Buenas tardes:

estos últimos días estaba pensando en responder a Clic-Clac. He leído sus dos partes, así como la respuesta de La Lectora. Quería dejar escritas algunas pinceladas sobre mi experiencia.

Clic-Clac deja una frase a la que todos nos hemos acostumbrado: “otro de tantos”. Entiendo que se refiere a que hemos puesto piel muerta, o lo que es lo mismo, nos hemos insensibilizado, ante un relato escalofriante que, si bien es más de lo mismo, hace referencia a una persona destruida. Seguro que es un proceso intelectual de adaptación para que no estemos deprimidos todos los que hemos tenido contacto – mayor o menor - con la obra.

Quiero felicitar a La Luchadora por sus relatos, o bien, los de su amiga. Realmente hay que tener fondo para una carrera así de larga. Trece años. Y de vuelta a casa a contracorriente de su voluntad. Por cierto. Es extraño que no le hayan dicho claramente que se debe ir (No da dinero suficiente, está enfermo y es irrecuperable, crea mal ambiente...) Algo debe haber detrás de todo para que no le hayan dicho, como a casi todos, Vete. En mi vida he conocido numerarias que, después de siete u ocho meses en la cama, consumiendo contra su voluntad gran cantidad de fármacos totalmente contraindicados e innecesarios, le dijeron que se debía ir ya. Pero ella, a pesar de su estado, como se temía la llegada de la noticia, se anticipó y se marchó un día antes. Fue a su casa y estuvo un año sin saber dónde estaba. Sus padres no comprendían nada. Se dedicaba a dormir y comer dulces.

Te cuento esto Luchadora, no para tu consuelo, sino para que seas consciente de cómo destruyen las emociones y distorsionan la realidad. No soy médico, pero intuyo que algún proceso o algún medicamento deben darles para anular el centro de la emotividad consciente. No sé si digo algo inconveniente pero creo que es anular parte del sistema límbico. Es decir, así como en personas no adictas ni adoctrinadas nuestro cerebro está compartimentado pero interrelacionando tales parcelas, en un sectario, no hay comunicación de este sistema límbico con el resto de la anatomía cerebral. Perdón por mi ignorancia. Prefiero aterrizar a mi lenguaje: les anulan las emociones: dejan de querer a su familia, dejan de tener amigos en el sentido que nosotros entendemos. Pierden la capacidad de ser críticos porque ya están en lo “mejor” y no tienen necesidad de buscar alternativas. Les inculcan una teología del horror, del castigo, falta de amor. Les dibujan una liturgia llena de detalles materiales que no cambian, aunque no se ajusten al postconcilio. Se jactan de celebrar ritos eucarísticos preconcilio, en latín, de espaldas al pueblo.

Este caso que te he descrito, quizá no comparable con el hijo/a de tu amigo/a, no lo califico ni de más grave ni de más leve. Es el mismo proceso con distintos resultados. Nos hablas de agresiones a miembros de la familia. Hay que buscarle tratamiento psiquiátrico y/o psicológico. Debería revisarse la ingesta medicamentosa. Si se visita con un psicólogo de la obra tardará mucho más a desengancharse. Aun así, no debes tolerarle estas agresiones, aunque no tengas en cuenta lo pasado. No era él quien lo hacía. Era en realidad la obra introducida en su cerebro. Perdónale. En el opus todo está cerrado, atado, indicado, decretado. Se les enseña a defender cualquier situación de peligro para la institución, atacando. Para ellos primero es la obra, después la persona. Llegan a atacar verbalmente e incluso, como has comprobado, físicamente. A tu hijo/ no lo han hecho de forma distinta. Lo han enseñado así, y seguramente lo han hecho con él, lo han atacado. Ahora se comporta con vosotros de la misma forma como se han comportado con él. Ha sufrido mucho. Sólo requiere de su familia una cosa: amor. No le habléis del opus. No os extrañéis si pierde los “amigos” de antes. No le quedará ninguno. No os extrañéis si está solo o no sale de casa. Dadle amor. Nada más. Mucha paciencia y tiempo. Me ha impresionado una frase que comentas recibida de un ex miembro: "te lo devolverán hecho una mierda". En aquel entonces debiste creer que era una exageración. Siento que hayas debido comprobarlo. Así es la obra. Como tú bien dices, es destructiva. Espero haber podido ayudarte.

Un fuerte abrazo y un gracias por hacernos partícipes de tus relatos. Así nos enriquecemos todos.

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