Mi percepción sobre la invitación a participar en el próximo Sínodo no es como la de Class.  Me parece acertada la propuesta de MaríaMR a implicarse. Para participar en la fase diocesana, la vía parroquial será seguramente la mayoritaria, pero no es la única. Entre otras vías posibles está la que yo he propuesto para el grupo METANOIA (en los últimos años vía on-line) que promoví hace años, en el que participan no solo personas de Cataluña, sino también de Andalucía y Aragón. Es un “grupo eclesial de base” en la línea de los que aprobó el papa Pablo VI en la exhortación apostólica Evangelii Nuntiandi.

Hasta el momento, de las diez áreas que se pueden elegir, en METANOIA las que han prevalecido son LA 1ª, Compañeros de viaje; la 2ª, La escucha; y la  4ª, Celebración.  Este próximo fin de semana, tras la recogida de propuestas concretas, veremos si podemos reducirlas a una o dos (como está aconsejado). Pero en un grupo en el que ninguno de los participantes –salvo yo- ha tenido que ver nunca con el Opus Dei, no veo factible abordar algo sobre la Prelatura…

En cambio, considero que estaría bien que pudiese surgir un grupo entre los participantes de Opuslibros; y que eligieran el área de la ESCUCHA para informar que muchos exmiembros de la Prelatura nos sentimos no escuchados por la Curia Vaticana, respecto a las denuncias que venimos haciendo por vías diversas. O por la vía informal de la web Opuslibros, o por la vía formal cinco o seis, como mínimo –si no me equivoco- denuncias colectivas a Congregaciones de la Curia Vaticana o al papa.  Está claro que en la primera está el inconveniente de que casi todos los testimonios son firmados con pseudónimos, por lo que su autoridad -de cara a la Curia- resulta notablemente reducida.

También está claro que una denuncia requiere estar firmada, con el nombre y apellidos, DNI, dirección postal, y mejor si se añade la edad, profesión, y grado de vinculación –o no- a la fe cristiana y a la Iglesia Católica.  Aunque en esta ocasión imagino que los testimonios de excatólicos también serían aceptados. 

Hay que tener en cuenta que esta es la tercera vez que el papa Francisco anima a todos los fieles a participar en la fase preparatoria de un Sínodo.

Si mal no recuerdo, hace años, cuando la Conferencia Episcopal de Estados Unidos la integraban obispos mucho más abiertos a posibles cambios que los actuales (en su mayoría ultraconservadores), propusieron algo similar. Decidieron que la próxima Pastoral Conjunta Episcopal tendría un recorrido democrático, empezando por la elección del tema.  Centenares o miles de grupos de fieles se implicarían, sucesivamente, en: a) la elección del tema o temas; b) la presentación de propuestas concretas; c) y de cambios posibles.

Una vez recogidas miles de propuestas de los fieles –laicos, religiosos y clérigos- unos teólogos deberían sintetizarlas y redactarlas con un lenguaje teológicamente correcto.  Después, la Comisión Episcopal correspondiente revisaría si consideraba necesario añadir o suprimir o retocar algo. Y finalmente los obispos firmarían la Pastoral.

Creo recordar que la Congregación correspondiente de la Curia Vaticana reprochó al episcopado estadounidense haber pretendido utilizar este método inductivo, ya que la inspiración del Espíritu Santo llegaba a los obispos –por decirlo en un lenguaje llano- desde arriba (la punta de la mitra, por lo visto, que debe esconder una parabólica) y no desde abajo.

Pues bien, este procedimiento que en aquél año mereció un reproche al episcopado estadounidense –por intentar llevarlo a cabo- es precisamente el que por tercera vez está utilizando, para la totalidad planetaria de la Iglesia, el papa Francisco.  Lo que diferencia a esta tercera es que ahora se ha ofrecido un procedimiento más práctico y eficiente.

Pienso que los que decidáis colaborar en esta fase diocesana del Sínodo a través de una parroquia, convendría que en la propuesta que redactéis coincidieseis un grupo de exmiembros, no una persona sola.  Los que optéis por hacerlo por vía extraparroquial, si no estáis implicados en algún otro tipo de asociación o movimiento, lo hagáis promoviendo un “grupo de base eclesial”, y presentar luego vuestras propuestas al correspondiente delegado de la diócesis.

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La afirmación de Class de que el papa Francisco “monta unos tinglados para acabar en nada” demuestra el total desconocimiento de los logros y cambios producidos por este “obispo de Roma”, como él se denomina.

