAS (el Penas para facilitar la memorización del tratamiento a Ocáriz: Proto Notario Apostólico Supernumerario) el pasado sábado 6 de agosto a las 7 de la tarde en campus norte del IESE de Barcelona, en la zona más rica de la ciudad, en el barrio de Pedralbes, donde también está la delegación de Barcelona.

Yo estuve allí. Unas semanas antes de la tertulia se nos dio un aviso para informarnos de que podíamos preguntar lo que quisiéramos (qué libertad!). Pero ojo! Debíamos decirle al director las preguntas para así evitar repeticiones.

Vaya excusa para seguir haciendo esas tertulias de siempre, lameculos, donde no hay naturalidad ni espontaneidad, porque todas las preguntas las sabe el PENAS de antemano y ya se han eliminado las inconvenientes.

He aquí algunas de las perlas que soltó el Penas durante la tertulia.

El Papa puede hacer cosas que no nos gusten. No es infalible en esta cuestión. Pero aceptaremos filialmente su decisión. El cambio está referido a la relación de la Obra con la Santa Sede; lo que va a cambiar no es importante. Que estemos tranquilos y recemos para que se redacten bien las modificaciones de los estatutos. Y _omnia in bonum!_ , pero con fe, aunque no lo entendamos.

Cuanto con más delicadeza los Directores nos planteen los cambios y los encargos, tanto más delicados en la docilidad debemos ser nosotros; y ser sinceros si hay que comentar o manifestar algo que nos contraríe.

Para terminar, nos pide que le encomendemos y que encomendemos al Papa.

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