Cómo quizá sepais por mis anteriores escritos, que quien tenga interés puede leer en esta página, soy uno de los damnificados del Opus Dei por muchos motivos. Quizá no haya salido el peor parado ni tampoco el mejor. Soy del montón. Lo que sí puedo afirmar es que el Opus Dei es lo que más daño ha hecho a mi vida.

Pero ahora, en mi vida interior se me presenta la doctrina de Cristo que me dice que tengo que amar al enemigo, bendecir al que me maldice, hacer el bien a quien me aborrece y rezar por el que me insulta y me persigue, poner la otra mejilla a quien me hiere... etc., etc. En una palabra, que tengo que devolver el Bien al que me hizo el Mal.

Aplicarme esta doctrina del Maestro me cuesta horrores y, para hacerlo, me tengo que hacer violencia y tragarme muchas cosas.

Pero quiero obedecer y ser fiel a Cristo y por ello la pongo en práctica. Quizá así mi corazón pueda estar un poco más limpio y con algo más de paz.

Quiero pues, desde aquí, hacer público mi perdón total e incondicional al Opus Dei, de corazón y en verdad, sin ningún tipo de odio ni rencor, por todo el mal que me ha causado. Que Dios tenga Piedad de ellos. Les deseo lo mejor de mi amor, tanto en esta vida como en la Vida Eterna.

Solo Dios juzgará cuando llegue la hora.

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