En el año 1997 y unos cuantos años atrás me quería ir del Opus y empecé a sentirme mal con sensaciones raras. Un día la directora me llevó a una psiquiatra hermana de un numerario en Buenos Aires. Me empezaron a dar unas pastillas que me tenía dopada totalmente.

Gracias al destino mi madre se enfermó y fui a cuidarla. Nunca más tomé las pastillas esas, tampoco tuve conocimiento de lo que estaba tomando porque las numerarias te la administraban. Así que creo que a la mayoría los medican para que estén tranquilos mejor dicho para que no puedan pensar en lo que puedan hacer de sus vidas.

Luana