Bienvenido a Opuslibros
Inicio - Buscar - Envíos - Temas - Enlaces - Tu cuenta - Libros silenciados - Documentos Internos

     Opuslibros
¡Gracias a Dios, nos fuimos
Ir a la web 'clásica'

· FAQ
· Quienes somos
· La trampa de la vocación
· Contacta con nosotros si...
· Si quieres ayudar económicamente...
· Política de cookies

     Ayuda a Opuslibros

Si quieres colaborar económicamente para el mantenimiento de Opuslibros, puedes hacerlo

desde aquí


     Cookies
Utilizamos cookies propias y de terceros para obtener datos estadísticos de la navegación de nuestros usuarios y mejorar nuestros servicios. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Puede obtener más información aquí

     Principal
· Home
· Archivo por fecha
· Buscar
· Enlaces Web
· Envíos (para publicar)
· Login/Logout
· Ver por Temas

     Login
Nickname

Password

Registrate aquí. De forma anónima puedes leerlo todo. Para enviar escritos o correos para publicar, debes registrarte con un apodo, con tus iniciales o con tu nombre.

     Webs amigas

Opus-Info

NOPUS DEI (USA)

ODAN (USA)

Blog de Ana Azanza

Blog de Maripaz

OpusLibre-Français

OpusFrei-Deutsch


 Correos: El supernumerario falso.- Pinsapo

900. Sin clasificar
Pinsapo :

Hace unos días conducía sólo y pensativo por la carretera hacia Córdoba, y al pasar por Écija, la sartén de Andalucía, volví atrás en el tiempo a 1990, cuando desde el centro de estudios de Sevilla acudíamos los días de excursión del semestre de verano, en pleno julio y agosto, a las visitas apostólicas al Club de Tenis de Écija, club social donde nos reuníamos con los amigos de un chico de San Rafael para entrenar nuestras destrezas proselitistas.

Ello me hizo recordar la historia relatada hace un mes por un antiguo compañero del centro de estudios…



En un viaje de negocios con el jefe de su primer trabajo, en el año 2000, hicieron una parada inesperada en Écija por orden de su Jefe él y otros dos compañeros de trabajo. Pues allí que pararon en las casetas de la Feria de Écija para cenar, beber y bailar sevillanas con las jóvenes del lugar. Mi amigo estaba en periodo de reflexión con la dispensa de vida familia, es decir, viviendo en un pisito de soltero pero con unos andares de numerario que se advertían a leguas. Por supuesto les dieron las una, las dos, las tres y más allá de la madrugada. Pero el jefe, casado y con tres hijos, le hizo prometer que le diría a su esposa que se averió el coche y que hasta el alba no atendía ningún taller. “A mí no me creerá, pero de un numerario no va a dudar mi mujer.”

El jefe siempre iba con los mejores trajes a medida, el pelo engominado, apestando a colonia fuerte y su BMW tapizado de cuero y en perfecto estado de revista. Se ufanaba de ser amigo íntimo del administrador de la delegación de Sevilla, sin recato en manifestar al primer cliente adinerado y con posición que se le acercaba, con ocasión o sin ella, que él era supernumerario (falsedad que usaba como estrategia comercial). En una comida en un lujoso restaurante de El Puerto de Santa María, tan sutil jefe se explicaba así con unos nuevos clientes: “Yo soy del Opus. Este (apuntándole a él con el dedo), también es del Opus pero pata negra, de los que no follan.” Risas del respetable y él rojo como un tomate. Sin saber dónde meterse, salió a fumar.

Al jefe le divertía poner a prueba al numerario. “Le has hecho tilín a esa morena con la que has estado bailando sevillanas.” Ello sin perjuicio de pagarle el salario en negro, no darle de alta en la Seguridad Social, pagar a un Licenciado por debajo del salario mínimo, exigir inflexible un horario de 40 horas semanales, y obligarle a acompañarle a sus juergas semanales. Aunque diabético, era adicto al buen vino y los “gin tonics”, que no perdonaba ningún viernes por la tarde, cuando salía despavorido de su casa para asuntos “urgentes” de trabajo.

Otro día en que obligó a sus empleados a celebrar con su familia, en su casa uno de sus cumpleaños (para hacer equipo), y ante la insistencia de mi amigo por marcharse para jugar un partido de fútbol, respondió: ¡Eso, vámonos los tíos al partido, que yo soy portero! Se ofreció a llevarlos a la pista deportiva, cuando ante la sorpresa general, frena en seco en lo que adivinaron era un Club de Alterne y dice: “veniros, que no pasa nada. Solo vamos a reírnos 5 minutos y luego nos vamos.” En medio de la carretera nacional, entró en el club. Allí, el todavía numerario, tras ser invitado a una cerveza de 10 euros, intentó torpemente hacer apostolado con una dulce brasileña: “Me da mucha pena que estés aquí sometida a esta indignidad, con lo simpáticas y buenas personas que sois las brasileñas.” Tras cansarla con tal conversación, dándole por imposible como cliente, se apartó agotada. Tras ello, salió al exterior buscando un taxi para llegar a la ciudad, dejando al Jefe y al compañero de trabajo con sus risas en ese Club tan especial, tan distinto a los “clubs” que él había conocido antes.

