Acabo de leer lo que ha escrito Maremoto, que fue alumna de Montealto y lo que nos cuenta de la media pastillita de orfidal me deja perpleja. Sabíamos que en el opus recurren a pastillas cuando alguien presenta síntomas de querer marcharse y emprender una nueva vida sin el opus, esto supone utilizar la medicina de forma ruin.

Que a unas chiquillas que van en autobús de Madrid a Roma se les suministre orfidal me deja sin palabras. El opus traspasa todas las líneas rojas y está claro que asume que el fin justifica los medios.

¿Os decían lo que os daban? ¿Cómo os enterasteis de lo que era esa media pastillita? ¿Habían informado a los padres? Supongo que no pues el opus tiene por costumbre hacer lo que le parece y le viene en gana y lo de ningunear a los padres lo tiene bien arraigado.

El orfidal necesita receta médica. ¿Quién daba esas recetas y a nombre de quién? ¿Alguna de las personas que iban como responsables era médico? ¿Alguna de las que tomaron la media pastillita tuvo efectos secundarios dignos de mención aparte de entrar en sueño por la voluntad de la que repartía las pastillitas?

¿En qué año o años, si fueron más de uno, ocurrieron estos hechos?

Son hechos gravísimos, que deberían ser denunciados.

Gracias Maremoto por compartir tu experiencia.

Cuántas barbaridades van saliendo a la luz y se van conociendo. Tras lo que nos cuenta Maremoto tengo la impresión de que lo conocido hasta ahora de las actuaciones del opus, son solo la punta del iceberg y visto lo visto queda mucho por salir a la luz.

¿A qué espera la jerarquía eclesiástica para hacer algo que impida al opus y opusinos continuar haciendo tanto daño a tantas personas?

Un saludo,

Mabel