Queridos amigos,

Imagino que, como a casi todos, el artículo del otro día de Alchile  me ha despertado muchísimos recuerdos. Esas tertulias de cursos anuales, en pleno verano, en las que venía alguna eminencia interna a convencernos de lo maravillosa que era nuestra vida, de lo mal que andaba el mundo y de lo importante que el Opus estaba siendo para la Iglesia. Todo eran datos, cifras, ejemplos. Salía uno con ganas de comerse el mundo, la barca en la que estábamos era la mejor.

De los puntos que recoge Alchile de una reciente tertulia con el vicario general, hay uno que me llama poderosamente la atención. En un ambiente de camaradería, probablemente después de buena comida y buen vino (domingo en un Curso Anual), Mariano Fazio cuenta a unos agregados que "los dos últimos años el obispo de Ámsterdam ha hecho su curso de Retiro en Zonnenwende, la casa de retiros de Holanda. Las cosas están cambiando".

O sea, a ver que me aclare. Resulta que el bueno del obispo de Ámsterdam conoce a alguien de la Prelatura -probablemente el vicario allí-, y se le invita a hacer su curso de retiro. Este señor va para allá, reza mucho, come bien, y repite al año siguiente encantado de haber encontrado un buen sitio. Pero, hete aquí, que desconoce que está siendo usado como un número, y no un número cualquiera: es un obispo. Así, mientras se siente feliz de haber pasado unos buenos días rezando, a 1.000 km de allí el Vicario General del Opus Dei -a quien probablemente no conoce- está contando esta intimidad suya en público. Y no sólo lo está contando, sino que se ufana de ello: "hemos captado para un retiro al obispo de Ámsterdam". De ahí que me pregunte, ¿se le invitó para su mejora espiritual, o para usarlo como número? Pocas dudas me caben.

Lo curioso del tema es que esto no lo está contando un dulce angelito, inocente de cualquier sospecha de mancha. Estamos ante uno de los involucrados en el bulling que sufrió el padre Danilo Eterovic, y que le llevó al suicidio, y también quien fuera el máximo responsable del Opus Dei en Argentina cuando los abusos laborales y de conciencia a -al menos, que se sepa- 43 numerarias auxiliares. Pero eso sí, el tipo repite una y otra vez que es amigo del Papa ("mi mejor amigo"), quien "quiere al Opus Dei" pese a los mil ejemplos que hay de lo contrario.

Desde luego, no me extraña la animadversión que el Opus Dei tiene. ¿Iría usted como obispo a un retiro, sabiendo que luego lo van a contar en todas partes? Yo, desde luego, no. Probablemente de ahí viene la noticia que nos desayunamos esta semana: la Conferencia Episcopal Española cierra el paso a nombramientos episcopales entre sacerdotes del Opus Dei. Lógico. Busquemos a personas normales, no a curas de lo que podemos sospechar dobles intenciones. Yo haría lo mismo.
Así que ellos mismos se están cavando su propio agujero. Ya lo decía el refranero popular:

"Tú lo quisiste, fraile mostén;
Tú lo quisiste, tú te lo ten".

Guillermez