Querida ILE:

Recuerdo muy bien cuando buscaba colegio para mis hijos. ¡Que responsabilidad! Mi mujer y yo buscábamos “lo mejor” como todos los padres, pero no siempre lo mejor es lo que mas fama y brillo tiene y haces muy bien en querer conocer bien los detalles de los posibles colegios.

Para poder valorar mi pequeña aportación, debe saber algo de mi. Yo fui a Viaró para estudiar el bachillerato, hace muchos años, en 1974. Me hice del Opus Dei (OD) también hace muchos años. Tenia 16 años y estaba solo ante la crisis de vocación que te provocan. A los 19 me “invitaron” a salir. La vocación eterna y inamovible se había esfumado. Salí en muy “buen plan”, como se suele decir, tanto que después estuve unos 3 años, a mediados de los 80, trabajando en el colegio (lo que ahora seria un becario). Al final me “invitaron” a irme también del colegio porque “aquello no parecía lo mío” (coincidió mi salida cuando Álvaro del Portillo decidió que los ex no eran adecuados en las obras corporativas. Tal vez fue coincidencia). Me hicieron dos grandes favores, aunque yo en esos momentos no supiera verlos. Había salido del OD y del colegio, pero mi estructura mental continuaba dentro. Esa estructura que pensaba el mundo y me relacionaba con él. De esa estructura no empecé a desprenderme hasta bien entrada la segunda década del 2000. Y lo hice gracias a Opuslibros y a un tratamiento psiquiátrico que ya hacia años que seguía. Nunca he creído que los problemas psiquiátricos surgieran por entrar en el OD, pero no fueron capaces de verlos y, por supuesto, no me ayudó mucho estar allí dentro. Si no me hubiesen echado 2 veces, creo que aun hoy en día estaría mentalmente “preso” y la libertad es la única manera en que se puede educar y en la que el ser humano progresa, aunque a mí siempre me ha dado miedo la libertad. Creo que por eso no me iba del OD, ni del colegio.

Bueno, ILA, perdona tanto rollo inicial. Ahora te puedo decir que siempre tuve claro que no llevaría a mis hijos a colegios del Opus Dei.

¿Qué queremos en la educación de nuestros hijos?:

Nivel académico. Por supuesto. Lo que yo ví es que su nivel no era nada extraordinario, aunque de eso ya hace mucho tiempo. Es posible que tenga un buen nivel, pero al final el nivel lo dan los buenos profesores, bien pagados y estables y en ocasiones en Viaró priva la fidelidad a la institución por encima de la competencia profesional. Por supuesto, la publicidad es excelente (idiomas, deportes, viajes, bachillerato internacional, …), pero no siempre es oro todo lo que reluce.

Educación humana. Por descontado. Yo, con mis miedos, pensaba que la pública era inadecuada para educar, hasta que poco a poco pude ver que no todas las escuelas, ni todos los institutos públicos son iguales. ¿En Viaró hay una buena educación humana? Puede, pero no creo que mejor que en otros colegios de otras ordenes religiosas o de colegios públicos. Hay que pensar que la educación es una suma de diversos factores, no solo de lo que la dirección del centro dice en las entrevistas. Los otros alumnos, por ejemplo, serán capitales en su educación. Y, por tocar algún aspecto ¿quieres que sus amigos sean del colegio o sean de su ciudad o de su barrio? ¿Puedes llevar el tren de gastos y tener el prestigio social de sus amigos del colegio? Los que socialmente no dábamos la talla, pitamos de agregados (segunda clase, después de los numerarios, sin importar si teníamos buena capacidad intelectual, de la que tanto hablaban.

Pero lo que más me preocuparía es la enseñanza y practica de la religión. En eso el OD es granítico y acosador. En mi época de estudiante y “becario” todos los preceptores (tutores de los alumnos) eran del OD y no siempre los profesores más preparados y con más experiencia. No tenían el debido respeto por la conciencia personal del alumno. Entraban en lo más íntimo de la conciencia y la manipulaban. A esto hay que sumarle el sacerdote que a menudo actua coordinado con el preceptor y los planes de convivencias, asistencia a clubs, ...

ILA, pregúntate muy seriamente si aceptarías que tu hijo pudiera llegar a ser numerario del OD. Pregúntate si quieres que tu hijo inicie una relación en que tendrá mucha mayor intimidad con algún numerario que con sus padres o amigos. Pregúntate si crees que sería bueno para su educación empezar a vivir una doble vida en la que vosotros no pintareis nada. Pregúntate si quieres tener un hijo con una mentalidad cuadrada, férrea y que vea el mundo en blanco y negro (buenos y malos) o quieres que vuestros hijos sean comprensivos, críticos, racionales,… Pregúntate si estas dispuesta a perderlo.

Seguro que muchos que pasaron por el colegio explican cosas positivas y no todos acabaron siendo numerarios, ni amordazados por unas enseñanzas y prácticas fundamentalistas. Por supuesto, ¿pero estarías dispuesta a correr el riesgo con tu hijo? ¿Crees que el fundamentalismo religioso ha de ser el que moldee la cabeza de tu hijo? Yo recuerdo mucho acoso planificado a niños y jóvenes por personas mayores. La desigualdad era tremenda.

Los detalles como las reuniones con el cura o el preceptor en horario lectivo es un inconveniente, pero no es de calado importante, lo importante es como moldearan a tu hijo. Igual que en el OD lo importante no es si usan cilicio o se flagelan (que ya es decir) sino el control mental y el aislamiento que se ejercen sobre gente que no está formada, por que ha asistido toda su vida a sus colegios y piensa que el mundo es como lo describe y lo juzga el OD y su vida es una cruzada para liberar a las personas y a la propia iglesia del lodazal en que andan metidos y Jesucristo tendrá poco protagonismo comparado con Escrivá y todas sus devociones y criterios

No conozco Canigó y no te puedo decir cómo funciona, pero casi seguro que es un colegio con la “dirección espiritual encomendada al Opus Dei” y me extrañaría mucho que fuese un dechado de libertad. El OD tiene una concepción absolutamente proselitista de la enseñanza y la práctica de la religión. Esa concepción forma parte de lo mas intimo de su existir, de su médula espinal; aunque ahora esa palabra la intenten controlar por los lógicos embates del papa Francisco. Yo no soy ateo, pero tampoco soy practicante y algo que he aprendido es que sin libertad no hay verdadera educación y formamos a niños y niñas que nunca llegan a adultos. En eso estoy totalmente de acuerdo con este papa.

En esta web hay muchos escritos interesantes, ricos y rigurosos y pueden ayudarte. Por ejemplo, uno de los mejores es de Satur que conoció a fondo Viaró.

Bueno esta es mi experiencia. Te deseo lo mejor para tu familia y, tomes la decisión que tomes, nunca dejes que tu hijo pueda vivir una doble vida, como yo y tantos del Opus Dei vivimos y nunca dejes que se convierta en un zombi (aunque sea con sonrisa).

Leo Boig