Al preguntarle que para cuando el contrato laboral legal y el aumento de sueldo, le decía: “Es imposible que tú no triunfes, porque estás conmigo, y como yo voy a triunfar y me voy a forrar, tú también te forrarás si sigues a mi lado.” No duró más de un año en dicho trabajo, tras no soportar más mentiras, promesas incumplidas, humillaciones, hipocresía, vanidad, etc. Una persona cuya poca valía humana y sus nulos escrúpulos eran proporcionales a su avaricia y codicia. Era el perfecto ejemplo de la persona sin conciencia moral alguna, lo cual ni se molestaba en ocultar.

Poco tiempo después amplió sus negocios a la construcción, enganchado al “boom inmobiliario” de España. Su primer “pelotazo” sobre el que forjó su “imperio” fue la compra a bajo precio de un edificio en Triana a un anciano con sus facultades mermadas, con el que se enriqueció construyendo pisos nuevos con una plusvalía descomunal. Salió victorioso de la batalla judicial que emprendieron los hijos del anciano que lo denunciaron por estafa. Tras donar al Ateneo de Sevilla cuantiosas sumas de dinero consiguió que lo nombrasen Rey Mago en la Cabalgata de Reyes de Sevilla. Fue su día de gloria, repartiendo caramelos y propaganda de su empresa por toda la ciudad. Ya era uno más de la élite, con lo que cuesta eso en Sevilla.

Se ufanaba en la prensa local de que a su empresa nunca le afectaría la crisis, pues ellos no hacían experimentos con gaseosa como otros, que solo se dedicarían a hacer viviendas de alto standing. Al poco tiempo se publicaba en los boletines oficiales la quiebra de la empresa y el embargo de la sede oficial del centro de Sevilla, su buque insignia. El tiempo desveló las cortas luces del pequeño empresario, torpe en los estudios, que de adolescente frecuentó brevemente un centro de la Obra yendo a algún círculo y retiro. Tuvo la suerte de que fue tratado por un numerario que luego fue administrador de la delegación. Adivinó los positivos efectos de aparentar y de arrimarse a personas de mayor rango y posición, por lo que llevó a sus hijos a los colegios privados de Fomento con tal fin. Siempre fiel al lema de Groucho Marx: “estos son mis principios, si no te gustan, tengo otros.”

Personajes como el del relato han hecho mucho daño a la fama de la obra, por contraste con el bien desplegado por la gran mayoría de honrados padres y madres de familia que dieron su vida por un ideal noble. Por eso a mi idealista amigo, le encantaría decirle a su primer jefe, con Don Quijote de la Mancha:

“Los cristianos, católicos y andantes caballeros más habemos de atender a la gloria de los siglos venideros, que es eterna en las regiones etéreas y celestes, que a la vanidad de la fama que en este presente y acabable siglo se alcanza; la cual fama, por mucho que dure en fin se ha de acabar con el mismo mundo, que tiene su fin señalado. Así, ¡oh Sancho!, que nuestras obras no han de salir del límite que nos tiene puesto la religión cristiana que profesamos. Hemos de matar en los gigantes a la soberbia; a la envidia en la generosidad y buen pecho; a la ira en el reposado continente y quietud de ánimo; a la gula y el sueño en el poco comer y en el mucho velar; a la lujuria y lascivia en la lealtad que guardamos a las que hemos hecho señoras de nuestros pensamientos; a la pereza con andar por todas las partes del mundo, buscando las ocasiones que nos puedan hacer y hagan sobre cristianos, famosos caballeros.” (2ª parte, Capítulo VIII).

Pinsapo




Publicado el Wednesday, 31 July 2019



 
     Enlaces Relacionados
· Más Acerca de 900. Sin clasificar


Noticia más leída sobre 900. Sin clasificar:
ENRIQUE ROJAS: PUCHERAZO.- Isabel Caballero


     Opciones

 Versión imprimible  Versión imprimible

 Respuestas y referencias a este artículo






Web site powered by PHP-Nuke

All logos and trademarks in this site are property of their respective owner. The comments are property of their posters, all the rest by me

Web site engine code is Copyright © 2003 by PHP-Nuke. All Rights Reserved. PHP-Nuke is Free Software released under the GNU/GPL license.
Página Generada en: 0.138 Segundos