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 Tus escritos: Recuerdos de juventud (o el caso del joven inteligente).- JasonJonas

030. Adolescentes y jóvenes
JasonJonas :

De joven me aferraba en mi mente y corazón a mi supuesta vocación en el Opus como si de un “privilegiado” se tratara. Pero al observar a otros jóvenes de mi edad este sentimiento no era el que afloraba en mí, sino lo que yo sentía literalmente era ENVIDIA... No era una envidia perversa, pero todo el tiempo yo deseaba verme como ellos, deseaba hacer lo que ellos, deseaba SER ellos…

En un símil sencillo, este sentimiento de “privilegio” era como quien una y otra vez se trataba de autoconvencer de que se sacó el premio mayor de la “lotería divina”, y en ese sentido discurría inmadura y superfluamente todos los días en una convivencia animosa y llena de normas piadosas con mis “hermanos” numerarios, todo por una dizque “dichosísima” vocación al Opus. Pero a la vez también me embargaba fuertemente un gran sentimiento de ser un triste “agraciado-desgraciado” que “renunció libremente” a los momentos más elementales de libertad, de verdadera convivencia ordinaria y de su felicidad cotidiana… De allí mi TOTAL ENVIDIA...

Recuerdo que viviendo en mi primera casa del Opus rondaba por allí otro joven que había conocido en una convivencia de “pitados” meses atrás. Me llamaba la atención que este joven no viviera “en casa” siendo de la misma ciudad, sino que seguía viviendo con sus papás. Además este joven asistía poco, lo veía poco, convivía poco con los éramos “su verdadera familia”. ¿Qué pasa con él? me preguntaba, ¿Por qué no vive ya aquí? ¿Qué no sería lo normal hacerlo así en esta “maravillosa y divina obra”?

Así fue durante un par de años. Más de alguna vez formulé esta inquietud al sacerdote que lo trataba (y que era de los “dichosísimos” que convivieron con el santo-express fundador), pero en sus vagas respuestas solo se distinguía esa “idea” de que a ese joven había que tenerle LASTIMA… “Hay que encomendarlo…” me decía con la típica expresión hueca del Opus para todo. Es decir, por ese joven había que rezar y mortificarse porque “no terminaba” de ser “generoso” en su entrega, y de vivir como vivíamos los “selectísimos” numerarios que éramos “la máxima representación del amor privilegiado de Jesucristo a los hombres” (también típicas y marmulladas frases de una vocación inventada).

Pero a pesar de toda esa palabrería, lo que yo le tenía a ese joven era pura y llana ENVIDIA: ¡Como deseaba salir y juntarme con amigos como él lo hacía! Me lo imaginaba libre por allí viviendo lo que todos deberíamos de vivir, sin el escrutinio permanente de los directores y de mi propia consciencia acerca de todo lo que hacíamos los que ya vivíamos “en casa”. Pero todo lo que yo pudiera desear era ya imposible para mí. A mi joven edad yo vivía en un estado de zozobra y de pena por desear ser como los demás jóvenes, acallando toda una ilusión de juventud en razón de ser un numerario del Opus, un “elegido de Dios”…

De aquellas épocas recuerdo decenas de carnes asadas departiendo con mis “hermanos” en las casas donde viví (risas y momentos de aparente alegría), pero NINGUNO de esos momentos los recuerdo tan fija y claramente como aquella única carne asada en la que me invitó este joven con sus amigos y pude asistir… ¡Ah que bien me sentí en ella! Y aun a pesar de las décadas de aquel momento recuerdo perfectamente la razón del por qué: No era por la cerveza, la carne o la música de moda que por igual todo ello se vivía en el Opus, ni tampoco porque pudiera haber chicas en la reunión (que este no fue el caso), sino la razón principal era que en ese momento me sentía LIBRE e IDENTIFICADO con todos ellos… Esa sensación solo duró un par de horas porque al concluir volví a mi cruda realidad de numerario, en la que la sensación de tristeza y envidia se mantenían intactas.

Una vez más: Qué anormal se es como joven -o cualquier otra edad- cuando uno tiene estos pensamientos en una simple convivencia de lo más normal y natural para jóvenes como yo lo era en su momento. De un evento intrascendente surge esta profunda reflexión: ¿Que acaso no era libre entonces?... Tristemente la respuesta es contundente: Como numerario del Opus no, NO lo era (no lo eres tú si estás en el Opus): La manipulación sutil y luego descarada no te hace en ningún momento libre, aunque te redigan evangélicamente lo contrario.

Al paso del tiempo este joven y yo nos volvimos a topar por los espacios de la universidad en donde estudié. A ambos nos dio gusto vernos. Yo todavía era del Opus y recuerdo perfectamente la mirada que este joven tuvo para conmigo: Esa mirada era de pura LASTIMA... ¡Qué ironía, el sujeto de lástima que había sido “elegido y privilegiado por Dios” no era él, era yo! Y tenía ABSOLUTA razón…

Sé que este joven nunca fue numerario “de facto”. El Opus intentó concluir su tarea con él, pero no lo consiguió al final. Este joven tuvo la capacidad de siempre resistir a las jornadas de charlatanería y de enunciados condenatorios que le hayan impuesto en su resistencia. Aun en la inmadurez natural de la juventud, este joven fue verdaderamente mucho más inteligente y maduro que lo que yo fui, y salió triunfante al no ceder en su inventada vocación divina como lo hice yo.

Amigo numerario/a, reflexiona sobre los repetitivos discursos usados por el Opus y su fundador como infusión de miedo y temor sobre tu “vocación” ¡como si del mismísimo Cristo lo escucharas!: ¿Cambiarias tu “vocación” por un plato de lentejas? El Opus NO es una real vocación como tantas veces se ha comentado, siempre ha sido y es una conveniente formulación para que solo seas parte de ellos. Y lo más importante: NO pierdes absolutamente nada en tu vida, ni siquiera lo que pueda ser equiparable incluso a un plato de lentejas… Es más: ¡MIL VECES PREFERIR UN PLATO DE LENTEJAS A VER ATRAPADA TU CONSCIENCIA! (que junto con la libertad es lo más valioso que tenemos).

Joven numerario, joven numeraria, sé cómo aquel joven que recuerdo de mi juventud, sé mucho más maduro e inteligente de lo que yo fui y jamás entres al Opus. Y si por cualquier circunstancia ya estás dentro, ¡aléjate de allí lo más pronto posible!: Tus años de juventud, tu felicidad y tu vida entera -sin exagerar- están en juego.

JasonJonas


Publicado el Wednesday, 10 November 2021



 
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