Tengo la impresión de que el Motu Proprio "Ad Charisma Tuendum"  es  el amoroso camino que Dios... "quizá especialmente el Espiritu Santo..."  ha elegido para realizar la profundisima cura y sanación que el Opus Dei necesita para cumplir con fidelidad, humildad y eficacia la misión que tiene dentro de la Iglesia Católica.

El Opus Dei está  enfermo. Esto lo ve cualquiera; desde el Papa hasta todos los colaboradores de Opuslibros y aún cualquier persona normal minimamente informada. Sin embargo, hemos comprobado, a lo largo de años y años, que ellos no quieren verlo, por mucho que  se les haya repetido. La enfermedad es grave. Necesita un ingreso hospitalario prolongado en el que se realizarán diferentes tratamientos médicos y quirúrgicos, algunos de ellos largos, complicados y dolorosos. El hospital se llama Dicasterio para el Clero. El médico responsable último del tratamiento es el Papa Francisco, que estará en segundo plano dirigiendo la terapia que ordenará hacer a sus médicos ayudantes de dicho Dicasterio, ante el cual ANUALMENTE, el propio Opus Dei ha de presentar una memoria que informe sobre los pasos que piensa dar para ir desmontando el exceso de funcionamiento jerárquico e ir incrementando la exigua misión evangelizadora que realiza, para adaptarla a las exigencias de la Constitución Apostólica "Praedicate Evangelium". El Dicasterio para el Clero, con el Papa detrás, se encargará de aceptar o no, en todo o en parte lo que el Opus Dei vaya proponiendo... y responderá diciendole al Opus Dei lo que tiene que hacer o no hacer en el breve plazo de un año. Y así año tras año se irá realizando la cura.

El Papa, ya antes de que el Motu Proprio entre en vigor ( 4/8/22), ha adelantado un acotamiento del camino a seguir:

1.- Nada de que el prelado pueda ser elevado a la dignidad Episcopal sino que tendrá el título de Protonotario Apostólico Supernumerario (cosa que en algunos pudiera suscitar ciertas sonrisas... (a mí me da vergüenza ajena).

2.- Si durante el proceso se suscitara alguna question no correspondiente al Dicasterio para el Clero, será éste, y no el Opus Dei quien tenga la facultad de hacer la adecuada consulta ante el organismo vaticano pertinente para dar la respuesta conveniente (y alli estará detrás, de nuevo, el Papa, como es lógico)

3.- El Papa se ha sentido en la obligación de asumir la defensa del carisma fundacional del Opus Dei porque lo ve seriamente amenazado por la asfixiante estructura jerárquica que el propio Opus Dei ha organizado.

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