Antón, leí tu carta y la verdad me quedé atónita no puedo creer que sigan engañando a las jóvenes. Pobre mujer.

Yo fui auxiliar, hice el centro de estudios que así lo llaman, es un tiempo de formación, son dos años, te dan misa los curas y charla las numerarias. Deben confesarse todas las semanas y tener una charla una vez por semana con una numeraria que te marca el ritmo de la vida. Se trabaja como burra se reza todo el tiempo, no podés tener un rato libre para vos. Las cosas se hacen porque hay que hacerlas, te corrigen mucho porque te hacen bien fanática del Opus. Pobre padre, te entiendo que tu hija no quiera escucharte, yo también fui así, defendía al Opus cuando mis hermanos me decían cosas y verdades en contra.

De tanto que te taladran el cerebro ni piensas en lo que te dicen, sólo aceptas lo que recibes porque si cuestionas algún reglamento o costumbres del Opus sos la peor persona. Saben todo de uno, lo que contás al cura a las numerarias etc.

Es como un gran conventillo, una desconfía de la otra porque en cualquier momento te caen con una corrección fraterna, pero no tiene nada de amor ni cariño. Ojalá esta joven vea o escuche otra voz porque una vez que entre va a ser muy difícil. 

Le deseo buena suerte y que el universo esté contigo. 

Lgracem.