Si leyese, por ejemplo, las informaciones de la revista semanal Vida Nueva, o de la revista mensual de pensamiento cristiano Iglesia Viva, o las de la revista mensual internacional de teología Concilium –por limitarme a estas fuentes- estaría mejor informado. Y comprendería que si no se han producido más cambios, entre otras causas, es porque el papa Francisco: a) no quiere imponer autoritariamente sus preferencias si no lo aprueban dos terceras partes de los votantes; b) que es consciente del grave peligro de un cisma, dado el porcentaje de críticas que le llegan de obispos y teólogos conservadores, tras cada una de sus iniciativas innovadoras.

Ejemplos de sus innovaciones. Completando lo que ya comuniqué en 01/06/16, respondiendo a Class con mi correo “¿mucho ruido y pocas nueces?” en el que resumía ocho logros importantes del papa Francisco, veo oportuno añadir ahora los siguientes:

1.     Ha pedido –en la audiencia general- a los padres con hijos no heterosexuales que les traten bien y les respeten (anteriormente había pedido que las parejas homosexuales tuvieran protegidos sus derechos y su seguridad a través de una unión civil);

2.     Ha abierto la posibilidad, desde uno de los Sínodos anteriores, para que los casados civilmente con una segunda pareja (después de una ruptura matrimonial sacramental), puedan ser acogidos en el sacramento de la reconciliación y en la comunión, una vez que el sacerdote que los guía espiritualmente haya podido comprobar la autenticidad de su vida cristiana y de su segunda experiencia no matrimonial;

3.     Ha promovido una segunda comisión de teólogas y teólogos para estudiar la posibilidad teológica de la ordenación de diaconisas, tras no haberse logrado un voto favorable de la mayoría en la comisión primera;

4.     Ha promovido una comisión de teólogas y teólogos –por petición de Hans Küng- para la revisión sobre la discutible validez de los dogmas relacionados con la infalibilidad papal, a partir del Concilio Vaticano I;

5.     Ha incorporado la presencia de mujeres laicas o religiosas en cargos de la Curia Vaticana que hasta ahora solo se concedían a obispos;

6.     Ha logrado unas relaciones excelentes de respeto mutuo con las autoridades de las iglesias Anglicana, Luterana, y con los patriarcas de las Iglesias Ortodoxas, incluso con el patriarca de Moscú, que hasta ahora había rechazado siempre todo acercamiento.  Asimismo, con importantes autoridades del Islam, el Budismo, el Judaísmo, el Hinduismo, etc.  (véanse pp. 129-164 de mi libro Enriquecimiento mutuo entre el Cristianismo y las otras religiones.  Del recelo a la simpatía y la colaboración).

7.     Las mujeres con cargos importantes en la Curia Vaticana se han triplicado en diez años. Por ejemplo, la eslovena Natasa Govekar es la actual jefa del Departamento de Teología Pastoral y la brasileña Cristiana Murray es la subdirectora –es decir, la ejecutiva- de la Oficina de Prensa.  En total, cinco de las 22 oficinas más importantes de la Curia (Secretaría de Estado, Secretaría de Economía, tres Dicasterios, nueve Congregaciones, cinco Consejos, tres Tribunales) tienen ahora mujeres en el equipo de liderazgo.

8.     En cuanto al macrodicasterio de reciente creación Laicos y Familia, que está estructurado en cinco secciones (los laicos, la Familia, la Mujer, Asociaciones de Fieles y Movimientos eclesiales) la primera está presidida por un laico; la segunda por una pareja matrimonial, la tercera por una mujer (se ocupa de la misión de la mujer en la familia, la sociedad civil y la Iglesia).

9.     El papa Francisco, a través de sus documentos y actuaciones, está pudiendo influir –de forma inteligente- en posibles cambios en la praxis de la Prelatura.  Por ejemplo: habiendo dejado claro su rechazo de todo proselitismo en la Iglesia.  Defiende que el acercamiento a la fe cristiana tiene que producirse por la “admiración” ante los testimonios; no por el proselitismo.  El característico procedimiento proselitista de la Prelatura con adolescentes o preadolescentes, especialmente en los clubs, ¿no habrá tenido que ser revisado?

La norma de limitar el número de años de los cargos superiores en Asociaciones y Movimientos, ¿no acabará exigiéndose para la Prelatura?

¿Y sus abundantes advertencias respecto a los posibles abusos de poder y de conciencia (aparte de los sexuales) en las instituciones eclesiales?

Asimismo su intención sobre la requerida separación entre los fueros interno y externo, sobre lo cual ya fue advertida la dirección de la Prelatura por Benedicto XVI.

Estos son solo nueve ejemplos de logros y cambios promovidos por el papa Francisco (aparte de los ocho que señalé en el correo de 2016). Hay otros más en los que no puedo extenderme.

Un saludo cordial de

Ramón Rosal

ramonrosalc@gmail.com