Bienvenido a Opuslibros
Inicio - Buscar - Envíos - Temas - Enlaces - Tu cuenta - Libros silenciados - Documentos Internos

     Opuslibros
¡Gracias a Dios, nos fuimos
Ir a la web 'clásica'

· FAQ
· Quienes somos
· La trampa de la vocación
· Contacta con nosotros si...
· Si quieres ayudar económicamente...
· Política de cookies

     Ayuda a Opuslibros

Si quieres colaborar económicamente para el mantenimiento de Opuslibros, puedes hacerlo

desde aquí


     Cookies
Utilizamos cookies propias y de terceros para obtener datos estadísticos de la navegación de nuestros usuarios y mejorar nuestros servicios. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Puede obtener más información aquí

     Principal
· Home
· Archivo por fecha
· Buscar
· Enlaces Web
· Envíos (para publicar)
· Login/Logout
· Ver por Temas

     Login
Nickname

Password

Registrate aquí. De forma anónima puedes leerlo todo. Para enviar escritos o correos para publicar, debes registrarte con un apodo, con tus iniciales o con tu nombre.

     Webs amigas

Opus-Info

NOPUS DEI (USA)

ODAN (USA)

Blog de Ana Azanza

Blog de Maripaz

OpusLibre-Français

OpusFrei-Deutsch


 Correos: Dos cuestiones más.- iotganaderia

020. Irse de la Obra
iotganaderia :

No quiero que la anterior colaboración sea, además de la primera, la última sin aclarar un par de cuestiones. Y ahora que he leído a Orange, menos todavía. Gracias por tus amables palabras y tu amorosa preocupación.

La primera es decir que soy la persona más feliz de la Tierra. Poder ver con tanta claridad el mal que asola a la Humanidad desde buena parte de la Iglesia, y de la prelatura en particular, así como de estructuras afines, es el resultado de haber podido llegar a los 60 años al final del camino. He pasado por el hambre, la sed, el frío, calor, la pobreza más absoluta, la soledad y abandono más cruel tras decir que no a esa parte de la Iglesia que sostiene a la prelatura y a la misma prelatura. He sabido decir que no a pesar de haber sido sometido en la infancia, adolescencia y juventud a los dictados de la prelatura y de los apoyos que ha recibido de parte de la Iglesia. He sabido, he tenido las fuerzas para creer más en la verdad de mi conciencia que en ser un mantenido en esa estructura de pecado. Todo mi mundo familiar, académico y social era de la prelatura y la parte de la Iglesia que la apoya.

He tenido que empezar de nuevo sin ver, sólo con la Fe. Y todo a terminado siendo cierto y hoy soy testigo a mis 60 años. Las promesas que atraviesan el Evangelio son ciertas. Soy feliz a pesar de no haberlo ni buscado ni pedido. Sencillamente era una necesidad de creer. Esta es la raíz del mal en parte de la Iglesia y de la prelatura. No creen en Dios, en el Evangelio. Su mal y perversidad es su deseo de volver al poder y al dominio de unos pocos sobre muchos, masa infecta que somos. Por tanto, no sólo es posible ser feliz fuera de la prelatura y alejado de la Iglesia, en la parte perversa de Ella. Es absolutamente necesario, y una condición ineludible, para cumplir con la voluntad de Dios, abandonar la prelatura, cualquier organización similar, y poner tierra de por medio con respecto a buena parte de la Iglesia. No me lo he buscado, no lo he querido. Es un hecho, un momento de la Historia de la Iglesia, dónde el mal ha entrado hasta lo más profundo del gobierno de la Iglesia y que tiene una relación bidireccional con la prelatura y con organizaciones afines.

La otra cuestión que quiero aclarar es que no ha sido fácil. Ahora veo cientos de vidas de los más pobres de entre los pobres que han encontrado un hogar y que yo he ayudado a construirlo. Que he vivido con ellos el hambre, el frío, el calor, la soledad y el abandono. No de manera empática o compartida. He pasado realmente hambre, frío, pobreza y el vivir en la calle como ellos, siendo uno de ellos, durante años. Y os aseguro que aún lloro de nostalgia por no haber podido seguir con esa vida. Es la etapa más maravillosa de mi vida dónde, si todo era cierto, si todo era verdad en el Evangelio, todo tendría que ocurrir así.

