Buenos dias a los lectores de esta web.

Estamos pasando por el COVID, cuyos efectos ya se conocen. Me llama la atención un efecto poco valorado, consecuencia directa del COVID. La cancelación de las actividades proselitistas del Opus Dei.

La mas destacable, es la convivencia en Roma llamada UNIV. Según mis estimaciones personales unas 100 personas de las más "superpitables" iban a asistir. Acompañados de unos 400 "numerarios/as" que se encargan directamente de hacerles proselitismo. (En el argot interno se dice: "que les tratan").

!Cuantas falsas vocaciones se han salvado!

Una gran mentira se ha evitado proclamar a aquellos jovenes que se hubieran incorporado a la obra. Y digo mentira, porque no se les dice toda la verdad antes de incoprorarse. ¿Cuánto sufrimiento para después marcharse en un estado psiquico deplorable y confundido? ¿Cuánto sufrimiento posterior para recuperarse a sí mismos? Y lamentable también, ¿cuántas perdidas de fe?, como consecuencia de lo vivido en el Opus Dei. Esa fe "exigente" y de mascarilla; sin dejar entrar al Dios misericordioso e interiorizado, un Dios personal. Una fe excluyente, de blanco o negro. (Más sobre esto en: Jesus Urteaga: capitulo final del Valor Divino de lo Humano. Libro leido en todas las convivencias de proselistimo con jovenes).

A partir del COVID, se acabarán esas meditaciones de adolescentes o adultos agrupados en un oratorio cerrado. Se acabarán los circulos en salitas pequeñas. Se acabarán las actividades proselitistas que no guarden un distanciameinto social. Se acabarán las tertulias pirata en dirección. Y espero que se acabe una de las prácticas más socavantes que una institución de la Iglesia permite hacer: Proselitismo. (Veanse los puntos de Camino sobre proslitismo y la "Instrucción sobre el mode de hacer proselitismo" y otra con las mismas directrices para los sacerdotes).

Quizas lo que la Iglesia no ha sabido parar, el COVID lo pare en seco. A Dios gracias. Y que el Espiritu Santo pueda entrar en los corazones sin chaquetas de fuerza.

Salud (100% literalmente), a todos y todas.

Hormiguita