Buenas tardes a todos... y feliz año 2020  os deseo de corazón.

Como me siento incapaz ya por la cantidad de años que han pasado y tengo la mente está tupida, no podría contar nada ordenadamente como hizo Maripaz. Me limitaré a recuerdos, cuando me vengan cosas muy claras a la mente os haré participe de ellas como esta que recordaba ayer.

Os quería contar una anécdota de esas cosas tan curiosas que pasaba en la administración hace 40 años pero que yo lo recuerdo como si fuera ayer, ahora me da la risa solo pensarlo pero entonces me daba pena y rabia, sobre todo por aquello de que si somos una familia hubiera tanto protocolo y tanta tontería. Por lo menos que explicaran las cosas como son y no que digan una cosa y se hiciera otra.

Familia sería entre ellas.

Un día las otras dos nax tenían que hacer su retiro mensual, entonces como yo no me podía quedar sola me llamó la directora del centro y me explico  lo siguiente: como la señorita Loli no sabe de qué va eso para que usted esté un poco pendiente de ella, y le prepare la comida porque va a estar con usted en la administración de 10 a 5.

Se trataba de lo siguiente: yo comía a la 1.15 en el office cómo se hacía siempre y a ella a la 1.45. Yo le prepararía la comida en el comedor de la residencia y a las 2.15 recogía todo y preparaba para la residencia, ultimar los detalles e irme a cambiar para atender el comedor. No iba para ayudarme estaba porque yo no podía estar sola. Aquello se me quedó muy grabado, negativamente porque aunque han pasado tantos años pensaba: si somos una familia que venga Dios y lo vea. Hoy sería impensable, no solo no se entiende uno se rebelaría. Yo en aquel entonces a todo amén y para adelante, pues mi mente estaba preparada para decir a todo que sí. Obedecer en todo y ver a Dios en las directora, aunque por dentro no entendiera nada y se te cruzara los cables de ver tanta cosa rara., Pero así era, si alguna lo vivió de otra forma, me alegra, yo cuento lo que viví. Solo cambié el nombre de la *Srta* pero si ella leyera esto sabría quien soy.

Hasta otro momento. 

Un  abrazo, Gracias 

Antonia