Hace unos días estaba viendo un programa de la TV local, sobre personas del entorno que viven en distintas zonas del mundo, y con una de ellas se me encendió la bombilla y pensé, “ésta es del opus”, y lo confirmé preguntando a quien me podía sacar de dudas. No la voy a dar a conocer por respeto a su persona, y porque además creo que es de las que engrosan el grupo de buena gente dentro de la secta. Pero me dio para pensar unas cuantas cosas.

Una que, seguro que la iniciativa fue suya, pero debidamente moldeada y censurada sobre lo que debía o no debía decir. Esto no lo pongo en duda porque es el adn de la organización, el control. ¿Por qué le han permitido salir en el programa?

Dos, que no da a conocer su pertenencia al Opus Dei, y dice que fue al país hace 20 años para hacer una labor de voluntariado.

Tres, habitualmente las personas que dan a conocer su vida en el país presentan a su entorno, su pareja, hijos, amigos… Ella sólo mostró a sus alumnos. Ni una palabra de dónde vive, con quién, cuál es su familia, por qué sigue 20 años después en el país si se acabó, o no, el voluntariado. Sí aprovechó para arrodillarse en la visita a una iglesia y declararse ferviente católica.

¿Qué pensé?

Casi 100 años después de la fundación opusina, aún no saben explicar quiénes son, o se avergüenzan de su pertenencia a la obra. Realmente debe ser difícil de explicar que vives con 8 o 10 mujeres más y no es un club de lesbianas, un piso de estudiantes talluditas o de solteronas. Aunque cualquier cosa de éstas debe ser mejor que decir que son una comunidad de mujeres que han ido al país a evangelizar. Realmente, ¿cómo explicar que un grupo de mujeres que viven juntas no “son” nada raro?

Es curioso que ellas cuando se ven en esta tesitura de explicar qué son, hablan de familia, y luego forman parte de los apasionados grupos que atacan a quienes defienden la multiplicidad de modelos de familias que se dan actualmente en el mundo. Ellas son familia y también la formada por un hombre, una mujer y sus hijos. ¡Pero nadie más! Que el fundador lo vio clarito clarito.

Dentro de la Iglesia Católica, las distintas organizaciones no tienen problema alguno en manifestar qué son y explicar cómo viven: los focolares, los laicos de Legionarios de Cristo…Pero el Opus Dei es un “siesnoes”. Viven como los religiosos, pero ¡ni se lo menciones! Son una familia tan rara que 93 años después de su fundación no lo pueden decir en alto. Me parece tremendo.

Esta mujer del programa podría decirme que ha ido al país a evangelizar, a cristianizar las estructuras sociales, pero no es verdad, y todos lo sabemos. No acercan a Dios, sino al centro de la obra. No trabajan por el bien del país, sino que se aprovechan de todo lo posible para su propio beneficio, igual ella a nivel particular, no, pero sus jefas ¡ya lo creo!

Y es bien curioso que no acercara a la periodista a su familia allí, a su día a día, más allá de su trabajo. ¿De verdad son familia?

Esto lo escribo para las directoras que nos leen. ¡A ver si os vais aclarando! La naturalidad, la espontaneidad brillan por su ausencia. Sigo creyendo que tenéis los días contados.

Carmen Charo

Un fuerte abrazo para cada ex nax.