cafeconsal :
Al leer el mensaje de Hondo (y otros mensajes) refiriéndose a la publicación de Navas-Brage como un escrito irónico, hecho a modo de denuncia, entendí muchas cosas, jaja... y aunque me pareció a priori una pérdida de tiempo haber contestado el mensaje, luego entendí que, como se ha dicho por aquí, puede servir para abrir la mente y comprender ciertas cosas.
Dicho esto, desde hace tiempo me ronda la idea de publicar situaciones que he vivido mientras he frecuentado activamente medios de formación, pasando mucho tiempo en un centro al que iba y donde, por lo tanto, he convivido de cerca con numerarios. Sin embargo, no me animaba, porque, como ya he dicho en otras ocasiones, mi experiencia en general es muy positiva y ha complementado siempre mi espiritualidad, por lo que ponerme a "rajar" puede poner mala fama en personas que no la tienen y tampoco se trata de eso.
Mi última experiencia es que hay un viraje notable en la dirección de los centros. Hay una apertura, un modo de pensamiento lógico, del mundo, de la calle. Tal vez al haber pasado siempre por centros de jóvenes no he tenido tanto contacto con esa ingente cantidad de numerarios que se dedican a tareas internas y no están para nada en medio del mundo. Con esos trato poco afortunadamente. Pero esta es mi experiencia: las cosas están cambiando.
Incluso la forma de comunicar del Padre (digo de la figura, no de la persona que actualmente ocupa el cargo) ha cambiado y eso se nota un huevo. Hay mucho más diálogo. Se nota que Ocáriz no es un gran orador y que tampoco dice cosas innovadoras. Si vemos los vídeos de su viaje por E.E.U.U. nos daremos cuenta de que se centra en repetir lo mismo una y otra vez. En su defensa diré que la rueda ya está inventada, que Jesucristo ya vino y se reveló, que la Iglesia lleva 2000 años en esto, que Dios se hace presente todos los días en medio del mundo... pero yo echo de menos un poquito de juventud argumentativa. Es decir, me gustaría escuchar lo de siempre pero adaptado al lenguaje moderno.
El Opus Dei atiende, directa o indirectamente, a muchísimos jóvenes, chicas y chicos, y tiene que adaptar su lenguaje. Incluso explicar esa vida contemplativa en el mundo ordinario. El cilicio o las disciplinas no son solo del Opus Dei. Sé de buena tinta que lo usan muchos cristianos, sobre todo sacerdotes y personas vinculadas a órdenes religiosas. Misma cosa con el ayuno. Mismo trato con la oración, el rosario o el examen de conciencia.
¿Cómo es posible que un sacerdote (MANGLANO) consiga encandilar a muchos jóvenes con la guitarrita y poniendo nombres pijos a cosas de siempre (HAKUNA), llevándolos a Dios a través de adoraciones eucarísticas y retiros variopintos y que, mientras, en los centros de San Rafael la gente apenas enganche con la meditación, motivados por el plan del fútbol o cena más peli? Mismo asunto para la charla / confidencia / acompañamiento espiritual (o dirección) / confesión frecuente. Evidentemente sabemos la respuesta a esta pregunta. Y no la voy a exponer aquí porque sería demasiado tocho. Solo diré que hace poco escuché de un numerario con cierto mando hacer una autocrítica interna, lógica y justificada, sobre este tema. Se lo están tomando en serio. Gracias a Dios.
Cafeconsal
Publicado el Wednesday, 31 July 2019
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