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 Tus escritos: Su único hijo.- El Cid Campeador

110. Aspectos jurídicos
ElCidCampeador :

Su único hijo

El Cid Campeador, 29/03/2019

 

¿Será verdad lo que hemos visto?

¿o habremos probado alguna yerba de las que trastornan el juicio?

Macbeth, Acto 1, Escena 3

 

 

Alguien preguntó por nuestra oración mientras estuvimos en el Opus Dei. Lo interpreté como un reproche, como que nuestra oración durante esos años no hubiese sido realmente oración. Es obvio que no nos pudimos comunicar con Dios sin interferencias y llegamos a la conclusión de que no teníamos vocación con décadas de retraso. Una vocación única y diversa que podría ser de supernumerario, numerario o -como dijo mi mujer quien nunca estuvo en contacto en un gracioso lapsus freudiano- subnumeraria auxiliar.

 

La verdad es que después de escribir la carta de admisión el discernimiento sobre la vocación no podía ser objeto de la oración. Nuestro Fundador decía aquello de que “nunca permitiría un pensamiento contra mi vocación, como tampoco permitiría un pensamiento contra la honestidad de mi madre” (no es literal, menos contundente que el original, pero no he encontrado la cita). Estaba literalmente prohibido hacer oración sobre el discernimiento vocacional. No se podía por lo tanto llegar a una conclusión diferente durante los años que duraba el tiempo de discernimiento. El único que podía llegar a la conclusión de que no tenías vocación era la Prelatura.

 

Hablando de la honestidad de su madre, siempre me ha sorprendido la disposición en los estatutos de la Prelatura que prohíbe ser Prelado a un hijo ilegítimo:

 

131. Para que alguien pueda ser elegido Prelado se requiere:

1º que sea sacerdote miembro del Congreso General, incorporado a la Prelatura desde al menos diez años y ordenado presbítero desde al menos cinco años, hijo de matrimonio legítimo, que goce de buena fama y que tenga al menos cuarenta años de edad;

 

Para pedir la admisión como numerario también es una condición ser hijo legítimo; en este caso puede obtenerse una dispensa.  Pero no podrá ser prelado.  Hijos ilegítimos: yo ahí lo dejo, pensadlo bien.

 

Para dejar que un hijo ilegítimo solicite la Admisión como Numerario o Agregado, siempre que reúna las demás condiciones, se necesita permiso de la Comisión Regional. Esta indicación se aplica también a los hijos adoptivos, a no ser que se trate de hijos legítimos y naturales de un matrimonio, adoptados por otro; y siempre que se conozca bien a los padres naturales.

 

Desconozco el origen de la fijación de nuestro Fundador con los hijos ilegítimos, nunca la entendí. Pienso que formaba parte de su carácter narcisista y quería impedir que algún sucesor suyo fuese un hijo engendrado fuera del matrimonio. 

 

Ahora bien, para estar seguro de que un hijo es de su padre la única posibilidad es una prueba de ADN ya que estos hijos no nacen fuera del matrimonio. Esta prueba no existía en vida de nuestro fundador.

 

A partir de aquí se me va la imaginación y pienso que se debería hacer una prueba de ADN a todos los que son elegidos prelados, igual que en el Vaticano se hacía con los papas electos: unos funcionarios llamados palpati les palpaban los genitales para comprobar que fuesen varones (no se sabe si es leyenda o verdad, ma se non è vero, è ben trovato). A los protagonistas de esta actividad se les denominaría los neopalpati, para distinguirlos de los antiguos; a la actividad en sí se la denominaría la palpatio moderna, un claro guiño a Tomás de Kempis y la devotio moderna.

 

Clarín escribió una segunda novela titulada “Su único hijo” que trata sobre la paternidad. La historia de un matrimonio que después de intentarlo mucho tienen un vástago, pero la mujer le dice al marido para fastidiarlo que el niño no es suyo, sino de un amante. El marido sostiene que el hijo tan deseado es suyo y solo suyo, pero no hay manera de comprobar la verdad. La novela termina así:

 

Bonifacio Reyes cree firmemente que Antonio Reyes y Valcárcel es hijo suyo.  Es su único hijo ¿Lo entiendes? ¡Su único hijo!

 

Cada uno se cree lo que quiere y lo que le interesa a él o a los demás que lo han manipulado.  Puedes creer que tienes vocación o que es hijo tuyo, aunque no sea cierto.

 

El Cid Campeador




Publicado el Friday, 29 March 2019



 
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