Querida Agustina y todos los lectores de Opuslibros,

Ya por fin está a la venta mi libro sobre mi experiencia en el Opus Dei. El que quiera puede adquirirlo ya, tanto en formato digital como en papel.

Como bien podéis suponer ha sido un trabajo enorme con un profundo coste emocional. Estoy muy satisfecho del resultado. Es como una deuda que tenía de decir la verdad sobre lo vivido...

Mi interés no es tanto restaurar la verdad sobre mi persona como aportar al conocimiento de una institución que tiene prácticas que ofenden gravemente los derechos humanos y de ese modo contribuir a que puedan detenerse esos abusos.

Como bien sabes siempre he pensado que eso solo es posible conseguirlo cuando las víctimas den la cara. Sin víctimas concretas y en el anonimato no es posible conseguir nada en una sociedad democrática, ni tampoco en la Iglesia. Eso significa un camino muy duro porque está sembrado de insultos y agravios. Lo peor alrededor de esta institución es el miedo, el miedo que tienen todos los que salen. Es fácil denunciar a una organización de delincuencia organizada porque eso recibe múltiples alabanzas, es muy difícil denunciar a una organización que tiene todas las bendiciones del Estado y de la Iglesia, que tiene incluso un santo y un beato como principales organizadores. Para quienes salen es como ir contra la Iglesia y contra sus convicciones más profundas. A esto hay que sumarle la rotura de lazos familiares, de amistad, de relaciones. Alrededor de quien se va queda un espacio de tierra quemada que resulta casi imposible recorrer.

Sin embargo quienes hemos estado ahí y hemos vivido tantas historias, sentimos la necesidad de contribuir a decir basta. Hay que parar ya esta sangría de personas maltratadas y abandonadas, hay que acabar con las presiones y la manipulación de la conciencia, hechas hablando pretendidamente en nombre de Dios, hay que acabar con el proselitismo con menores de edad... 

Yo, con este libro, pongo mi aportación y cuento cosas que no he visto publicadas hasta ahora. Siguiendo mi vida recorro las estancias donde se cocina toda esa gran manipulación de las conciencias, porque yo he trabajado en eso muchos años.

Esa es mi carga, pero ya es solo mía, porque con este libro, igual que hice cuando me fui en una conversación con Javier Echevarría, dejo el peso de lo que no es mío, dejo el peso de tantas personas que gritan: ¡Estoy harto de que me manipulen la conciencia!!

Espero y confío el apoyo de Opuslibros, apelo a todos sus lectores uno a uno para que difundan esta verdad y contribuyan también en la parte que puedan y se consideren capaces, a terminar con los abusos. Entiendo que todas las personas necesitan sus tiempos y su oportunidad, como yo mismo he necesitado.

El resto, si la organización debe seguir o no, si es posible la santificación en la calle tal como lo plantea el Opus, me da exactamente igual. Creo que el límite es el respeto a los derechos humanos, a falta de concreciones jurídicas más específicas que, hoy por hoy, en el caso del Opus Dei no existen. Respetar en primer lugar el derecho a la libertad de conciencia, los derechos laborales de las personas, la protección a los menores de edad, la no discriminación de las mujeres, el límite de utilizar la psiquiatría para fines institucionales. 

Tengo la esperanza de que os guste el libro a todos los que lo leáis, que espero seáis muchos. En cualquier caso pediría el respeto a los derechos de autor. Creo que merezco el respeto a mi trabajo.

Un saludo cariñoso.

Antonio Esquivias