Hace unos 4-5 años, algún gerifalte de las altas esferas de VillaTevere tuvo una innovadora idea: llevar al colegio romano a chavalillos de 18 años, recién terminado el colegio.

Coincidió con el momento en el que el Opus Dei empezó a admitir públicamente que Cavabianca es un seminario, al contrario de lo que ha venido diciendo en los últimos años: "lejos de nosotros parecernos lo más mínimo a Institutos religiosos o una simple diócesis, nosotros somos de la estructura jerárquica de la Iglesia (de la parte alta) con obispo y pueblo propio"

Eran pocos chavales, todos con 18 años recién cumplidos (alguno de 17), todos de España. Se habló con los padres, todos supernumerarios de los de apellido largo, billetera grande y muchos hijos (los internamente denominados como "están a favor"). Era digno de ver a las supernumerarias presumiendo de hijo, con 18 años y viviendo en Roma, junto al Padre y futuro sacerdote, les dijeron.

Podríamos contar más experiencias de este grupo de chavales, pero de momento, solo diremos que este verano volvieron todos a España, unos a algún centro, otros devueltos con sus padres. Alguno se ha llevado un buen disgusto, ya que le prometieron un hijo sacerdote y les ha vuelto un chaval con carrera eclesiástica de filosofía y una palmadita en la espalda para buscarse la vida...

Lo expuesto anteriormente nos hace plantearnos unas cuantas preguntas:

·  ¿Fue una idea innovadora o fue lanzar la imagen a la Santa Sede de que Cavabianca es un seminario normal al que van alumnos de 18 años como a cualquier otro seminario?

·  ¿Se han aprovechado de la ilusión de juventud de esos chavales o de verdad tienen un futuro prometedor?

·  ¿A quién quieren más los supernumerarios forofos: a sus hijos o al Opus Dei?

·  De ese grupo de chavales, ¿Cuántos van a perseverar? ¿En cuántos meses empezaremos a celebrar la boda del primero de ellos?, ¿Cuántos acabarán en un seminario diocesano para seguir su verdadera vocación al sacerdocio?

Hilario