Hola amigos,

Sin afán de polemizar, intentaré responder a Molines porque creo que no me he explicado bien en mi último mensaje "El fin de la iglesia que conocemos". Yo quería explorar el choque que supone la pederastia en la iglesia en general y el Opus Dei en particular. OpusLibros, no lo olvidemos, es una web sobre el Opus Dei, no una web donde uno larga lo que quiere. 

Molines interpreta que yo quiero decir que el capitalismo y la mentalidad conservadora conllevan la pederastia. Evidentemente, me he explicado mal y Molines ha entendido lo que yo no quiero decir. En primer lugar, porque estaría diciéndolo de mi ultra católica familia. Somos carcas, pero de moral sexual y económica intachable. Pocas bromas. En segundo lugar, porque pienso - igual que Molines - que en la Iglesia cabemos todos, y nadie que sea sinceramente cristiano es más cristiano que otro: yo no soy mejor cristiano que mi madre o mi hija.

Veamos: en mi escrito quiero decir es que ahora nos vienen los lodos de los polvos removidos por ciertos personajes, conspicuamente poderosos en la Iglesia católica, conspicuamente aupados durante el pontificado (siempre en mi opinión) desastroso e interminable de JPII. Entiendo que a Molines esto no le guste, porque yo mismo habría dicho lo mismo que él/ella hace 25 años. Pero ahora soy más viejo, algo más sabio y algo mejor informado. Y no trago ni una más. Como dijo Tony Benn, él había entrado en el gobierno británico siendo izquierdista, salió siendo troskista. A mí me pasa parecido con la Iglesia.

El Pontificado de JPII intentó volver a la Iglesia constantiniana, aliada con el poder para obtener sus fines. Y ese poder, en su caso, era el poder económico, financiero y mediático. A ambos les venía bien: un papa popular, que apoyaba  y empujaba contra el comunismo ateo. O callaba ante los excesos, como por ejemplo, el asesinato de los jesuitas de El Salvador. Un poder político - económico - financiero que apoyaba a la Iglesia en las iniciativas que le daban visibilidad, su criterio moral (aborto, divorcio, homosexualidad, educación) y sobre todo a sus obras terrenales (universidades, colegios, fundaciones). No en vano es la cadena Fox News, que inspira y apoya cualquier idiotez de Trump, donde el expresidente Aznar ha sido consejero, la que defiende al cardenal Pell.

Pero eso conlleva un tipo de gente que se mueva en unos círculos concretos, no vale cualquiera. El Opus Dei estaba perfectamente preparado para este papel, igual que los Legionarios o Comunión y Liberación: gente rica, bien, bien colocada, influyente. Decía un cura (creo que el Padre Patera) que teniendo casas con piscina privada, lujosas residencias se está mucho más a tiro para cometer pecados. Pues miremos quién las tiene, que precisamente el voto de pobreza no lo cumple.

El problema es que ese tipo de iglesia es ordenancista, vertical, clerical, rígida, clasista. También aquí estos personajes (insisto, con una potente influencia del Opus Dei) estaban preparados, porque su mentalidad era precisamente esa. Evidentemente, no todos los poderosos son pederastas. No todos los ricos lo son. No todos los curas ni todos los del Opus Dei. Lo que quiero decir es que se creó un contexto social en que la pederastia podría florecer: poder, dominación, silencio corporativo, prestigio, desprecio de los débiles. Ese ambiente se da más en el capitalismo, no creo que nadie lo niegue, y en especial en el capitalismo salvaje que esta gente apoya y difunde. Darwinismo social puro. Ahora bien, cualquier organización social que convierta al hombre en un medio y no en un objetivo, acabará cometiendo crímenes iguales o más graves.

Siempre he dicho que la gran ventaja del Opus Dei es que tenía dinero pero no escándalos públicos. El historial de abusos del clérigo del Opus en USA o el numerario de Gaztelueta son graves, pero en la escala de maldad se quedan en aprendiz de demonio comparando con los de algunos curas. En el resto de la iglesia, se comportaban igual: negar la acusación, cargar contra la víctima, ocultar o premiar al criminal, callar. ¿Podían haberlos separado del ministerio? Claro que si, podían haberlo mandado a uno de tantos monasterios. Podían haberlo denunciado a la policía. No lo hicieron porque no les dio la gana. Porque les preocupaba más su imagen que las personas, como ha denunciado el padre del alumno de Gaztelueta.

Benedicto XVI tenía que saber todo esto, como prefecto de la Doctrina de la Fe. Pero prefería machacar a curas y teólogos díscolos que afrontar problemas que venían de los años 40, que eran vox populi. JPII podía haberlos suspendido a divinis, encausarlos como ha hecho Francisco con Mc Carrick. Los obispos no se callan y no son idiotas. Roma lo sabe todo. Si no lo hicieron, fue porque esas víctimas les importaban un pimiento. Como las de Maciel.

Molines, tu y yo pensamos que en la iglesia cabemos todos. Esa gente, francamente, no piensa así. Esa es la diferencia. Y esos pecados suyos van a acabar con esta iglesia clerical y machista. Supongo que todos nos alegraremos.

Que dios os guarde

Ramón