También quiero deciros que en medio de esa vida apareció mi mujer, no por tantas veces soñada, menos real. Que he podido formar una familia numerosa con ella. No tener que explicar que somos uno en todo, hasta en limpiar los baños o los pañales de un padre enfermo, lo considero, sencillamente, un milagro. Qué he podido ser reconocido como profesional, tarde, pero al fin, en una profesión que comenzó siendo una forma de ganarme la vida, y que vida más difícil la de las multinacionales, por cierto, para ser un pozo de felicidad. Que soy inmensamente feliz porque tenemos razón, mi querido Orange, toda la razón, hasta las heces del sufrir y la gloria de las alegrías. No es sólo el haber optado por una alternativa. Es que la otra no lo es y que el Demonio no ha podido enganarnos mejor.

Mi mujer y yo siempre hemos ido a misa cuando podíamos, además de los Domingos, y con la llegada de los críos, nos hemos comprometido un poco más, por las catequesis, comuniones, comfirmaciones y todo eso. Nuestra familia no tiene asegurado el futuro, no somos millonarios y jamás hemos cedido a ningún atajo, a la corrupción moral, que nos han ofrecido alrededor de esa parte podrida de Iglesia, de la prelatura y de los grupos económicos o políticos a los que sirven. El mero hecho de ser asiduos a la vida parroquial te pone a tiro de toda esta pobre gente. Muchas parroquias se han convertido en una sede más de los partidos, sus corrientes y demás grupos de presión.Mi mujer y yo vivimos con mucho más que austeridad, hemos vivido contracorriente, ante la adoración perpetua al poder y al dinero que nos rodea. Y todos nuestros amigos creen que lo hacemos sin esfuerzo, de forma natural y tienen razón.

Mi mujer y yo nunca hemos tenido relevancia pública o éxito mediático. Ni siquiera en el APA del colegio o en un grupo de wasap. No llevamos mil pulseras, ni banderitas. No levitamos con el último sermón del curita joven que vive desde, para, por, según, sin, sobre tras el iPad. No gritamos de alegría porque han puesto una guardería en la “parro”. No somos tan miserables para poner un pin a nuestros hijos para que defiendan a un partido, que además no es el nuestro. Hemos sabido decir que no y tener como compañeros de viaje a cientos de amigos, pero cientos, los que nos felicitan en cada cumpleaños, que van y vienen, que nos alegra ver, tomar una cerveza, porque, con los hijos de por medio, es complicado vernos más, y que jamás han necesitado ser carne de cañón, tropa de nadie. Y son de la misma raza, son de los buenos, cómo dice Viktor Frankl. No queremos hacer rebaños, grupos, con personas con las que jamás compartiríamos nuestras vidas, por hacer bulto a un fundador, a un obispo, a un cura, a un cardenal o a un Papa. Si quieren militantes que lo dejen todo y monten un sindicato, un partido o una empresa de mercenarios. Pero esta vez con adultos libres y responsables y sin decir que son Iglesia.

Mi querido Orange, a mis 60 años no es sólo "gracias a Dios, nos fuimos". Es, para mí, algo así cómo “por fin hemos llegado”, que ha sido largo y tortuoso el camino que desandar.

iotganaderia




Publicado el Wednesday, 22 January 2020



 
     Enlaces Relacionados
· Más Acerca de 020. Irse de la Obra


Noticia más leída sobre 020. Irse de la Obra:
En homenaje a Antonio Petit.- Libero


     Opciones

 Versión imprimible  Versión imprimible

 Respuestas y referencias a este artículo






Web site powered by PHP-Nuke

All logos and trademarks in this site are property of their respective owner. The comments are property of their posters, all the rest by me

Web site engine code is Copyright © 2003 by PHP-Nuke. All Rights Reserved. PHP-Nuke is Free Software released under the GNU/GPL license.
Página Generada en: 0.115 Segundos