Hola CharlotteAvila. Me parece totalmente acertado lo que dices y titulas “Mi marido quiere ser supernumenario”. Yo le dejaría claro a tu marido dos cosas: La familia es cosa de Dios, el Opus Dei no, es una asociación absolutamente inferior en el rango de importancia a la familia. Sería ofender a Dios poner problemas a la paz familiar. Si hay algo que elegir, eso es la familia. Todo lo que la pueda poner en peligro, a tomar por culo.

Es evidente que también hay que respetar una lícita autonomía espiritual en el cónyuge.

Tengo entendido que actualmente, antes de que pite un supernumerario, debe contar con el beneplácito del cónyuge.

Se me ocurre que, debido a que la petición de admisión se hace actualmente mediante una carta que forma parte de un contrato, cabe la posibilidad de que esa carta sea previamente revisada por ti y que contenga unas cláusulas precisas condicionales, con condición resolutoria, las que vosotros, tu marido y tú, pongáis de común acuerdo y que habrán de ser escrupulosamente cumplidas por el Opus después, con cláusulas de penalización en caso de incumplimiento. Por supuesto, puedes poner que se prohíbe que el Opus fije a tu marido un director espiritual que sea del Opus o que le hagan lo que ellos llaman la “corrección fraterna”. Esto que digo no es descabellado. Viene en la carta del anterior prelado Javier Echevarría, colgada en la web del opus, de 4 de octubre de 2011, en la que no tuvo más remedio que decir una serie de cosas para evitar una intervención directa del Papa Benedicto XVI. Ellos nunca citan esa carta pero ahí está y no la pueden eludir porque es lo que les evitó la intervención pontificia.

Puedes fijar una cláusula de prohibición absoluta de que el Opus o cualquier persona del Opus entre en el fuero interno de la conciencia de tu marido, bajo penalización de denuncia ante la Nunciatura del Papa en tu país.

Por lo demás, dile a tu marido que lo del plan de vida es un simple INSTRUMENTO, no un fin. El fin es el seguimiento de Cristo. Y que ser cristiano no es llevar a cabo un voluntarismo de ejercicios de piedad, sino DEJARSE AMAR POR CRISTO. Lo que no quita que sea bueno tener ciertos hábitos de piedad, pero sin autoobligarse.

Si quieres más aclaraciones, dile a OpusLibros que te pase mi teléfono y e-mail y con mucho gusto te ayudaré en lo que pueda.

Antonio Moya Somolinos