Aunque la nueva actualización de Opuslibros veo que será el próximo 23, no quiero que se me pase la fecha sin colgar este enlace de un periódico reciente de Chile, en donde parece que los escándalos de abusos del Opus Dei no cesan. Me pregunta una amiga mía si creo que de esto estarán al tanto los numerarios/as de a pie. Mi opinión es que no, pues bien se preocupan en la prelatura de ocultar estas cosas a los miembros del Opus. No se enterarán salvo que lean OpusLibros, en donde hay transparencia sobre las andanzas de esta gente. Pues eso, queridos numerarios/as, aquí tenéis un nuevo escándalo de vuestros curas (la indemnización de 300 millones se refiere a pesos chilenos, el equivalente son 300.000 euros).

Procurad mirar esto en un ordenador en el que no seáis controlados en el centro, ya sabéis que los de OpusLibros son “gente mala”.

Por cierto, estoy leyendo con atención la serie de “Datos” y puedo decir que aunque parezca increíble, es cierto lo que dice. Concretamente, lo que dice acerca de que quien no vive lo que ellos llaman “la pureza”, no puede pertenecer a un consejo local, es rigurosamente cierto. Una vez le pregunté a un sacerdote numerario amigo mío y con cargos de gobierno en comisiones regionales acerca de los criterios que se siguen para que alguien sea nombrado para un consejo local u otros cargos de gobierno y me dijo claramente que quien “tiene problemas de pureza” no puede tener un encargo de gobierno en el Opus Dei.

Yo creo que hay una gran expectación dentro de la Iglesia en el sentido de que en muchos sectores se espera vivamente un golpe de timón del Papa al Opus Dei, tanto desde fuera como sobre todo, DESDE DENTRO. Fallecida o decrépita la vieja guardia, una gran cantidad de numerarios/as de 50-70 años ven ya como absolutamente insostenible la situación a la que se ha llegado, muy compleja, pero con un origen en la mentira institucional creada por Álvaro del Portillo a raíz de la transformación jurídica en falso de 1982. También es un lastre importante la canonización de san Josemaría a la vista de su comportamiento ocultado y de su clara perturbación psicológica. Y lo que les pierde del todo es su amor a la mentira y su ausencia de humildad colectiva. Y la guinda que colma el vaso es la nulidad como gobernante del anterior prelado y del actual y la sombra alargada de Danilo Eterovik, que perseguirá a Mariano Fazio mientras viva.

Realmente tienen un problema gordo. Lo del último escándalo de la prensa es una cosa más de las muchas que tienen en su haber y de las que aparecerán. Si no, el tiempo.

Antonio Moya Somolinos.